Mark Carney, un solvente economista para que Canadá sobreviva a la tormenta arancelaria de Donald Trump

Mark Carney, un solvente economista para que Canadá sobreviva a la tormenta arancelaria de Donald Trump

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Mark Carney, un solvente economista para que Canadá sobreviva a la tormenta arancelaria de Donald Trump

Los liberales canadienses apuestan por un perfil técnico para lidiar con las amenazas de EEUU a la soberanía y la economía de su vecino norteamericano.

Más información: El economista Mark Carney, nuevo primer ministro de Canadá tras elegirlo su partido para sustituir a Justin Trudeau

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Recoger el testigo de Justin Trudeau tras nueve años de estabilidad truncada y hacer frente a la amenaza de guerra comercial con Estados Unidos es un reto mayúsculo. El Partido Liberal ha elegido un perfil técnico para esta empresa al convertir al economista Mark Carney (Forth Smith, Canadá, 59 añosen su nuevo líder este domingo.

Sin experiencia política, sus años como gobernador del Banco de Canadá (2008-2013) y el de Inglaterra (2013-2018) le han valido para granjearse el apoyo de la militancia por delante de Chrystia Freeland, candidata continuista y figura clave del gobierno de Trudeau hasta su dimisión.

De vocación centrista, rígido en su disciplina de gasto y con la promesa de revitalizar la maltrecha economía canadiense y la dificultad de acceso a la vivienda en el país, Carney deberá lidiar con Donald Trump y potenciar su popularidad de cara a las elecciones federales que Canadá ha de celebrar, como mucho, en los próximos meses.

Carney cuenta con una brillante trayectoria académica en las universidades de Harvard y Oxford, donde se especializó en economía. También trabajó trece años en diversas sedes de Goldman Sachs, como Tokio, Londres o Nueva York.

En 2008 fue nombrado gobernador del Banco de Canadá, donde desempeñó un destacado papel durante la crisis financiera que sacudió al mundo durante años. En 2013, su buena gestión le valió para convertirse en el primer gobernador extranjero del Banco de Inglaterra, donde permaneció hasta 2018.

Durante su etapa en un Reino Unido sumido en el debate del brexit, advirtió sobre los riesgos de salir de la UE y provocó las críticas de los conservadores británicos, que lo acusaron de "politizar" una institución independiente como la banca estatal. No obstante, tras la victoria del "sí" en el referéndum del brexit, las decisiones de Carney fueron clave para evitar que la economía británica entrase en recesión durante los meses inmediatos a la salida del espacio comunitario.

Su experiencia a la hora de gestionar crisis y sus conocimientos económicos le valieron el apodo de "estrella de rock de la banca" y son hoy sus principales argumentos políticos, sobre todo si se tiene en cuenta que su llegada al poder coincide con un contexto en el que Canadá se enfrenta a la amenaza de una guerra comercial con EEUU.

Donald Trump impuso un arancel del 25% a las importaciones canadienses desde el pasado 4 de marzo, aunque dos días después suspendió las tarifas sobre los principales bienes incluidos en el tratado T-MEC hasta el 2 de abril.

El presidente estadounidense también desafió la soberanía canadiense nada más llegar la Casa Blanca al afirmar que el país norteamericano debería convertirse en el estado número 51 de EEUU.

Durante los actos y debates de campaña, Carney ha prometido dar respuesta a las amenazas arancelarias de Trump, atajar la inflación y mejorar la productividad de su economía.

Otra de sus promesas tiene que ver con los problemas de acceso a la vivienda a los que se enfrentan los canadienses, llegando a prometer un plan para construir cuatro nuevos millones de hogares.

Energía verde

La energía verde y la transición energética son otras de sus grandes apuestas, algo por lo que ya se destacaba antes de dar el salto a la política.

Tanto durante su etapa como gobernador de los bancos de Inglaterra y Canadá como después, Carney ha defendido la idea de que los mercados financieros han de tomarse en serio la crisis climática de forma urgente.

También se ha mostrado crítico con la deriva del capitalismo financiero por haber perdido de vista las necesidades de la sociedad y considera que los políticos y los mercados pierden de vista el calentamiento global por su mirada "cortoplacista".

Fin de la era Trudeau

Trudeau anunció su retirada de la vida política el pasado 6 de enero tras nueve años como premier después de una fuerte pérdida de popularidad y de luchas internas en su ejecutivo, aunque ha dado unos meses de margen para que su partido pudiera elegir un nuevo dirigente.

Elecciones en el horizonte

Independientemente del nombre del nuevo primer ministro, el Partido Liberal gobierna en minoría y la intención de la oposición es acelerar el proceso para celebrar elecciones, algo que podria suceder en los próximos meses, o incluso, semanas si el sucesor de Trudeau decide adelantar los comicios.

Carney no tiene experiencia en política, uno de sus grandes debes, y no cuenta con escaño en el Parlamento, por lo que dejó caer en campaña que no tardaría en llamar a las urnas en caso de ser elegido.

La amenaza de guerra comercial con Trump podría ser una coyuntura explotada por Carney para erigirse como el líder necesario para aportar estabilidad y confianza en un momento de turbulencias. 

Hasta que se concrete el adelanto, los hechos dicen que las elecciones están programadas para octubre y que el nuevo mandato de Carney echará a andar el 24 de marzo. El 3 de abril, vencerá la suspensión de los aranceles de Trump, por lo que su trabajo será intenso desde principio.

El principal rival para Carney y los liberales será el conservador Pierre Poilievre, cuya popularidad ha ido al alza por sus mensajes populistas y patrióticos contra las amenazas de Trump, aunque muchos canadienses lo perciben como un lider similar al republicano.