Lenín Moreno

Lenín Moreno Efe

Mundo

Lenín Moreno se rinde para poner paz en las calles de Ecuador tras 12 días de protestas

El Gobierno derogará el decreto tras un acuerdo con los indígenas pero prepara otra fórmula para aprobar los recortes sin incendiar las calles.

15 octubre, 2019 04:15

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, derogará oficialmente en las "próximas horas" el polémico decreto 883 que eliminaba los subsidios a los combustibles y que fue el detonante de las protestas de los últimos once días. Tras cuatro horas de negociación, Moreno ha cedido ante las comunidades indígenas. "Hemos hecho una elección por la paz. Se expedirá un nuevo decreto que nos asegure que los recursos lleguen a quienes realmente los necesitan", escribió el gobernante en su cuenta de Twitter. 

Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) recordó que "en este momento, una comisión trabaja en la redacción del decreto que lo reemplaza". "Festejamos la victoria, pero esto no termina hasta que el acuerdo se concrete a cabalidad", aseguró.

Después de que los indígenas tacharan de "fantochada" la oferta inicial de Moreno, el acuerdo fue anunciado casi por sorpresa bajo la mediación de la ONU y de la Conferencia Episcopal. Moreno se vio obligado a regresar a Quito para asistir a la reunión después de la discutida decisión de desplazar la sede del Ejecutivo a Guayaquil, segunda ciudad del país.

"Como resultado del diálogo se establece un nuevo decreto que deja sin efecto el decreto 883, para lo cual se instala una comisión que elaborará este nuevo decreto", anunció el coordinador de las Naciones Unidas en Ecuador, Arnaud Peral.

"Con este acuerdo se terminan las movilizaciones y medidas de hecho en todo el Ecuador y nos comprometemos de manera conjunta a restablecer la paz en el país", reza el texto del acuerdo, que leyó el coordinador de la ONU. 

Ecuador declara el estado de excepción e impone toque de queda por la movilización indígena

Constató que el país está en "una situación grave, dramática desde hace doce días. Ha habido muertos, heridos, personas que han perdido su empleo, su entorno, que han sufrido por sus familias, muchísima angustia. Ya llegó el momento de la paz, del acuerdo, el momento de mirar el futuro para Ecuador". 

En cuanto a las demandas indígenas, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Jaime Vargas, sostuvo, en un resumen del proceso "de lucha y resistencia", que entre los indígenas ha habido más de 2.000 heridos, más de mil presos, alrededor de diez asesinados, alrededor de más de cien desaparecidos en el país", así como "tortura de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional".

En esa línea, pidió la renuncia de la ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo, y del titular de Defensa, Oswaldo Jarrín, pues "solo así el pueblo ecuatoriano tendrá paz y libertad". "Y tendremos la oportunidad de seguir dialogando para construir proyectos participativos, que beneficien verdaderamente al país y al pueblo", añadió.

Los indígenas regresan a casa 

En la últimas horas, numerosos indígenas ya ha empezado a regresar a sus casas en las distintas provincias del país tras más de una semana de movilización, en la que bloquearon las principales vías de la Sierra ecuatoriana y llegaron a conseguir la paralización de la capital. 

Ecuador recuperaba este lunes poco a poco la normalidad tras las jornadas de protestas, varias de ella violentas, que dejaron siete fallecidos, según la Defensoría del Pueblo. En la capital ecuatoriana, el servicio de transporte urbano se sumó al metropolitano, que en los últimos días funcionó con algunos problemas, aunque el fin de semana fue casi nulo.

Por otro lado, el servicio de taxis se desarrollaba con normalidad en la capital, que a primeras horas de hoy volvía a presentar tiendas abiertas, así como panaderías, entre otros locales, y el usual movimiento de la ciudadanía que se desplazaba a sus lugares de trabajo. Como signo de anormalidad, aún continúa el cierre de las escuelas y colegios, y la reactivación progresiva del aeropuerto, en el que aún se registraban cancelaciones de vuelos.