Dilma Rousseff y el vicepresidente de Brasil se han enfrentado.

Dilma Rousseff y el vicepresidente de Brasil se han enfrentado. Adriano Machado Reuters

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El mensaje de WhatsApp que ha puesto patas arriba al Gobierno de Brasil

El vicepresidente brasileño envió, por equivocación según asegura, un audio de sí mismo practicando un discurso de toma de posesión por si Dilma Rousseff es destituida. Ella lo tilda de "golpista".

13 abril, 2016 14:17

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La líder de Brasil, Dilma Rousseff, dice haber encontrado un judas entre sus aliados: el propio vicepresidente de la nación, Michel Temer, del PMDB, principal socio de gobierno de la formación de la presidenta.

“Vivimos tiempos preocupantes, tiempos de golpe, de farsa y de traición”, arremetió la gobernante el martes en rueda de prensa. “[Temer] se frota las manos mientras ensaya la farsa de un hipotético discurso de posesión”, aseveró ante un público de simpatizantes en Brasilia que bramaba “¡fuera Temer!”.

El conflicto entre presidenta y vicepresidente procede de un desafortunado mensaje de WhatsApp del último. Ante una posible destitución de Rousseff a través de un proceso de impeachment, Temer, primero en la línea sucesoria, se grabó practicando un discurso de toma de posesión con la mala fortuna de que lo envió por equivocación a un grupo de parlamentarios de su propio partido. El audio no tardó en divulgarse y ha sacudido aún más el inestable Gobierno de Brasil.

“Quiero en este momento dirigirme al pueblo brasileño para decir algunos de los temas que, pienso, deben de ser afrontados ahora por mí”, dice en la grabación, hecha pública por la prensa local. El vicepresidente defiende una agenda más liberal que el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de la actual dirigente y reclama un Gobierno de “salvación nacional”.

“Suceda lo que suceda en el futuro es necesario un gobierno de salvación nacional y unión nacional, es necesario que se reúnan todos los partidos políticos e todos estén dispuestos a dar su colaboración para sacar al país de la crisis”, ensaya.

En una entrevista con el Grupo Globo publicada el martes, el vicepresidente brasileño se defendió de las acusaciones de su presidenta. “No me gusta usar la palabra 'golpe' porque está muy indebidamente utilizada”, dijo el político, que rechaza la idea de unas nuevas elecciones.

También aseguró estar preparado para tomar las riendas de ocurrir la salida de Rousseff y que no dimitirá si el impeachment fracasa. En ese caso, dijo, mantendrá una relación “institucional” con la líder petista.

El proceso de juicio político contra Dilma Rousseff, acusada de maquillar las cuentas de su Administración, avanza en el Parlamento brasileño. Este lunes, la comisión de la Cámara de los Diputados creada para el proceso aprobó un informe que favorece la revocación de la presidenta y esta semana podría votarse el impeachment en pleno.