Un manifestante bloquea el paso a agentes de la Policía Montada durante una protesta No Kings contra las políticas del presidente de EEUU, Donald Trump, y las redadas migratorias federales, en Los Ángeles, California, el 14 de junio de 2025.

Un manifestante bloquea el paso a agentes de la Policía Montada durante una protesta "No Kings" contra las políticas del presidente de EEUU, Donald Trump, y las redadas migratorias federales, en Los Ángeles, California, el 14 de junio de 2025. Pilar Olivares Reuters

América EEUU

"No quieren que soñemos con la libertad": convocan más de 140 protestas por todo EEUU contra Trump para este 4 de julio

Cientos de manifestaciones organizadas por Women’s March y otros movimientos desafían el relato patriótico del Día de la Independencia, en medio de la represión a la disidencia y las redadas migratorias.

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Mientras Donald Trump se dispone a conmemorar el 4 de julio con desfiles militares y discursos patrióticos, miles de ciudadanos estadounidenses se preparan para salir a la calle con un mensaje radicalmente distinto: Free America.

Bajo este lema, más de 140 actos de protesta se celebrarán en todo el país en una jornada que promete convertirse en la más contestataria de la historia reciente del Día de la Independencia.

La movilización está impulsada principalmente por Women’s March, la organización feminista que desde la primera presidencia de Trump ha liderado campañas contra el sexismo, la represión policial y las políticas migratorias restrictivas.

Nos quieren asustadas, divididas y solas. Pero lo que tenemos que hacer es soñar con la libertad”, proclama el manifiesto de convocatoria, según recoge Time.

Lejos de las barbacoas y fuegos artificiales tradicionales, las participantes han sido llamadas a reunirse en porches, plazas, patios traseros y calles para “construir una América libre, ladrillo a ladrillo”.

Aumenta el descontento social con Trump

Las protestas de este 4 de julio forman parte de una oleada creciente de descontento que ha sacudido EEUU desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.

El pasado 14 de junio, durante el mayor desfile militar celebrado en Washington en décadas, decenas de miles de personas participaron en las protestas “No Kings” contra lo que consideran una deriva autoritaria del presidente.

Pese a las advertencias de Trump -que amenazó con responder con “gran fuerza” a cualquier protesta-, los manifestantes salieron a rechazar su discurso nacionalista y represivo.

Las movilizaciones se han intensificado en respuesta a las redadas masivas de ICE (la agencia de control migratorio), que en esta segunda presidencia de Trump han superado las 100.000 detenciones.

En Los Ángeles, la reacción ciudadana a las incursiones fue reprimida con la intervención de la Guardia Nacional y posteriormente de los Marines, desplegados sin el consentimiento del gobernador demócrata Gavin Newsom.

Manifestantes en Los Ángeles frente a los agentes antidisturbios.

Manifestantes en Los Ángeles frente a los agentes antidisturbios.

La decisión provocó un conflicto legal que terminó con los tribunales avalando el control federal de las fuerzas desplegadas.

Desde abril, las protestas también han estado marcadas por la ruptura entre Trump y su antiguo aliado Elon Musk, quien fue blanco de manifestaciones internacionales en ciudades como Londres, París o Estocolmo.

Las críticas se centraron en la gestión de Musk al frente del efímero Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), así como en los escándalos personales que han salpicado su figura pública.

Manifestantes pacíficos en las protestas de Los Ángeles.

Manifestantes pacíficos en las protestas de Los Ángeles.

Para este 4 de julio, además de los actos organizados por Women’s March, se celebrarán concentraciones de No Kings 2.0 en al menos una docena de estados, incluidos Wisconsin, Luisiana y Wyoming.

Apoyo a los inmigrantes

Estas manifestaciones ponen el foco en las redadas migratorias, la justicia comunitaria y la solidaridad con los vecinos inmigrantes. Los organizadores han insistido en que serán protestas pacíficas.

Uno de los actos más simbólicos tendrá lugar en Palm Beach, Florida, frente a la residencia privada de Trump en Mar-a-Lago.

Allí se espera la aparición de un globo gigante con la figura del presidente representado como un bebé, réplica del que sobrevoló Londres durante las protestas de 2020 por el asesinato de George Floyd.

“Estamos llamados a celebrar la independencia de EEUU, pero yo siento la responsabilidad moral de declarar nuestra independencia del trumpismo”, declaró Mark Offerman, uno de los convocantes.

A esta ola se suma también la llamada al boicot lanzada por The People’s Union USA, una agrupación que invita a no consumir productos de grandes corporaciones, evitar los desfiles patrióticos y los fuegos artificiales, y centrar el 4 de julio en la economía local y la justicia social.

La organización, que ya protagonizó un “apagón económico” en febrero, considera que esta jornada debe usarse para mostrar solidaridad con los más vulnerables.

Su fundador, John Schwarz, ha definido esta jornada como “el boicot más importante del año”. “¿Qué libertad estamos celebrando realmente?”, se pregunta en un vídeo que ha alcanzado gran difusión en redes sociales.

En un país profundamente polarizado, lo que antes era una fiesta nacional de unidad se ha transformado en un nuevo campo de batalla política.

Las celebraciones oficiales convivirán con marchas contestatarias, boicots económicos y vigilias por la justicia.

Este 4 de julio, más que nunca, EEUU discute el verdadero significado de su independencia.