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Misiles Hellfire, Patriots, drones y bombas con láser: el nuevo arsenal de Marruecos en El Estrecho

EEUU, además de armar a Marruecos, mantiene negociaciones para trasladar una base militar estadounidense de Europa al Sáhara Occidental.

16 diciembre, 2020 02:27

Donald Trump da el pistoletazo de salida a lo acordado entre Estados Unidos (EEUU) y Marruecos el 2 de octubre en materia de defensa, y notifica al Congreso la venta de material militar por valor de mil millones de dólares.

Tratado anunciado por el entonces secretario de Defensa Mark Esper. “Marruecos sigue siendo un socio crucial para EE UU sobre una amplia gama de cuestiones de seguridad”, aseguró en Rabat.

Ahora se cumple lo pactado. El último envío a las Fuerzas Armadas Reales marroquíes incluye aviones de vigilancia electrónica Gulstream G550, drones MQ-9B, MIM-104 Patriot, misiles Hellfire, bombas guiadas por láser Paveway y kits de munición JDAM.

De hecho, el 12 de septiembre se realizó la primera prueba de uno de los cuatro aviones G550 destinados a Marruecos en el aeropuerto de Savannah en EEUU.

La familia real alauí ya dispone de un jet privado Gulfstream para el transporte VIP, el modelo G650. Fue un regalo al heredero Moulay Hassan en 2018 por un coste de 57 millones de euros. Es capaz de alcanzar los 1.100 kilómetros por hora y de volar 13.000 kilómetros sin escalas con 12 personas a bordo, y cuenta con un sistema antimisiles israelí. Los cuatro pendientes de recibir ahora embarcarán sistemas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) también de procedencia israelí.

Este material que recibe Marruecos es bien conocido por participar en conflictos internacionales por participar en conflictos internacionales. El sistema de misiles tierra-aire de largo alcance MIM-104 Patriot se hizo popular tras la Guerra del Golfo, donde se usó masivamente. Cada batería del modelo PAC 3 se compone de seis vehículos-lanzadores capaces de transportar 16 misiles cada uno.

El Ejército de Tierra español también dispone de 18 Patriot en tres baterías. Los primeros los adquirió como compromiso militar en la cumbre de la OTAN en 2002, y en 2014 compró a Alemania los últimos por algo más de 40 millones de euros.

Además, Marruecos recibirá también cuatro drones MQ-9, las aeronaves no tripuladas más grandes del mundo con una potencia que permite superar 15 veces más cargamento que los modelos anteriores y con una velocidad de crucero tres veces mayor.

Según ha podido saber EL ESPAÑOL, al menos dos de los cuatro drones se destinarán a la base militar que se está construyendo en el aeropuerto internacional Monte Arruit (Nador), a 40 kilómetros de Melilla. Allí precisamente en un hangar se aparcan los F-16 que Marruecos adquirió en EEUU, que han sustituido a los anteriores F-5, que se desplazarán al sur del país.

Estos drones fueron creados por la empresa estadounidense General Atomics para el uso de las fuerzas aéreas estadounidense, británica, italiana y española. Y ahora fortalecerán el papel de Marruecos como fuerza regional en el Mediterráneo y el norte de África.

Misiles y bombas

El envío de armamento del Departamento de Defensa de EEUU a Marruecos también incluye munición guiada de precisión lanzada desde el aire: misiles Hellfire, y kits Paveway y JDAM.

Estas armas guiadas están destinadas a destruir un objetivo puntual y minimizar el daño colateral. Suelen utilizar el GPS, la guía láser o los sistemas de navegación para mejorar la precisión de un arma a menos de 3 metros.

Así EEUU equipa los drones MQ-9 con misiles Hellfire, que antiguamente se usaron en los AH-64 Apache, utilizando guía láser para apuntar a tanques, búnkeres y estructuras. Pero desde hace dos décadas se unen a los drones MQ y les proporcionan una capacidad de ataque. Se han convertido en la munición preferida para las operaciones en el Medio Oriente.

Mientras los Paveway son kits de guía que se adhieren a bombas no guiadas. Incluyen un buscador en la punta de la bomba que encuentra un láser para marcar un objetivo y un kit de cola para dirigir la bomba. Se desarrollaron durante la Guerra de Vietnam para permitir que aviones tácticos entregasen municiones precisas.

Por su parte, el JDAM (Joint Direct Attack Munition), munición de ataque conjunto directo, reemplaza todas las bombas de caída libre porque lleva un GPS adaptado a su mecanismo. Se utilizó por primera vez en Kosovo y es usado por todos los aviones de ataque de ala fija.

Base militar americana 

Además de armar a Marruecos, y de instalar efectivos en las bases militares de Alcazarseguir y Nador, hay negociaciones en marcha para trasladar un mando de una base militar estadounidense desde Europa al Sáhara Occidental.

Marruecos había ofrecido a EEUU la base naval de Alcazarseguir para que los buques del ejército americano hicieran escala antes de entrar y salir del Mediterráneo, además de controlar El Estrecho por su situación estratégica, cerca del puerto Tánger Med y a 15 kilómetros de Tarifa.

Entonces el Pentágono la rechazó por no tener calado para las maniobras de grandes buques y portaaviones. Sin embargo, “en estos últimos ocho años han desarrollado la base y ya está equipada incluso para acoger submarinos. Además, se ampliará hasta cuatro veces su tamaño”, adelantó a EL ESPAÑOL una fuente militar marroquí.

Los americanos la visitaron al principio de su construcción y además la equiparon con el primer radar que detecta todo tipo de blancos marítimos desde el aire, de tal manera que controla los buques que navegan por El Estrecho.

Actualmente, tanto militares como diplomáticos ya anuncian negociaciones avanzadas entre Washington y Rabat para la apertura de una rama importante del Comando Central de EEUU en el Sáhara Occidental y una base militar bajo el ejército de EEUU en Europa y África.

De hecho, el 13 de noviembre, coincidiendo con la intervención militar del Ejército Real marroquí en Guerguerat para disolver el grupo de activistas saharauis que impedían el tráfico desde Mauritania, los líderes militares de las Fuerzas Armadas Reales y sus homólogos estadounidenses se reunieron en Agadir.

Asimismo, una entidad sionista se ha comprometido a ayudar a Marruecos, militarmente y en inteligencia, para hacer frente al Frente Polisario.

Ese trío Washington-Rabat-Tel Aviv implica la dotación de los F35, que pasa por el visto bueno de Israel, y los KC135, aviones cisternas para dar apoyo a estos cazas de ataque, los más modernos del mundo que son capaces de evitar los radares.