El coronel Michael Randrianirina, en el centro, es el nuevo presidente de Madagascar.

El coronel Michael Randrianirina, en el centro, es el nuevo presidente de Madagascar. Zo Andrianjafy Reuters

África

Los militares rebeldes de Madagascar consuman el golpe de Estado colocando a un coronel como nuevo presidente

Michael Randrianirina promete la "refundación" de la isla africana después de suprimir la Constitución y tomar el poder por la fuerza.

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D. B.
Agencias
Publicada

Las claves

El coronel Michael Randrianirina lidera el golpe de Estado en Madagascar y es investido como presidente para la refundación del país.

El golpe se realizó en respuesta a las protestas populares y la crisis política, derrocando al presidente Andry Rajoelina, quien huyó del país.

La comunidad internacional, incluyendo la Unión Africana y la SADC, condena el golpe militar y expresa preocupación por la estabilidad en Madagascar.

Se planea la creación de un consejo de transición compuesto por fuerzas armadas y civiles para reconstruir el país y realizar un referéndum constitucional.

El líder del golpe de Estado perpetrado este martes en Madagascar, coronel Michael Randrianirina, fue investido este viernes como "presidente para la refundación de la República de Madagascar".

Sin el uniforme militar y vestido con un traje oscuro, corbata azul y camisa blanca, Randrianirina juró el cargo durante una ceremonia en la sede del Alto Tribunal Constitucional en la capital, Antananarivo.

El coronel es el líder del Cuerpo de Administración de Personal y Servicios del Ejército de Tierra (CAPSAT), la poderosa unidad militar de élite que derrocó el pasado martes al presidente Andry Rajoelina, quien anunció su huida del país con la ayuda de Francia.

El coronel Michael Randrianirina durante la ceremonia de investidura como presidente de Madagascar.

El coronel Michael Randrianirina durante la ceremonia de investidura como presidente de Madagascar. Siphiwe Sibeko Reuters

Randrianirina anunció el martes, desde el Palacio Ambotsirohitra, sede de la Presidencia en la capital, la supresión de la Constitución y la toma del poder en respuesta a la grave crisis generada por las protestas populares desde el pasado 25 de septiembre.

El golpe de Estado derrocó a Rajoelina, huido del país, pero que aún se resistía a presentar la dimisión que demandaban las protestas impulsadas por la Generación Z.

Randrianirina adelantó que se creará un consejo compuesto por el Ejército, la Gendarmería y la Policía Nacional, al que se podrán incorporar civiles, que dispondrá de un plazo máximo de dos años para "reconstruir los cimientos de la nación". Asimismo, aseguró que, dentro de ese proceso de transición, "se celebrará un referéndum constitucional".

Alarma por el golpe

El golpe ha sido recibido con júbilo por los manifestantes, pero la comunidad internacional ha condenado el levantamiento militar. La Unión Africana (UA) suspendió este miércoles a Madagascar de todas las actividades de la organización hasta que restaure el orden constitucional.

Asimismo, la Comunidad de Desarrollo del África Meridional (SADC), bloque regional integrado por 16 países, expresó su "alarma" ante el golpe, que tildó de "grave amenaza" para la paz, la estabilidad y el orden democrático de este país insular del sudeste de África.

Madagascar atraviesa una profunda crisis desde el 25 de septiembre, cuando estallaron masivas protestas impulsadas por jóvenes de la Generación Z indignados por los constantes cortes de electricidad y agua.

Una imagen de las protestas en Antananarivo la semana pasada.

Una imagen de las protestas en Antananarivo la semana pasada. Siphiwe Sibeko Reuters

Las movilizaciones evolucionaron hacia un movimiento antigubernamental que reclamaba la dimisión de Rajoelina, acusado de corrupción, nepotismo y malversación de fondos públicos, y que se resistía a abandonar el poder pese a la presión en las calles.

Antes de la asonada del martes, Madagascar había experimentado tres golpes de Estado desde su independencia de Francia: 1972, 1975 y 2009. El CAPSAT ya participó en el golpe de 2009, que derribó al entonces presidente, Marc Ravalomanana, y permitió llegar por primera vez al poder a Rajoelina.