Las revisiones ginecológicas son fundamentales para diagnosticar a tiempo el cáncer de ovario.

Las revisiones ginecológicas son fundamentales para diagnosticar a tiempo el cáncer de ovario. iStock

Salud y Bienestar

Cáncer de ovario: las nuevas dianas terapéuticas que reducen la mortalidad hasta en casos avanzados

Es el cáncer ginecológico con mayor mortalidad, ya que suele diagnosticarse en estado avanzado. Pero cada vez hay más tratamientos individualizados que mejoran el pronóstico.

16 mayo, 2022 01:37

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Cada año se diagnostican en España unos 3.500 casos de cáncer de ovario, el 5,1% de los cánceres entre las mujeres, por detrás de los de mama, y es más habitual entre los 45 y 75 años. El cáncer de ovario es el quinto tumor más frecuente en mujeres, y es el cáncer ginecológico con mayor mortalidad.

El estudio de las alteraciones moleculares del tumor es vital para realizar el tratamiento personalizado más adecuado en el cáncer de ovario. Las revisiones ginecológicas son fundamentales para aumentar el diagnóstico precoz de este cáncer, pues hasta un 70% de los casos se diagnostica en etapa avanzada.

En estadios iniciales no suele producir ningún síntoma y el diagnóstico suele ser un hallazgo casual en una revisión ginecológica. En fases avanzadas de la enfermedad, la sintomatología es inespecífica, con dolor y distensión abdominal y digestiones pesadas. Los síntomas que nos pueden hacer sospechar son la presencia de ascitis, sensación de llenado gástrico rápido o la existencia de una masa abdominal palpable.

En cáncer de ovario, el atlas del genoma nos ha enseñado que al menos existen 5 subtipos histológicos, cada uno de ellos con diferentes alteraciones moleculares y diferente evolución y respuesta a los tratamientos. Esto hizo que comenzáramos a tratar a nuestros pacientes de manera individualizada, en un claro ejemplo de medicina de precisión: dar el tratamiento correcto a la paciente adecuada y en el momento oportuno.

Nuevas dianas terapéuticas

La llegada de nuevas dianas terapéuticas como son los inhibidores de la PARP (enzima que repara el daño de las células y que se inhibe para que no repare las células cancerosas y estas mueran) y su importante impacto en la supervivencia, está cambiando el pronóstico de las mujeres con esta enfermedad.

Hoy día es necesario conocer el estatus BRCA de estas mujeres en el momento del diagnóstico, esto es, saber si las pacientes padecen un cáncer hereditario o esporádico. Además, la combinación de estas nuevas dianas con inmunoterapia nos da una esperanza de convertir esta enfermedad en fase avanzada en una enfermedad curable.

Es relevante destacar que la creencia de que si una madre ha padecido cáncer de ovario, sus hijas lo van a heredar no es correcta. Si bien tener un familiar directo con esta enfermedad es un considerable factor de riesgo, esto solo se produce entre el 10 y el 15% de los casos. En este sentido, ser un familiar portador de mutación no significa que se vaya a desarrollar la enfermedad, sino que existe un mayor riesgo. Por lo tanto, la portadora sana deberá tener controles especiales y habrá que ir tomando decisiones a lo largo de la vida para reducir el riesgo de desarrollar este tumor.

También existe la creencia de que al diagnosticarse un cáncer de ovario en situación avanzada no existe tratamiento curativo, y esto no es del todo así. La realidad es que, aunque la esperanza de vida es menor cuanto más avanzada está la enfermedad, el 70% de pacientes se diagnostican en etapa avanzada y se tratan.

La combinación de la cirugía con enfermedad residual 0 (no enfermedad macroscópica visible) seguida de quimioterapia complementaria con antiangiogénicos -agentes reductores de la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tumor, impidiendo su crecimiento- y posteriormente terapia de mantenimiento, ha supuesto un aumento de la supervivencia libre de enfermedad en pacientes con enfermedad avanzada y alto riesgo de recaída.

En los últimos años, y con un mayor conocimiento de la biología molecular de los tumores, se ha producido la llegada de las nuevas dianas terapéuticas. Sabemos que al conocer no solo su histología, sino su biología molecular, podemos realizar el tratamiento más adecuado y esto cambia la historia natural de la enfermedad.

*La Dra. María Jesús Rubio es la jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Córdoba.