Enaam Mayara, el presidente del Senado, con un retrato del rey Mohamed VI.

Enaam Mayara, el presidente del Senado, con un retrato del rey Mohamed VI. Map

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Mohamed VI reprende al presidente de su Senado por descubrir el plan de Rabat con Ceuta y Melilla

Tras las quejas emitidas desde Europa, la casa real alauita ha pedido discreción a Enaam Mayara sobre los planes para recuperar las ciudades autónomas españolas.

12 abril, 2023 03:02

El presidente del Senado marroquí, Enaam Mayara, ha tardado dos días en retirar que en el futuro Ceuta y Melilla serán marroquíes vía diálogo con España. No lo ha hecho a lo largo del fin de semana, hasta que la prensa internacional difundió sus mensajes. “Le han dicho que mantenga la boca callada y sea más discreto”, asegura a EL ESPAÑOL bajo anonimato una fuente del PSOE cercana al país vecino.

Igualmente, Mayara aprovechó el viernes una conferencia dirigida a las mujeres en el seno de su partido, el Istiqlal (Independencia), para llamar a los marroquíes residentes en el extranjero a integrarse en los partidos políticos españoles y trabajar a favor de su patria, Marruecos, sobre todo en lo relacionado con los asuntos territoriales.

Para defenderse y desmentir su discurso, aludió en declaraciones al digital Goud que es un invento de la prensa europea. Sin embargo, fue el sitio marroquí Rue20 el que reveló el sábado el contenido de la conferencia de Mayara, primero en su edición en árabe y luego en la versión en español.

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La realidad es que al presidente de la Cámara de Consejeros del Parlamento le han llovido las críticas de la prensa cercana al palacio real. Incluso, de sus propios compatriotas en España, a quienes intentaba aleccionar.

Desde Cataluña, Youssef Temsamani, tangerino candidato a alcalde por el Partido Popular, publicó en su cuenta de Twitter: “Señor Enaam Mayara, los políticos españoles de origen marroquí trabajamos por y para nuestro país y ciudadanos; por y para España; por y para los españoles. Usted dedíquese a hacer su trabajo y deje a los españoles en paz”.

Realmente, Mayara se saltó el último acuerdo de la Reunión de Alto Nivel (RAN), entre Pedro Sánchez y su homólogo marroquí, Aziz Akhannouch, “evitar ofender a la parte, especialmente en lo que afecta a los asuntos relacionados con la soberanía”. Además, sus palabras trascendieron el ámbito nacional y llegaron a Europa en plena investigación por el Moroccogate, el escándalo de corrupción de eurodiputados cooptados por grupos de presión marroquíes.

De hecho, “la queja que ha recibido la casa real no venía de España, venía de Europa. Se ha hecho muy discretamente, desde el ámbito diplomático. Por eso, le han dicho que controle sus palabras y piense antes de hablar. Si llega a ser España la que se queja, ni caso”, mantiene la misma fuente consultada en la militancia del PSOE.

No es la primera vez que el rey Mohamed VI reprende a un miembro del Ejecutivo, un poder paralelo y a expensas de la monarquía. En diciembre de 2020, cuando el entonces primer ministro, Saadeddine Othmani mostró resistencia al restablecimiento de las relaciones con Israel bajo la batuta de Estados Unidos, el monarca alauita lo hizo rectificar y lo obligó a sentarse con una misión israelí en Rabat.

Así, el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), después de dos legislaturas en el poder y con una postura pro palestina, siguió las órdenes del verdadero dirigente marroquí, Mohamed VI.

Plan marroquí

En realidad, Mayara dejó en evidencia la estrategia en la que trabaja Rabat en el exterior de cara a 2030 bajo las órdenes del rey Mohamed VI y con el máximo representante diplomático, el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita. Cargo escogido por la casa real, que no sale elegido con los votos de los ciudadanos en las elecciones.

“Hay un plan preestablecido”, confiesa una fuente marroquí conocedora de la táctica territorial en el exterior. El trabajo va enfocado, no solo al reconocimiento del Sáhara Occidental, sino para acercar a Ceuta y Melilla a Rabat.

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De momento, según ha podido saber EL ESPAÑOL, han activado unos fondos económicos millonarios para invertir en Ceuta y Melilla provenientes de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), el servicio de inteligencia exterior dirigido por Yassin Mansouri, uno de los consejeros de Mohamed VI. De este modo, se facilita la compra de viviendas y terrenos por parte de marroquíes en las ciudades autónomas españolas.

El plan contempla también la reforma de todas las mezquitas en Ceuta y Melilla, que dependen del Ministerio de Asuntos Religiosos, instalado dentro del palacio real de Rabat. De esta forma, “ambicionan conquistar a las nuevas generaciones, a través de las mezquitas y de los colegios. La idea es que todos los niños españoles marroquíes y musulmanes tengan la nacionalidad marroquí. Aspiran a que todos los hijos y nietos que van a la mezquita se hagan marroquíes”, desvela la misma fuente.

De tal manera que “el 80 por ciento de la población de origen marroquí que hay en Ceuta y Melilla se identifique con Marruecos, a cambio de recibir privilegios como optar a la nacionalidad marroquí, aunque no hayan nacido o tengan vínculo alguno con Marruecos”.

Asimismo, pretenden ganarse la identidad amazigh a través de una organización, financiada desde Rabat, con sede en Melilla y apoyo de sectores españoles, para operar en toda Europa y atraer a los rifeños en el exterior para sus lobbies, como han hecho con los marroquíes en Europa.

Para ello, “ya han mantenido entrevistas con políticos y empresarios de Melilla y tienen intención de nombrar gobernadores de Ceuta y Melilla. Se trabaja a diez años vista”, asegura la fuente conocedora del plan.

Precisamente, en Melilla, a la respuesta que recibió Enaam Mayara del Ejecutivo español por parte del presidente y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, se sumó la delegada del Gobierno de Melilla, Sabrina Moh: “Después de las declaraciones vertidas por el presidente del Senado en Marruecos, la postura del Gobierno es clara y contundente y lo reitero: Ceuta y Melilla son y seguirán siendo españolas, no cabe debate en esto”.