Lucía González Cortijo es jefa del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Quirónsalud.

Lucía González Cortijo es jefa del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Quirónsalud.

Protagonistas

La oncóloga Lucía González Cortijo: "Sigue habiendo tabú con respecto al cáncer, los tratamientos y secuelas"

En Magas hablamos con la jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid sobre el simposio que dirige, 'Mujer & Cáncer: en la línea de salida'.

13 marzo, 2024 02:23

Hablemos de cáncer, hablemos una vez más, porque visibilizar la enfermedad y las consecuencias no solo ayuda a prevenir y a salvar vidas, también a empatizar y a ofrecer un clima de apoyo y comprensión a quienes lo sufren. 

El próximo 15 de marzo tiene lugar el Simposio 'Mujer & Cáncer: en la línea de salida', que reunirá a profesionales de distintas disciplinas y pacientes que han pasado o están pasando por un proceso oncológico. Durante este encuentro se hablará, entre otros temas, de la influencia del ejercicio y la nutrición en la prevención y tratamiento del cáncer femenino.

Magas ha hablado con su directora, Lucía González Cortijo, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y fundadora del proyecto 'Corre en Rosa' y de la fundación 'La vida en rosa'. Esta iniciativa fue impulsada en el año 2017 para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer a través del running. Con la ayuda de esta experta profesional desgranamos la finalidad del simposio que dirige y también nos adentramos en aspectos poco verbalizados del cáncer.

Hablemos de 'Mujer & Cáncer: en la línea de salida’, ¿por qué habéis elegido este título y la expresión línea de salida?

El encuentro nace en un momento en el que la mujer está adquiriendo un protagonismo crucial en la sociedad en general y en la medicina en particular. No solo en el mundo de la sanidad, donde la mayor parte de los profesionales (ya sean médicos, enfermeras u otros especialistas en salud) son mujeres, sino como pacientes, participando muy activamente en las decisiones sobre el tratamiento y la forma de llevar su enfermedad.

'En la línea de salida' hace referencia a un inicio, una salida con una mujer fuerte, informada y preparada para los retos que debe afrontar con un diagnóstico de cáncer. Pero también es la línea de salida para muchas profesionales que quieran dedicar su vida a este trabajo tan bonito de cuidar y acompañar a estas mujeres.

El cáncer afecta de manera diferente a las mujeres que a los hombres, ¿por qué y cuáles son los cánceres que más golpean a la población femenina?

En la mujer nos encontramos con determinados tumores que son inherentes a ella como el cáncer de mama (aunque hay un pequeño porcentaje que se presenta en varones) y los tumores ginecológicos (el cáncer de ovario, de endometrio y de vagina y vulva). Sobre todos ellos se hablará en nuestra jornada en una mesa específica. Y, por otro lado, cualquier mujer puede tener otro tipo de tumor que también afecte a los hombres, como el cáncer de colon y el cáncer de pulmón, entre otros. 

Actos como este simposio visibilizan la dolencia, ¿hay todavía mucho tabú relacionado con el cáncer?

Afortunadamente cada vez menos, y esto es, en gran parte, gracias a las propias pacientes y a las asociaciones que tratan de visibilizar y normalizar una enfermedad cada vez más frecuente y con altas tasas de curación y de cronificación. Pero sí, aún sigue habiendo mucho tabú con respecto al cáncer, los tratamientos y secuelas. Este estigma es muy difícil de sobrellevar para muchas pacientes y creo que eventos como este ayudan a normalizarlo y a vivirlo con menos presión y más naturalidad. He pedido a algunas pacientes que participen en varias de las mesas, porque creo que sus testimonios son lo más importante para ayudar a muchas otras que están o estarán en esa línea de salida de la que hemos hablado.

Uno de los temas a tratar es la manera en la que influye el ejercicio y la nutrición en las pacientes.

En las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama ya tenemos datos de beneficio en supervivencia cuando consumen una dieta baja en grasas. Con respecto al ejercicio, también en cáncer de mama hay estudios que demuestran beneficio en supervivencia con ejercicio aeróbico y de fuerza supervisado. Es probable que en pocos años tengamos datos similares también en otros tumores.

De lo que sí hay mucha literatura es sobre el beneficio en calidad de vida y tolerancia a los múltiples tratamientos en pacientes que comen bien y, sobre todo, hacen ejercicio físico durante el tratamiento. 

También es importante en la prevención de la enfermedad.

En los últimos años la nutrición y el ejercicio físico están cobrando protagonismo como factores que pueden prevenir algunos tipos de tumores. Con respecto al cáncer de mama, se ha demostrado que la dieta baja en grasas es capaz de disminuir el riesgo de padecerlo, y en particular parece que la dieta mediterránea protege del desarrollo del cáncer de mama triple negativo. Por otro lado, la dieta baja en grasas y con poca carne roja parece proteger del cáncer de colon.

