Boticaria García durante la grabación de este vídeo para Magas.

Boticaria García durante la grabación de este vídeo para Magas. Esteban Palazuelos

Salud y Bienestar

Boticaria García recomienda cuatro ejercicios clave para tonificar los brazos y acabar con las alitas de murciélago

La farmacéutica detalla cuáles son las mejores pautas deportivas y recuerda la importancia de frenar el lenguaje que estigmatiza a las mujeres.

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Seguro que, en algún momento, has escuchado esos "trucos infalibles" para eliminar las conocidas como alitas de murciélago, también llamadas bingo wings. Así arranca Boticaria García su última pieza para Magas, desmontando el lenguaje que utilizamos para hablar de nuestros cuerpos.

La divulgadora dice, de forma tajante, que lo primero que hay que hacer al respecto es "desterrar esas expresiones, ya que estigmatizan a las mujeres", alimentan la presión estética y desvían la mirada de lo importante. No es un detalle menor: las palabras condicionan cómo nos tratamos y cómo nos dejamos tratar.

Hecho ese paréntesis, tan necesario como seguir una rutina de ejercicios adaptada a las necesidades de cada cual, entra en materia.

La flacidez en los brazos, detalla, no aparece por arte de magia ni es un "fallo" corporal que haya que corregir mediante una serie de recomendaciones.

Suele ser consecuencia de dos factores combinados: por un lado, la pérdida de masa muscular, que se acelera a partir de los 40; por otro, una piel que se vuelve más laxa debido al paso del tiempo. Con esta explicación deshace cualquier misterio en torno a la situación. Aquí la clave la tienen los cambios hormonales, la genética y la pérdida de colágeno.

Lo deja claro: "No podemos tensar la piel directamente". No hay crema, masaje ni frase motivacional que pueda con eso. "Pero sí podemos mejorar —y mucho— la apariencia y la funcionalidad del brazo", aclara en el vídeo para Magas. ¿Cómo? Según sus palabras, gracias al entrenamiento de fuerza.

La farmacéutica, nutricionista y un largo etcétera, enumera ejercicios simples, pero potentes: press de hombros, fondos de tríceps, flexiones y remo. Nada de pautas imposibles ni maquinaria intimidante. De hecho, insiste en que se puede empezar con gomas o incluso con botellas de agua si no se tiene material.

Imagen de archivo de material para practicar fuerza.

Imagen de archivo de material para practicar fuerza. Foto de NEXA BLACK en Unsplash

Eso sí, advierte de un error común: centrarse solo en los brazos. El cuerpo no funciona por compartimentos estancos y los resultados tampoco. El entrenamiento de fuerza global —"piernas, core, glúteos"— tiene un impacto que va mucho más allá.

Según explica, "aumenta la producción de colágeno en general, algo que también puede notarse en la piel del rostro, esa carita bonita", dice ella con ironía. Además, contribuye a mantener un metabolismo más activo.

En resumen: menos trucos y más ciencia; menos complejos y más músculo. Porque, como deja entrever Boticaria García, el objetivo no es "arreglar" nada, sino mantener y disfrutar de un cuerpo fuerte y funcional. En plural. En todos los sentidos.