Un soldado en Burkina Faso, tras un atentado yihadista.

Un soldado en Burkina Faso, tras un atentado yihadista.

África

El Sahel, epicentro del terrorismo: las muertes por atentados aumentan un 2.000% en sólo 15 años

En 2022 se produjeron en esta zona más muertes por terrorismo que en el sur de Asia y Oriente Próximo y Norte de África juntos.

8 abril, 2023 02:44

El Sahel se ha convertido en el epicentro del terrorismo, una región con un notable deterioro que va en aumento, según un informe del Instituto para la Economía y la Paz (IEP). En 2022, se registraron en este área del continente africano más muertes por terrorismo que el sur de Asia, Oriente Medio y Norte de África juntos.

Las muertes por atentados terroristas en el Sahel aumentaron un 2.000% en los últimos 15 años, con 22.074 personas muertas en 6.408 atentados terroristas, según este estudio. Sin embargo, en el ámbito mundial el número total de muertes ha descendido casi un 9%, pasando de 7.328 a 6.701 fallecidos en 2021.

De esta manera, las muertes en el Sahel constituyen el 43% del total mundial, frente a sólo el 1% en 2007. Son especialmente preocupantes dos países, Burkina Faso y Mali, que representaron el 73% de las muertes por terrorismo en esta región en 2022 y el 52% de todas las muertes por terrorismo en el África subsahariana.

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Además, cuatro de los 10 países del Sahel se encuentran entre los 10 peor clasificados en el Índice Global de Terrorismo (GTI). Los gobiernos de los Estados más afectados por el terrorismo han sufrido múltiples golpes e intentos de golpe de Estado.

Burkina Faso lidera el ranking al registrar el mayor número de muertes en 2022. Es la primera vez que se convierte en el país más mortífero, sustituyendo a Afganistán, que había ocupado este puesto durante los cuatro años anteriores. El país africano fue responsable del 17% de todas las muertes por terrorismo en el mundo, un aumento significativo desde 2021, cuando el país representó el 10% del total mundial.

Un militar español instruye a uno maliense en la lucha contra el yihadismo.

Un militar español instruye a uno maliense en la lucha contra el yihadismo. ET

La escalada de violencia en Burkina Faso también se ha extendido a países vecinos, como Togo y Benín, registrando sus peores puntuaciones del Índice Global de Terrorismo de la historia. De hecho, las regiones cercanas a las fronteras con Níger, Benín y Mali contabilizan el 71% de todos los atentados en 2022.

El estudio concluye que "el Sahel se está convirtiendo rápidamente en un escenario crítico de la competencia geopolítica mundial entre Rusia y Occidente" y que "la violencia contra la población civil está aumentando en Malí tras la salida de las fuerzas francesas".

Atentados más mortíferos

Este documento, que analiza el impacto del terrorismo en 163 países, el 99,7% de la población mundial, considera que el aumento de la violencia en esta zona de África no muestra signos de remitir. Los atentados terroristas se han vuelto más mortíferos y se han concentrado más, con 119 países que no registran víctimas mortales, la cifra más alta desde 2007.

"La región del Sahel se enfrenta a los efectos del aumento de la inestabilidad política, la intensificación de las tensiones geopolíticas y el uso de duras medidas antiterroristas para disuadir y destruir la creciente amenaza de los grupos salafistas y yihadistas", detalla el informe. Igualmente, tiene por delante numerosos y complejos retos sociales, económicos, políticos y de seguridad. "Es probable que éstos sigan socavando las condiciones necesarias para la paz positiva, atrapando al Sahel en un ciclo de violencia y vulnerabilidad", asegura.

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La incapacidad de varios gobiernos sahelianos para proporcionar una seguridad efectiva ha animado a los grupos terroristas a continuar sus actividades controlando el territorio y haciendo que el Sahel sea cada vez más violento. "Los salafistas yihadistas y los bandidos han tratado de explotar los vacíos socioeconómicos y políticos", determina el informe.

Los factores subyacentes son complejos y sistémicos, e incluyen la mala utilización del agua, la falta de alimentos, la polarización étnica, el fuerte crecimiento de la población, las intervenciones externas, la competencia geopolítica, los conflictos, el crecimiento de la ideología salafista y la debilidad de los gobiernos. La mayor parte de la actividad terrorista se produce a lo largo de las fronteras, donde el control gubernamental es más débil.

Combatientes del MNLA.

Combatientes del MNLA. Wikimedia

Muchas organizaciones criminales se presentan cada vez más como insurgentes islámicos, lo que explica en parte los atentados atribuidos a yihadistas desconocidos. En todo caso, tanto Estado Islámico como el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), coalición afín a Al Qaeda, operan en estos países. "El Estado Islámico sustituye a los talibanes como el grupo terrorista más mortífero del mundo en 2021, con 15 muertos por atentado en Níger", mantiene el informe.

Además, detalla que los civiles son, por cuarto año consecutivo, el objetivo de los terroristas, con 642 muertes. Es decir, más del 57% de los muertos son ciudadanos. Supone un aumento del 29% en comparación con 2021, cuando 497 civiles perdieron la vida.

Menos atentados en Occidente

A pesar de que en el Sahel se ha registrado el incremento más pronunciado de muertes por terrorismo, en el resto del África subsahariana también se registran aumentos constantes. Las muertes por terrorismo han pasado de 472 en 2013 a 1.159 en 2022. Los países con mayor subida de la actividad terrorista son Mozambique y Somalia.

Somalia, Mali y Siria ocupan el tercer, cuarto y quinto puesto, respectivamente, de los países más afectados por el terrorismo. Pakistán, Irak, Nigeria, Birmania y Níger también figuran entre los países azotados por esta lacra. Sin embargo, el informe constata una disminución del número de atentados terroristas por primera vez desde 2019. El descenso es del 28% respecto a 2021, pasando de 5.463 a 3.955 atentados.

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La región MENA contabilizó 791 muertes en 2022, un descenso del 32% y la cifra más baja en la región desde 2013. Los atentados se redujeron casi a la mitad en el último año, pasando de 1.331 en 2021 a 695 en 2022.

Igualmente, se ha producido un declive sustancial de los atentados suicidas en Oriente Medio y Norte de África. En 2016, los atentados suicidas causaron 1.947 muertes, mientras que, en 2022, Oriente Medio y Norte de África solo registraron seis atentados suicidas en los que murieron ocho personas.

Soldados franceses de la operación Barkhane, antes de su salida de Mali.

Soldados franceses de la operación Barkhane, antes de su salida de Mali. Reuters

En Occidente, se ha reducido significativamente, con una caída de los atentados del 68%, con el nivel más bajo desde 2012 en Estados Unidos. Los atentados por motivos políticos han superado a los religiosos, que han bajado un 82%. Según el informe, "hubo cinco veces más atentados políticos que religiosos".