Ibrahim Mahamadou, conocido como “Bakura”.

Ibrahim Mahamadou, conocido como “Bakura”. X

África SAHEL

Marruecos presume de colaborar con Níger para localizar y liquidar al líder de Boko Haram "Bakura" en Chad

Rabat atribuye a su inteligencia un papel clave, pero la versión de Níger no lo confirma plenamente y persisten dudas sobre la muerte de “Bakura”.

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El ejército de Níger anunció la muerte de Ibrahim Mahamadou, alias “Bakura”, uno de los principales líderes de Boko Haram, en un ataque aéreo llevado a cabo el pasado 15 de agosto en la cuenca del lago Chad.

Según la versión oficial difundida en la televisión estatal, la operación eliminó a decenas de combatientes y a varios dirigentes del grupo yihadista.

Bakura, de unos 45 años, habría sido seguido durante semanas antes del golpe militar.

La versión marroquí

Medios afines al Gobierno de Rabat, como Morocco World News, aseguraron que los servicios secretos marroquíes desempeñaron un papel crucial en la localización del líder terrorista.

Según esta versión, la inteligencia facilitada por Marruecos permitió ejecutar lo que califican de "operación quirúrgica" en la región de Diffa, en el sureste de Níger.

El medio marroquí subraya que la operación constituye un hito en la cooperación antiterrorista de Rabat con países del Sahel y refleja su creciente influencia en la seguridad de África occidental.

Marruecos, que asegura haber desmantelado más de 200 células y detenido a 3.500 sospechosos en dos décadas, busca consolidarse como socio indispensable frente a las insurgencias de la región.

Lo que dice Níger

En su comunicación oficial, el ejército nigerino no mencionó directamente la implicación de Marruecos.

Limitó sus declaraciones a confirmar el bombardeo, que mató a “docenas de terroristas” el 15 de agosto, como recoge Associated Press.

Bakura era considerado uno de los jefes más temidos del grupo, con vínculos en múltiples ataques en Nigeria, Camerún y Níger.

La diferencia de énfasis entre ambas narrativas es significativa: mientras Rabat presenta la operación como ejemplo de su papel central en la lucha antiterrorista regional, Níger pone el foco en la acción de sus propias fuerzas armadas.

Un historial sangriento

Bakura se había convertido en uno de los principales rostros de Boko Haram tras la muerte en 2021 de Abubakar Shekau, líder histórico del grupo, reportado muerto en varias ocasiones antes de confirmarse su fallecimiento.

Bakura asumió el mando en 2022 de una de las facciones rivales de la rama vinculada al Estado Islámico (ISWAP).

Entre los crímenes atribuidos a Bakura figuran el secuestro de más de 300 estudiantes en Kuriga, Nigeria, en marzo de 2024, y la coordinación de ataques suicidas contra civiles y ofensivas contra posiciones militares en varios países de la región.

Escepticismo internacional

Expertos en seguridad advierten de que la muerte de Bakura debe tomarse con cautela.

Wassim Nasr, especialista del Soufan Center, recordó que el cabecilla ya había sido dado por muerto en al menos tres ocasiones previas y que las autoridades carecen de medios para verificar de forma independiente lo ocurrido en áreas remotas como el lago Chad.

El propio Boko Haram ha negado la información, una reacción habitual en estos casos, destinada a mantener la cohesión y la moral de sus seguidores.

Una victoria simbólica

Más allá de la incertidumbre sobre la veracidad de su muerte, el anuncio ya está teniendo impacto político.

Para la junta militar de Níger, acosada por la violencia y las críticas a su eficacia, se trata de un golpe de efecto.

Para Marruecos, la operación refuerza la narrativa de que su inteligencia es clave en la lucha contra el yihadismo en África, consolidando su papel de socio estratégico para Europa y EEUU.

La verdadera incógnita es si la eliminación de Bakura -confirmada o no- debilitará de forma duradera a Boko Haram o si el grupo volverá a reorganizarse, como ha ocurrido tras la pérdida de otros líderes.

En cualquier caso, el episodio refleja tanto la fragilidad del Sahel como la pugna de distintos actores por capitalizar políticamente cada golpe al terrorismo.