Burhan, presidente de Sudán, en una parada militar de 2023.

Burhan, presidente de Sudán, en una parada militar de 2023. Ibrahim Mohammed Ishak Reuters

África

Al-Burhan, presidente de Sudán: "Libramos una guerra contra una de las mayores conspiraciones internacionales"

Esta es su primera entrevista a un medio escrito desde el inicio del conflicto en este país africano. Aquí habla sobre la guerra, la reconstrucción del país y el papel de la comunidad internacional.

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La tercera guerra civil sudanesa estalló el 15 de abril de 2023, tras el fracaso del golpe de Estado liderado por Mohamed Hamdan Dagalo contra el general Abdel Fattah al-Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición. Aunque el número exacto de víctimas sigue siendo desconocido, estudios recientes estiman que solo en Jartum podrían haber muerto unas 61.000 personas en estos dos últimos años, y que aproximadamente 12 millones de civiles han sido desplazados de sus hogares.

Según el Programa Mundial de Alimentos (WFP), 24,6 millones de personas —casi la mitad de la población— padecen inseguridad alimentaria aguda.

Se trata de una de las mayores catástrofes humanitarias de nuestro tiempo. Tras casi dos años de intensos combates, las fuerzas leales a Al-Burhan lograron recuperar el control completo de Jartum y empujar a Dagalo, también conocido como Hemedti, hacia el oeste del país. Con la mirada puesta en la reconstrucción de Sudán, el presidente sudanés viajó en junio a Sevilla con motivo de la Cuarta Conferencia Internacional de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo. Y fue allí donde EL ESPAÑOL obtuvo la primera entrevista escrita que ha concedido Al-Burhan desde el inicio del conflicto.

Sin embargo, conviene recordar que el camino de Al-Burhan también ha estado marcado por sanciones internacionales.

El 16 de enero de 2025, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo incluyó en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) bajo la orden ejecutiva 14098, por considerarle responsable de ataques letales contra civiles, bombardeos a infraestructura protegida —escuelas, hospitales y mercados— y restricciones deliberadas al acceso humanitario, incluso mediante la denegación de alimentos como arma de guerra. Estados Unidos le acusó además de obstaculizar los esfuerzos de paz y de socavar la transición democrática del país.

El gobierno de Sudán calificó esta medida de "injusta" y "desprovista de objetividad", alegando que fue adoptada en un momento en que Al-Burhan consolidaba victorias militares y defendía al pueblo de lo que denominan "milicias genocidas" por las masacres sistemáticas que ejercen las fuerzas de Hemedti en las zonas donde actúa.

En su réplica, el propio general afirmó que ni siquiera había leído la decisión, al no disponer de cuentas bancarias ni bienes en Estados Unidos, y declaró que las sanciones no le afectan.

Crisis del hambre en Sudán del Sur.

Crisis del hambre en Sudán del Sur. World Vision

Aun reconociendo su control militar sobre la capital, esta entrevista debe incluir cierta presión crítica. Burhan aún no ha mostrado voluntad de comprometerse con un diálogo político inclusivo, ni se ha ofrecido a cooperar plenamente con investigaciones internacionales sobre posibles crímenes de guerra, especialmente tras los informes que apuntan al uso de armas químicas en zonas rurales en 2024, hecho que derivó en nuevas sanciones estadounidenses en junio de 2025, con restricciones a exportaciones y líneas de crédito gubernamental.

Este es el marco en que situamos nuestra conversación: un hombre que dice encarnar la restauración nacional, pero que afronta serias acusaciones sobre su conducta en la guerra más devastadora del país en décadas.

Señor presidente, ¿qué tipo de líder necesita Sudán?

Entre las cualidades de los líderes está el sentido de la responsabilidad nacional, la capacidad de tomar decisiones, el coraje, poner a la patria como prioridad, preservar sus bienes y hacer frente a todas las conspiraciones y amenazas que enfrenta el país. También deben actuar con determinación para lograr la seguridad y la estabilidad, y responder a las aspiraciones del pueblo, trazando visiones y direcciones estratégicas que permitan a Sudán situarse entre las naciones desarrolladas.

Cuando se escriba la historia de Sudán, ¿cómo le gustaría que se le recordara?

Cuando la historia escriba sobre los líderes, dirá que libramos una guerra sin precedentes en la historia contra la mayor conspiración internacional que ha enfrentado Sudán, y que salimos victoriosos, conduciendo el país hacia una nueva etapa marcada por la seguridad, la estabilidad, la paz y el desarrollo. Asimismo, el líder exitoso se caracteriza por muchas cualidades éticas, como la integridad, la justicia y la transparencia.

Tras el reciente cambio en el control de Jartum, ¿cómo evalúa esta nueva fase del conflicto?

Las Fuerzas Armadas sudanesas, junto con las fuerzas que las apoyan y el pueblo sudanés, han recuperado el control de la capital, Jartum, y de algunas ciudades del país de manos de la milicia rebelde, lo que requiere establecer una visión para llevar al país hacia una nueva etapa, completando la transición democrática nombrando un primer ministro civil y un gobierno civil que contribuyan a la estabilidad del país. Partiendo de nuestro compromiso con la paz y la seguridad sostenibles en la región de Darfur, hemos aceptado un alto el fuego humanitario para permitir la entrega de ayuda humanitaria a Al-Fashir, cuyos habitantes han resistido bajo el asedio y la destrucción.

