Pepita de oro.

Pepita de oro.

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La fabulosa historia del niño que se encontró una pepita de oro de 24 quilates en una excursión

Un niño de 12 años descubrió una pepita de oro en la excursión que el colegio organizó a una mina de oro abandonada en Brasil.

18 julio, 2023 12:12

Ir de excursión con el colegio es una de las experiencias que nunca se olvida. Junto al enriquecimiento cultural, compartir unas horas con los compañeros fuera de las aulas hace que esos días queden grabados en la memoria. Pero todavía más si en dicho viaje te encuentran con una pepita de oro.

Es lo que le ocurrió a un niño de 12 años en Brasil. Alvaro Henrique, que así se llama el chaval, estaba con sus compañeros en una antigua mina de oro en la localidad de Sao Joao del Rei. Hasta ahí, todo normal.

Más allá de la expectación que supone introducirse en una mina en desuso y abandonada, y caminar por su interior hasta lo más profundo, la curiosidad de Alvaro Henrique aumentó al ver un brillo en una de las rocas.

La pregunta del millón

El joven de 12 años no paraba de quitarle ojo a ese brillo, sobre todo porque estaban en una mina de oro. De ahí que, ni corto ni perezoso, le hiciese la pregunta del millón al guía de la mina: “¿Es oro?”. El guía le contestó con una sonrisa de esas que dicen que no.

Sin embargo, no conforme con la respuesta, el chaval siguió insistiendo. Y, finalmente, se salió con la suya. Porque aquello que brillaba era una pepita de oro.

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“Estaba examinando las rocas y noté una marca de una mano cubierta de arcilla. Luego miré hacia la izquierda y, de repente, me encontré con un brillo. En ese momento, no sabía si era oro, así que le pregunté al guía Giovanni”, cuenta de manera emocionada Alvaro Henrique.

Tras su insistencia, el guía de la mina (Giovanni) hizo un examen más exhaustivo de la piedra encontrada por el niño. Y se cercioró de que era oro. “Cuando le pregunté a Giovanni, me confirmó que era una pepita de oro. Me sentí muy contento y sorprendido de haberla encontrado”, remarca Álvaro.

Cuestión de quilates

Tal fue su sorpresa ante tal descubrimiento, que llegó a afirmar que “nunca pensé que sería posible encontrar una pepita de oro en la vida”. Y añadió: “Después de encontrarla, vi varios videos de personas que las hallaban, pero siempre tenían que romper la piedra. Yo, en cambio, vi la pepita en la superficie de la roca”, explica.

La pepita que se encontró Alvaro Henrique tiene un peso de medio gramo y 24 quilates. Su valor en el mercado está sobre los 100 dólares (unos 93 euros). La pepita se la ha quedado el colegio, que la va a utilizar como objeto de estudio.

La mina en la que Alvaro Henrique se encontró la pepita de oro (un hallazgo que nunca olvidará en su vida) lleva cerrada desde hace más de un siglo. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII. Seguro que, a partir de ahora, será la excursión más demandada por los niños de esa escuela de Brasil que, al igual que Alvaro Henrique, querrán descubrir su pepita de oro.