El dirigente venezolano abre la puerta a la ingobernabilidad.

El dirigente venezolano abre la puerta a la ingobernabilidad. Carlos Garcia Rawlins Reuters

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Nicolás Maduro no quiere dialogar "con los malos"

Mientras reclama a sus seguidores el revés electoral, el presidente amenaza con frenar las iniciativas de la oposición e ir "al combate". 

10 diciembre, 2015 02:46
Caracas

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Llegan vientos de ingobernabilidad a Venezuela. El presidente Nicolás Maduro ha tenido dificultades para digerir la derrota que las fuerzas del chavismo han sufrido en las elecciones parlamentarias, en las que la oposición ha conseguido una mayoría cualificada de dos terceras partes de la Asamblea Nacional. En una alocución desde el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos mortales de Hugo Chávez en Caracas, Maduro ha criticado la decisión popular del pasado domingo 6 de diciembre: “Ha ganado el mal”.

El mandatario venezolano, que ha pedido a su gabinete la renuncia, se ha mostrado incómodo con el resultado y ha amenazado con no construir el medio millón de viviendas que, según ha dicho, tenía planificado entregar a familias de bajos recursos en 2016. “Yo estaba con la meta de construir cuatro millones de viviendas, pero ahora no sé. Te pedí el apoyo y no me lo diste”, ha reclamado Maduro frente a las cámaras de televisión.

Maduro también ha descartado dialogar con la nueva mayoría parlamentaria que ha conseguido la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Ha insistido en varias oportunidades que su deber es hablar “con las filas del chavismo”, como dejando de lado al resto del país que en las urnas ha castigado con contundencia a su gestión. El 56% de los votos nacionales ha favorecido a la disidencia, que ha conseguido así su victoria más importante en 17 años.

Choque de poderes

Una de las promesas de campaña de la MUD es la promulgación de una Ley de Amnistía y Reconciliación Política, que permita liberar a los “presos políticos” y el regreso de venezolanos exiliados. Esa ley, cuya prioridad ha sido ratificada por los dirigentes opositores tras los resultados del 6-D, también está en la mira de Maduro, que ha asegurado que no la aceptará, en una manifestación clara del conflicto de gobernabilidad que se avecina.

Delsa Solórzano, diputada electa por la MUD y principal responsable del proyecto de amnistía, ha reiterado que esa ley será llevada adelante por la bancada opositora, como un “compromiso de reconciliación”. “Nadie dijo que la libertad de Venezuela vaya a ser una tarea sencilla”, ha reflexionado Solórzano.

La transición entre la actual Asamblea Nacional, de mayoría chavista, y la recién electa, que debe instalarse el 5 de enero de 2016, también ha mostrado un rostro conflictivo en Diosdado Cabello, segundo hombre fuerte dentro del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv). Este diputado reelecto ha dicho que el actual Parlamento bajo su presidencia designará a la brevedad a 12 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia.

“Antes del 31 de diciembre tenemos pendiente nombrar a 12 magistrados del TSJ, no lo dejaremos pasar”, ha explicado a Maduro, durante la emisión de un programa televisivo.

Y el propio Maduro ha dicho en radio y televisión que no se quedará de brazos cruzados si la oposición intenta usar su mayoría parlamentaria para convocar un referéndum para sacarlo del despacho presidencial. "Aquí está la Constitución, si ellos toman el camino del revocatorio, vamos al combate y el pueblo decidirá, y nosotros iremos con la verdad ya consumada de la amenaza de la derecha, iremos a construir una nueva y poderosa mayoría, yo me iré por las calles de Venezuela", ha asegurado.

Ataque a la disidencia interna

Jorge Giordani y Héctor Navarro, exministros durante los gobiernos de Hugo Chávez, han criticado con fuerza a la cúpula del Psuv y al propio Gobierno de Maduro por la crisis que vive el país. “Para nosotros es catastrófico lo que está ocurriendo”.

Navarro, que ocupó la cartera de Educación Superior, ha exhortado a que funcionarios con altos cargos en el campo político de la “revolución” “asuman sus responsabilidades y sus errores”. Específicamente ha pedido la renuncia del vicepresidente Jorge Arreaza. “Muchos familiares y amigos ocupan puestos importantes en organismos públicos. Eso no es normal”, ha sentenciado.

Para Giordani, exministro de Planificación, es urgente tomar medidas económicas cuanto antes. “¿Qué vamos a seguir esperando?, ya el pueblo habló (...) Antes de que surja un Pinochet a nombre de Bolívar”, ha exclamado Giordani en referencia a los rumores que abundan en el país.

La rueda de prensa, en la que ambos exfuncionarios daban su análisis sobre los resultados electorales, ha sido interrumpida por un grupo que ha manifestado su apoyo al presidente Nicolás Maduro. Tanto Navarro como Giordani han tenido que salir del recinto por la puerta trasera en medio de insultos y amenazas.