¿Cuáles son los pasos prioritarios para dar estabilidad a Darfur y garantizar su seguridad?

Nuestras prioridades en la región, junto a sus componentes nacionales que no están vinculados a la milicia terrorista, consisten en lograr la paz, la seguridad y la estabilidad; acabar con la rebelión; trabajar para que los desplazados y refugiados regresen a sus aldeas; imponer la autoridad estatal; y empezar con la reconstrucción. Hacemos un llamamiento a la milicia terrorista para que implemente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y levante el asedio sobre la ciudad de Al-Fashir. Las Fuerzas Armadas, con el apoyo de sus aliados, fuerzas conjuntas, resistencia y otras entidades de soporte, son capaces de vencer a la milicia terrorista del clan Dagalo.

"Hay Estados y actores externos con ambiciones coloniales que buscan vengarse de Sudán"

Emiratos Árabes Unidos respalda ya de manera abierta a las Fuerzas de Apoyo Rápido. ¿Cuál es su análisis sobre la intervención extranjera en el conflicto, y qué intereses están en juego?

Rechazamos cualquier tipo de injerencia regional o internacional en los asuntos internos de Sudán. Nuestros problemas deben resolverse mediante el diálogo entre sudaneses con el propósito de acabar con las causas de los conflictos crónicos y que no se impongan soluciones insostenibles.
Nuestras relaciones exteriores se basarán en la posición de los países respecto a esta guerra. Hay Estados y actores externos que buscan vengarse de Sudán y de su soberanía, además de tener ambiciones coloniales. Algunos de estos países han estado apoyando a la milicia del clan Dagalo.
Hemos logrado grandes victorias a todos los niveles, gracias a la determinación de nuestras Fuerzas Armadas, las fuerzas aliadas y las movilizaciones del pueblo sudanés. La guerra en Sudán está afectando de manera negativa a la seguridad del continente africano.

Hay millones de desplazados, ¿cuáles son las medidas más urgentes para proteger a la población civil?

La guerra ha generado efectos negativos devastadores a diversos niveles, provocando el desplazamiento de millones de personas dentro y fuera del país, y ha agravado la situación humanitaria y deteriorado las condiciones sanitarias. Además, el conflicto ha impactado profundamente en la situación general del país. El gobierno sudanés ha adoptado diversas medidas para proteger a la población civil durante esta guerra, incluyendo la creación de mecanismos nacionales para su protección.

Muchos sudaneses en la diáspora expresan su confusión ante las distintas versiones sobre los acontecimientos. ¿Cómo puede su Gobierno mejorar la transparencia y la comunicación con ellos?

Los sudaneses en la diáspora están profundamente comprometidos con todas las cuestiones que afectan a la patria; demostrando una gran implicación y un gran apoyo a sus Fuerzas Armadas frente a estos criminales asesinos. Nuestro país atraviesa actualmente una guerra injusta, iniciada por las milicias rebeldes y terroristas de las Fuerzas de Apoyo Rápido contra el Estado y sus instituciones. Desde el gobierno, mantenemos una comunicación constante con nuestros ciudadanos en el exterior y compartimos su sufrimiento, así como el de sus familias. Trabajamos para transmitirles la verdad con total honestidad y transparencia.

Esta milicia rebelde ha atacado principalmente a civiles y ha cometido atrocidades contra ellos. Sin embargo, gracias a los sacrificios de nuestras Fuerzas Armadas, de las fuerzas que las respaldan y de la resistencia popular, hemos logrado repeler esta agresión. Esto ha sido posible gracias a la unidad y solidaridad de todos los sudaneses, dentro y fuera del país, junto a su ejército, en cumplimiento del lema: un único ejército, un único pueblo.

¿Cómo imagina usted el Sudán que desean construir dentro de diez años? ¿Cuál es su visión del país después de la guerra?

La visión del Gobierno sudanés (el "Gobierno de la Esperanza") para la etapa posterior a la guerra gira en torno a lograr la estabilidad, siendo la seguridad el camino fundamental hacia ello, poniendo el foco en construir un Estado civil y democrático. Sudán entrará en una nueva etapa tras el nombramiento de un nuevo primer ministro con amplias competencias, quien formará un gobierno nacional compuesto por personas cualificadas que llevarán al país hacia un puerto seguro, logrando seguridad, estabilidad y desarrollo, y satisfaciendo las aspiraciones del pueblo sudanés. El Sudán que deseamos construir es una patria libre de conflictos y guerras, un país unificado, próspero y con un papel de liderazgo en la región.

Como periodista español, reconozco con humildad que desconozco muchos detalles sobre la realidad de Sudán. Me gustaría que me dijera qué aspectos considera usted que los españoles deberían conocer sobre su país para comprenderlo mejor.

Expresamos nuestro profundo aprecio por el nivel de las relaciones bilaterales entre Sudán y España, y aspiramos a desarrollarlas y fortalecer los ámbitos de cooperación conjunta en beneficio de ambos países. Nuestro agradecimiento se extiende a Su Majestad el Rey de España, Felipe VI, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al embajador de España en Sudán, Isidro Antonio González Afonso. Valoramos el interés de España en contribuir a la reconstrucción, en proyectos de seguridad humana, en cuestiones humanitarias y en proveer a la población desplazada y refugiada, las necesidades básicas para su regreso. El futuro de las relaciones entre ambos países es prometedor y servirá para lograr intereses compartidos.