Un soldado vigila en un centro de votación en Caracas

Un soldado vigila en un centro de votación en Caracas Ueslei Marcelino Reuters

América Elecciones en Venezuela

Llamadas y amenazas de despido: así vigiló el chavismo a sus adeptos

El partido de Nicolás Maduro realizó controles paralelos en los colegios electorales a través del "carné de la patria".

30 julio, 2017 22:44

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“Cualquier supervisor o manager que intente bloquear la Asamblea Constituyente o cualquier trabajador que no vote debe dejar su trabajo este mismo lunes”. Es la advertencia que los trabajadores de PDVSA, la petrolera estatal de Venezuela, han escuchado en las últimas horas del propio presidente de la compañía, Nelson Ferrer, según consta en una circular a la que ha tenido acceso Reuters.

Esta amenaza no es excepción entre los funcionarios de Venezuela, un país partido en dos y que este domingo estaba llamado a votar en unas elecciones convocadas por el chavismo para cambiar las reglas de juego y diseñar una nueva Constitución a la medida de su presidente, Nicolás Maduro.

Los trabajadores públicos del país han recibido frecuentes llamadas de presión de sus jefes y amenazas de despido para asegurar que votaban a favor del aparato del Gobierno en estas elecciones, con las que en teoría Maduro puede desactivar el poder del Parlamento, controlado por la oposición desde 2015.

Algunos de los propios funcionarios presionados han denunciado estas tácticas en las redes sociales anunciando que no acudirían a la cita con las urnas. “Estamos cansados de trabajar y trabajar y ni siquiera ser capaces de ahorrar, no podemos ni arreglar nuestros coches ni irnos de vacaciones. Pero estamos preparados para asumir las consecuencias de no votar”, comentaba el director de una escuela pública.

Otros, aludiendo a esa misma y frágil situación económica, sí han acudido a las urnas. “Mi madre está enferma, mi mujer está embarazada, si pierdo mi trabajo será mucho peor. Necesito ir a votar”, confesaba un trabajador de la empresa pública de metalurgia Sidor a la agencia Reuters.

Controles paralelos en los colegios electorales

El férreo control chavista llegaba hasta los propios colegios electorales. A pocos metros de las mesas de votación el chavismo gobernante en Venezuela vigiló mediante un sofisticado sistema digital la fidelidad de sus adeptos, al menos de quienes acuden a las urnas.

El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), desde toldos rojos que fueron instalados en los alrededores y a veces dentro de los centros de votación, llevó un control de los ciudadanos que participan, y que es paralelo a los registros del Consejo Nacional Electoral (CNE).

La agencia Efe ha constatado la puesta en marcha de estos "puntos rojos" dentro y fuera de una decena de centros ubicados en el oeste de Caracas, un territorio tradicionalmente chavista y que ha acudido a las urnas por decenas, a diferencia del este capitalino donde la oposición es mayoría y no se observaron colas para votar.

El sistema es conocido en el país caribeño como el "carné de la patria" y fue creado a principios de año por el presidente, Nicolás Maduro, para llevar un registro de las necesidades socioeconómicas de los inscritos -unos 15 millones según el Gobierno- y de los beneficios que han recibido de la llamada revolución bolivariana.

Maduro, el principal impulsor de los comicios, pidió a sus simpatizantes pasar por los puntos rojos después de votar para pasar por escáner el código QR (de respuesta rápida según sus siglas en inglés) que está inserto en los carnés y así saber quiénes respaldaron su propuesta de modificar la constitución.

El 'carné de la patria' de Maduro

Mayeli Sanz, portavoz del PSUV en la localidad de Mamera, explicó que el punto rojo de esa zona empezó a funcionar a la misma hora que el centro electoral y se ubicó justo enfrente para atraer a los votantes después de que estos pasen por las urnas.

Dijo además que los chavistas que operaban en este lugar estaban "debidamente autorizados" para orientar a los electores sobre cómo votar y por quién.

Maduro fue el primer votante de la jornada y también el primero en someter su carné al software de escáner que instalaron en sus teléfonos inteligentes miles de personas al servicio del partido de gobierno.

Sin embargo, el canal estatal VTV mostró que el documento del mandatario arrojó un error que decía "la persona no existe o el carné fue anulado", lo que generó una estampida de burlas y conjeturas de la oposición venezolana y de los internautas en las redes sociales.