Donald Trump en una imagen de archivo.

Donald Trump en una imagen de archivo. Reuters

América

Trump apura su último cartucho para invalidar las elecciones a 72 horas del nombramiento de Biden

A pesar de los intentos del partido republicano de anular los resultados en varios estados, el demócrata y Harris serán finalmente elegidos.

12 diciembre, 2020 02:32
Nueva York

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Los conservadores del partido republicano han cerrado filas en torno a su fallido candidato electoral y aún presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un último intento por revertir los resultados de las elecciones presidenciales.

Con apenas 72 horas de margen para que se reúna el Colegio Electoral para decidir quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca, 106 miembros del Congreso y varios fiscales generales de diversos estados han firmado una demanda en un juzgado de Texas en el que piden al Tribunal Supremo de Estados Unidos que invalide los resultados de las urnas del pasado 3 de noviembre. 

En una acción anunciada el jueves 10 de diciembre, más de la mitad de los representantes republicanos de la Cámara Baja, así como 17 fiscales generales republicanos respaldan en una demanda judicial un caso sin precedentes basado, según sus propias palabras, en las "irregularidades inconstitucionales" que han "arrojado dudas" sobre el resultado electoral del 3 de noviembre y "la integridad del sistema electoral estadounidense".

Aunque no presentan evidencias del supuesto fraude generalizado, en dicha demanda, se pide a la Corte Suprema de Estados Unidos que invalide la victoria del presidente electo Joe Biden. 

Enésimo intento

Una vez más, el presidente en funciones recurrió a Twitter para promocionar su enésimo intento de revocar los resultados electorales, diciendo que con esta demanda “¡Solo quiero evitar que el mundo se mate!... Ahora que la Administración Biden será un desastre plagado de escándalos en los próximos años, es mucho más fácil para la Corte Suprema de los Estados Unidos seguir la Constitución y hacer lo que todos saben que se debe hacer".

Este último intento de anular lo votado por los estadounidenses  –que llega después de meses de juicios fallidos, agitación social y teorías de la conspiración– ha sido recibida con resignación y un cierto grado de incredulidad en ámbitos legales y académicos.  Varios expertos en derecho electoral han compartido sus dudas de que la demanda prospere.

Es el caso, por ejemplo, de Rick Hasen, profesor de derecho en la Universidad de California en Irvine, tuiteó que "la Corte Suprema no va a anular la elección en el caso de Texas, como el presidente les ha dicho que hagan", añadiendo no obstante que “estamos en malas condiciones como país, ya que 17 estados podrían apoyar esta presentación vergonzosa y antiamericana” de Texas y su fiscal general, Ken Paxton.

En la bancada republicana también han mostrado sus reservas hacia este movimiento. Algunos de los principales fiscales estatales republicanos, que instaron a la Corte Suprema a escuchar el caso presentado por Paxton, han buscado distanciarse de las acusaciones infundadas de fraude de Trump a base de reconocer que el esfuerzo es una posibilidad remota. 

Votación histórica

El lunes 14 de diciembre, 538 electores se reunirán en el Colegio Electoral para emitir sus votos y decidir el próximo presidente del país. 

Aunque históricamente la reunión del Colegio Electoral es una formalidad a la que se presta poca atención, los esfuerzos sin precedentes de Trump para revertir las elecciones han magnificado el peso de cada cita del calendario electoral.

Hasta el punto llega la atención recibida por la votación de este lunes que varios republicanos del Senado han adelantado que será el momento en que finalmente reconocerían a Biden como presidente electo. En este sentido, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dijo el mes pasado que "el Colegio Electoral determinará al ganador".

La reunión del Colegio Electoral viene precedida por las incesables afirmaciones infundadas de fraude electoral generalizado de Trump, así como de una serie de demandas que no han prosperado. Tampoco ha logrado el presidente en funciones convencer a los legisladores estatales de Michigan, Pensilvania y Georgia para que certificaran sus propias listas independientes con electores partidarios de Trump. Todo ello significa que el lunes pondrá fin a meses de la dudosa estrategia legal del equipo de Trump.

Aunque es probable que haya protestas en algunos edificios del capitolio, y se espera seguridad adicional, el resultado de la votación del lunes debería ofrecer poco suspenso. Joe Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris serán confirmados con 306 votos electorales, superando los 232 del candidato republicano. 

Matthew Weil, director del Proyecto de Elecciones del Centro de Política Bipartidista, dijo que la votación del Colegio Electoral marca un "punto de inflexión" para Trump y su desafío electoral. Su acción pone en marcha el acto final efectivo cuando el Congreso evalúa la certificación antes de la inauguración del 20 de enero.

Con una más que posible derrota de Trump en el Colegio Electoral, el presidente y sus aliados han cambiado su enfoque, poniendo sus miras en el 6 de enero, cuando se reúne una sesión conjunta del Congreso para contar los votos electorales y certificar al ganador. Para muchos, se trata de un esfuerzo fútil, ya que el pasado 8 de diciembre la mayoría de los estados, habiendo resuelto disputas electorales, cumplieron con la fecha límite de “puerto seguro” que garantiza constitucionalmente que sus votos electorales cuenten.