Yogur.

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Salud y Bienestar

El nutricionista Saúl Sánchez avisa sobre los yogures en España: "Estás tirando el dinero"

A diferencia de la fecha de caducidad, que puede poner en riesgo nuestra salud, exceder el consumo preferente no es peligroso.

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Las fechas de caducidad comenzaron a imprimirse en los envases de los alimentos en 1972, cuando una conocida cadena de supermercados inglesa comenzó a hacerlo para evitar el desperdicio alimentario.

Desde entonces, es un elemento al que siempre prestamos atención a la hora de hacer la compra. Especialmente en carnes y salsas. Sin embargo, no todas las fechas que aparecen en alimentos indican que han caducado. En huevos o yogures, la cosa cambia.

De acuerdo con el nutricionista Saúl Sánchez, la fecha de los yogures "no es de caducidad, sino de consumo preferente". Un dato que "lo cambia todo", indica el experto.

La fecha de los yogures

En el año 2013, el gobierno del Partido Popular quiso impulsar un sistema de etiquetado para algunos alimentos que permitiese "un margen de maniobra mayor" donde pudiera haber "un problema de sabor, pero no de salud".

La intención era crear una nueva norma para la comercialización del yogur sin que el consumidor pensase que estaba jugando con su vida al tomarse uno de estos productos lácteos una vez caducado.

Como consecuencia, en 2014, el Consejo de Ministros aprobaba el Real Decreto 271/2014, que permite desde entonces eliminar la fecha de caducidad de este popular producto y sustituirla por una fecha de consumo preferente.

A diferencia de la fecha de caducidad, que puede poner en riesgo nuestra salud si se consumen después de la fecha indicada, el consumo preferente no es peligroso, explica la OCU.

"Un yogur que se ha excedido de la fecha de consumo preferente puede perder alguna característica organoléptica, es decir, textura, sabor...", explica Saúl Sánchez.

Sin embargo, siempre hay excepciones, y de acuerdo con el experto, es importante que haya estado en la nevera. "Si lo has dejado fuera o el yogur tiene moho, aplica el sentido común y no te lo comas", apunta Sánchez.

En el caso de que el yogur haya estado bien refrigerado, "te lo puedes comer hasta 60 días después de la fecha que marca". Sin embargo, si queremos disfrutar de todas sus propiedades, lo ideal es disfrutar del producto dentro de la fecha.

Beneficios del consumo de yogur

El yogur es una fuente de proteínas de alto valor biológico, calcio de fácil asimilación, potasio y fósforo. De hecho, su consumo aporta entre el 18 y el 30% de las cantidades recomendadas de estos minerales fundamentales para la salud.

Además, es uno de los superalimentos que tiene un gran efecto probiótico y este estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición señalaba que su consumo diario "se asocia con un 23% de menor riesgo de padecer síndrome metabólico".

El yogur es uno de los alimentos que nos ayuda a mantener una buena microbiota intestinal y vela por la salud digestiva.

Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) "la microbiota es fundamental para tener una buena salud digestiva, ya que ayuda a proteger el aparato digestivo de otros microorganismos, además de estimular el sistema inmunológico y ayudar a realizar parte de la digestión".

Sin embargo, no todos los yogures son igual de beneficiosos. El yogur natural sin edulcorar es generalmente el más saludable, mientras que los yogures de sabores, con trozos o enriquecidos con proteínas, pueden contener azúcares añadidos, aditivos o estar más procesados, lo que reduce sus beneficios.