El primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, y el primer ministro de Marruecos, Aziz Akhannouch.

El primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, y el primer ministro de Marruecos, Aziz Akhannouch. @ChefGov_ma

África

Los servicios de seguridad belgas establecerán un oficial de enlace de la inteligencia en Marruecos

Facilitará el intercambio de información crucial y sensible, sobre todo en relación con la migración irregular, el terrorismo y el extremismo.

22 abril, 2024 03:18

El reciente viaje de una comitiva gubernamental belga a Rabat está dando sus frutos, después de que haya reiterado su apoyo al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental. De tal modo que, tras los Estados Unidos, los servicios de seguridad de Bélgica establecerán un oficial de enlace de la inteligencia en Marruecos el próximo verano, según ha adelantado la revista Maghreb Intelligence, especializada en seguridad e inteligencia económica.

La presencia directa de un representante de los servicios secretos belgas en Marruecos facilitará el intercambio de información crucial y sensible, sobre todo en relación con la migración irregular, el terrorismo y el extremismo. De este modo, el funcionario de enlace del Servicio Civil de Información (VSSE) podrá recibir datos cruciales de los servicios de seguridad marroquíes sobre los casos que afecten a Bélgica.

Se trata del servicio de inteligencia interior en Bruselas, dedicado a buscar, analizar y procesar información relacionada con cualquier actividad que amenace o pueda amenazar la seguridad interna belga y la sostenibilidad del orden democrático y constitucional, la seguridad externa del Estado y las relaciones internacionales, y el potencial científico o económico.

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Cuenta con 627 agentes, según datos de 2018, divididos entre secciones operativas, servicios de análisis y servicios de soporte. Entre sus funciones principales destacan: el espionaje, luchar contra el terrorismo y el extremismo.

La designación del oficial de enlace en Marruecos se produce tras la visita de trabajo a Rabat del 14 al 16 de abril de una delegación belga de altos cargos, encabezada por el primer ministro Alexander De Croo, en el marco de la III Comisión Mixta de Asociación Marruecos-Bélgica. "Nuestro objetivo es claro: fortalecer las relaciones económicas, energéticas, de seguridad y migratorias", afirmó De Croo en su cuenta de X.

Trabajar junto a Rabat y acelerar la cooperación es el objetivo de Bruselas. "La visita a Marruecos es el comienzo de algo muy prometedor y muy hermoso (...) Juntos somos fuertes. Soy muy optimista sobre el futuro de la cooperación entre los dos países", concluyó De Croo.

Cooperación policial

Bruselas busca el control de la migración irregular, porque después de los europeos, los marroquíes son la nacionalidad de migrantes más numerosa en Bélgica, y porque tienen decenas de ciudadanos en cárceles por delitos como tráfico de drogas, lo que produce hacinamiento.

Asimismo, ambas fiscalías mantienen, y quieren reforzar, la cooperación para luchar contra las amenazas a la seguridad nacional e internacional. De esta manera, los dos jefes de Gobierno acogieron con satisfacción la cooperación policial y afirmaron su deseo de desarrollarla aún más, incluso mediante el establecimiento de una estructura de cooperación regular.

"Este encuentro fue una oportunidad para firmar numerosos mecanismos de cooperación entre Marruecos y Bélgica para establecer asociaciones concretas", afirmó el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch.

Reconocimiento del Sáhara

Todo esto es posible ya que, en la declaración conjunta tras el encuentro bilateral, quedó reflejado el apoyo de Bélgica al plan de autonomía marroquí como “una buena base” para una solución aceptada por las partes.

Al respecto, De Croo reiteró "el apoyo de Bélgica al proceso liderado por las Naciones Unidas para lograr una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable para las partes", según el documento.

En esta ocasión, ambas partes coinciden en "la exclusividad de la ONU en el proceso político y reafirman su apoyo a la resolución 2703 (2023) del Consejo de Seguridad de la ONU, que destacó el papel y la responsabilidad de las partes en la búsqueda de una solución realista, pragmática y duradera", añade la misma fuente.

En el pasado, las relaciones entre ambos países han sufrido altibajos, sobre todo tras los atentados terroristas de Bruselas y los debates en torno al Pacto de Marrakech sobre Migración de la ONU. A pesar de estas tensiones, los esfuerzos diplomáticos realizados desde noviembre pasado por Bélgica, en particular por el primer ministro Alexander De Croo y el ministro de Justicia, Paul Van Tigchelt, han contribuido a reavivar el diálogo.

Reunión de Defensa en Rabat

De hecho, el pasado mes de febrero, el teniente general, inspector general de las Fuerzas Armadas Reales Marroquíes (FAR) y comandante de la Zona Sur, Mohamed Berrid, recibió en la sede del Estado Mayor de las FAR, al almirante Michel Hofman, jefe de la Defensa belga, por instrucciones del rey Mohamed VI.

Las conversaciones se centraron en la cooperación militar entre las FAR y el ejército belga, en el contexto de "una sólida asociación bilateral que continúa intensificándose y evolucionando", aseguró el Estado Mayor de las FAR en un comunicado de prensa.

La cooperación ya existía, en particular en los ámbitos de la formación y la capacitación, pero hay "una voluntad de trabajar para promoverla aún más para poder afrontar los desafíos comunes", según el mismo documento.

Las relaciones militares entre Marruecos y Bélgica se rigen por el acuerdo de cooperación firmado en 1992 y por otro convenio técnico de 1998. Abarcan los ámbitos de la formación, el intercambio de experiencias y conocimientos y los ejercicios, además del patrimonio y la historia militares. Cada año, la comisión militar conjunta, que se reúne alternativamente en Rabat y Bruselas, revisa los resultados de las actividades de cooperación y decide el programa del año siguiente.