Un helicóptero de ayuda humanitaria tira una casa en Marruecos: "El espíritu de Ibáñez sigue vivo"

El terremoto que azotó Marruecos el pasado viernes, día 8 de septiembre, ha dejado más de 2.900 muertos y más de 5.500 heridos, según el balance difundido por el Ministerio marroquí del Interior. Ocurrió a las 23.11 hora local (medianoche en España). Fue un temblor con epicentro en la localidad de Ighil, dentro de la provincia de Al Haouz, entre las ciudades de Marrakech y Agadir, en el sur del país.

Tuvo una profundidad de unos ocho kilómetros y se situó a 30.961 grados de latitud norte y 8.413 grados de longitud oeste, indicó el Instituto Nacional de Geofísica (ING). Las líneas telefónicas quedaron interrumpidas nada más producirse la catástrofe. En Marrakech y otras provincias, además de las víctimas mortales hay numerosos daños materiales con derrumbes de casas, negocios, mezquitas y vehículos destrozados.

Las consecuencias del terremoto provocaron muertes en una decena de provincias y solo hay nuevas víctimas en la región más afectada, Al Haouz -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, donde se registran ya 1.643 fallecidos. En el resto de provincias no se habían contabilizado hasta el martes pasado nuevos decesos. Según el anterior resultado, la seguida más afectada es Taroudant (976 víctimas mortales). De los muertos, se han enterrado ya 2.884 cadáveres, apunta Interior.

Marrakech amaneció aquel sábado en shock tras el terremoto, que sacudió su medina y obligó a sus habitantes a dormir casi con lo puesto en las calles y plazas, escuchando a su alrededor el ruido constante de las sirenas de las ambulancias. Lo mismo sucedió en otras localidades próximas. A lo largo de estas jornadas, las imágenes de los supervivientes y los equipos de rescate han poblado informativos. Efectivos de varios países han acudido al rescate. 

Además, el terremoto ha traído otra controversia. El rey del país, Mohamed VI, se encontraba en Francia cuando el seísmo devastó esta región del suroeste marroquí. Y no acudió hasta casi cuatro días después. El monarca solo visitó el Hospital Universitario de Marrakech que lleva su nombre y donó sangre para las víctimas. Según informó la agencia MAP, los diferentes centros sanitarios de la región de Marrakech recibieron 2.171 heridos, de los cuales 484 se encontraban en estado grave. Todos, salvo 248 personas, están ya dados del alta.

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Después de esta semana de vídeos dramáticos, preocupación y esperanza por seguir salvando a afectados, ha llegado un momento que se ha tomado como cómico. Un tuit de la Royal Air Force de Marruecos mostraba cómo uno de sus helicópteros repartía comida en la provincia de Al Haouz. "Lanzamiento de ayuda desde el aire mediante un Chinook", escribían.

Y era eso: un helicóptero repartiendo comida. Lo único es que mientras lo hacía, por culpa del viento que generaba, se desplomaba un muro de una vivienda en ruinas. Eso es lo que ha provocado las mofas en las redes. "Francisco Ibáñez se ha muerto, pero su espíritu sigue entre nosotros", acusa uno.

"Imagina vivir en un poblado del Atlas, estar una semana sin ayuda, y cuando por fin llega el helicóptero del ejército, te lanza un paquete de galletas que te tira lo que te queda de casa y se va como si nada", apunta otro. "Y encima lo graban", bromea otro. "Es profesional, muy profesional", zanja un tercero, tirando de una de las frases míticas de la película Airbag.