En cuanto al ejercicio físico, los estudios demuestran que previenen todo tipo de tumores, y parece que es dosis-dependiente, es decir, cuánto más mejor. El extremo son los deportistas de élite, que tienen un 40% menos de riesgo de padecer un cáncer a lo largo de su vida.

¿Podría darnos unas recomendaciones básicas al respecto?

Mi recomendación es clara y sencilla: dieta mediterránea y ejercicio físico regular. Afortunadamente vivimos en un país en que todos los alimentos que han demostrado ser beneficiosos para la prevención del cáncer los tenemos a mano y son de excelente calidad. Me refiero a nuestras frutas y verduras, legumbres y pescado fresco, y, sobre todo, a nuestro aceite de oliva (siempre virgen extra), la joya de nuestra dieta mediterránea.

Con respecto al ejercicio físico, en mi opinión y en la de muchos expertos, las recomendaciones de la OMS (150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana) se quedan cortas y es preferible hacer ejercicio si es posible a diario, con 2-3 sesiones de ejercicio de fuerza a la semana.

El cáncer en ocasiones tiene efectos duros para las mujeres como la infertilidad, así como secuelas físicas como la mastectomía etc. ¿se habla suficientemente de ella?, ¿qué otros efectos tienen que no se conocen?

La mastectomía es una cirugía muy agresiva que puede ser devastadora para muchas mujeres. Afortunadamente, en España a prácticamente todas las pacientes se les ofrece una cirugía reconstructiva. El linfedema (hinchazón que causa la acumulación de líquido linfático en el cuerpo), otra de las secuelas más temidas, cada vez lo vemos menos gracias a la cirugía de biopsia selectiva de ganglio centinela, que nos permite evitar el vaciamiento axilar completo.

Otras cirugías muy mutilantes son las derivadas de tumores de cérvix avanzados, pero son muy poco frecuentes y, afortunadamente gracias a la vacunación de HPV, el cáncer de cérvix desaparecerá en pocos años.

Centrándonos en la infertilidad, ¿cree que se informa debidamente a las pacientes de cómo pueden preservarla antes de someterse a tratamientos oncológicos?

En mi opinión no se informa lo suficiente a las pacientes sobre el impacto que determinadas cirugías o tratamientos provocan en su fertilidad. En una especialidad en la que hasta hace muy poco tiempo nos centrábamos única y exclusivamente en salvar la vida de las pacientes, ya desde hace unos años existe mucha conciencia entre los oncólogos sobre este tema, aunque aún queda mucho trabajo por hacer.

En muchos hospitales, no solo se informa a las pacientes y hay unidades específicas para ello, sino que se ofrece de forma gratuita la posibilidad de preservación de ovocitos para asegurar la fertilidad en el futuro.

La salud mental va íntimamente ligada a la física. ¿Debería haber un acompañamiento psicológico de los pacientes  durante el proceso de la enfermedad y después de este?

El soporte psicológico de nuestras pacientes es fundamental y en todos los Servicios de Oncología se les debería ofrecer la valoración por un psicooncólogo. Lo que funciona increíblemente bien son los grupos y asociaciones de mujeres. En mi caso, en 2015 creé un proyecto que se llama 'Corre en Rosa' gracias al que entrenamos a mujeres con cáncer cada semana en el Polideportivo Valle de las Cañas en Pozuelo (Madrid). El alma de la iniciativa es Ramiro Matamoros, el gran corredor popular, quien, junto con sus 'amarillos' (otros corredores populares del Club Clínica Menorca), ofrecen su tiempo y su cariño a nuestras pacientes y las enseñan a correr y las entrenan para distintas carreras populares.

También está muy presente en esta labor la fundación 'La vida en rosa'.

Sí, la creamos en 2017 y nos permite organizar retos para nuestras pacientes e ir a correr a diferentes lugares de Europa donde cada una de ellas se propone un reto (ya sea para caminar o para correr diferentes distancias) y corre con sus compañeras. La fundación, además, organiza proyectos culturales, además de nuestro proyecto en África, donde hemos creado una Unidad de Cáncer de Mama en el Hospital Nôtre Dame de la Santé en Dschang, en Camerún.

El acompañamiento y el trato humano de los profesionales también es crucial. En su experiencia ¿cómo es el trato médico-paciente y si acaba ejerciendo un papel emocional de apoyo?

El trato médico-paciente ha cambiado mucho en los últimos años, habiendo pasado de una relación vertical o paternalista del médico hacia el paciente a una relación horizontal, en la que se establece una relación de confianza y camaradería que en muchos casos supone una implicación muy personal y emocional del médico. Yo creo que esto es muy bueno para ambas partes, aunque en algunos casos puede suponer una carga importante para algunos profesionales, que puede conllevar incluso la necesidad de ayuda o soporte psicológico.