Raquel Roca junto a sus animales.

Raquel Roca junto a sus animales.

Protagonistas

Raquel Roca, la ganadera que susurraba al oído de las vacas: "Busco el bienestar animal"

Con 29 años se ha alzado con el premio 'Ganadería en Femenino', por su dedicación a cría intensiva del vacuno. Una profesión muy dura que requiere de mucha preparación.

5 abril, 2023 02:47

En España, cerca del 40 % de la mano de obra agraria familiar son mujeres; porcentaje que se incrementa en el sector ganadero, donde la presencia de las mujeres es prácticamente equivalente a la de los hombres. Sin embargo, solo el 28 % de los titulares de explotaciones son mujeres.

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Tal y como ocurría hace una década, el mercado laboral rural se caracteriza por la masculinización de la actividad, con grandes diferencias entre sexos en relación con la tasa de inactividad: un 29,6% de las mujeres frente al 12% de los hombres. Además, el empresariado sigue siendo mayoritariamente masculino.

Un reflejo de los escenarios de desigualdad entre mujeres y hombres en el medio rural, y del fuerte arraigo del sistema patriarcal en esta población, a pesar de que las mujeres son determinantes para su vertebración territorial y social, además del principal vector para la innovación y el emprendimiento rural. 

Raquel con el galardón entre las manos.

Raquel con el galardón entre las manos.

La ganadera Raquel Roca, ha recibido el galardón en la tercera edición de los Premios Ganadería en Femenino organizados por Zoetis, unos premios orientados a visibilizar a la mujer en la ganadería y en el entorno rural en general, y a poner en valor su rol fundamental ante la sociedad.

En el caso de esta joven ganadera, el jurado ha querido destacar su entrega y dedicación a la mejora del bienestar animal en el vacuno de carne en cría intensiva.

“No me lo esperaba porque yo siempre lo he dicho, que yo no me considero una persona extraordinaria en este sector. Pero sí que es cierto que supone una alegría y menos cuando no te lo esperas, la verdad. Porque ya te digo que simplemente intento hacer bien mi trabajo, que estén los terneros bien y que esté todo correcto", asegura Roca.

¿Trabajas como veterinaria de vacuno en Valencia?

Sí, trabajo en un cebadero de 2000 animales más o menos, en una empresa que tiene granjas integradas. Ahora mismo, si no me equivoco, tendremos unas 23, más o menos. Y más o menos unos 500 o 600 animales cada granja. Y luego tenemos dos más grandes. Una de ellas es en la que estoy que tiene una capacidad para 2500, aunque ahora tendremos unas 2000 cabezas de ganados.

La joven ganadera disfruta cada minuto del día.

La joven ganadera disfruta cada minuto del día.

¿En qué consiste tu trabajo diario?

Diariamente, revisamos cuadra por cuadra animal por animal y nos anotamos cualquier animal que no lo veamos bien, porque no haya comido, o con algún signo respiratorio, que normalmente son los problemas que solemos tener. En un 95% suele ser respiratorio y lo sacamos a enfermería o simplemente lo apartamos y le damos una comida diferente y lo tratamos y vamos viendo, según la necesidad del animal y su enfermedad.

¿Porqué te descantaste por este sector?

Pues la verdad yo cuando empecé la carrera de Veterinaria yo iba para perros y gatos. Mi vida no está para nada relacionada con este sector. Fue en tercero de carrera, cuando tuve que hacer prácticas en Galicia, y allí estuve un mes y con la vida en el campo 'se me caía la baba'.

Fue una pasada de experiencia. Hacíamos calidad de leche por la mañana, luego hacíamos clínica y íbamos granja por granja. Y me enamoró el campo. Y ya cuando volví para Valencia le dije a la familia que me quería dedicar a los grandes animales. Y así fue, y aquí estoy. Es algo que me apasiona. Los que amamos este trabajo se nos pasa el tiempo sin darnos cuenta.

Raquel se prepara físicamente cada día.

Raquel se prepara físicamente cada día.

¿Tu familia está relacionada de alguna manera con la agricultura o la ganadería?

Si que tenemos unos pequeños campos de naranjos, por mis abuelos, pero nada más. Para que te hagas una idea, mis hermanas son profesoras y mis padres administrativos... Imagínate cuando les dije: ‘¡Me quiero ir al campo!’

Pero la verdad, es que ellos me ven trabajar y que soy feliz. Es un trabajo muy duro, muy físico, que terminas bastante cansada. Cada día necesitas estar descansada y estar centrada, porque son animales grandes que pesan 500 o 600 kilos. Y si no estás pendiente, puedes tener un susto.

¿Cómo te formaste?

Estudié en el CEU de la Universidad de Valencia en el pueblo de Moncada, porque mi familia es de allí. El año pasado también terminé un Máster relacionado con Cirugía y medicina de bovinos, y ahora mismo, estoy haciendo un curso de Fríoterapia y Anestesia en grandes animales.

Nunca dejas de aprender. Aunque pienses que conoces a los terneros, siempre te sorprenden todos los días con algún caso que no has visto o algo diferente. Hay que estar al día.

El jurado ha destacado tu entrega y la dedicación a la mejora del bienestar animal en la cría intensiva.

Estoy muy implicada en el bienestar animal. Creo que los terneros que están en intensivo, que no es lo mismo que en extensivo, que están sueltos, están tranquilos. Entonces tú tienes que intentar aportar esa tranquilidad que el animal tiene en su estado natural. Suelo estar encima de ellos, de ponerles cama, que estén cómodos, que estén tranquilos, no asustarles.

Achacan mucho el estrés. Y si ya tenemos factores que van en contra nuestra, como es el calor y el hacinamiento, el resto por lo menos debemos intentar ayudarles y aportar que ellos estén cómodos, que al fin y al cabo es esencial para que ellos estén sanos y que se ceben bien con tranquilidad. Tú los ves cuando están tranquilos, están sentados, están rumiando y se ve que están cómodos.

La ganadera está inmersa en diversos estudios en la granja.

La ganadera está inmersa en diversos estudios en la granja.

Ya has conseguido incluso saber cómo se encuentran.

Lo intento. Intento saber qué es lo que necesita el animal. Son animales que van mucho en grupo, van mucho en manada y a veces apartas uno a enfermería sólo y ves que de repente deja de comer y que necesita de otro.

Además soy 'un culo inquieto' y por suerte, me dejan hacer pruebas, pequeñas pruebas. Estoy haciendo un pequeño estudio, a nivel interno, donde intento también ver porque muchas veces tienen fiebre y con sólo apartarlos un día, cambiarles el pienso y dejarlos un día, el cambio es sorprendente y dejan de tener fiebre.

Y de momento, en este pequeño estudio, en un 73% de los casos ha bajado la fiebre sin administración de antibióticos. Estoy intentando buscar un patrón o algo para ver que en qué momento se necesitaría de un antibiótico.

Cuando recogiste tú el premio dijiste que este premio es para todas las mujeres que cada día luchan por sus sueños. ¿Has conseguido el tuyo?

De momento me quedan sueños por cumplir. Tengo las expectativas muy altas. Mi intención no es otra que nos demos cuenta de que realmente si estos animales están bien nos pueden dar muchísimo.

Y en cuanto a ser mujer, es cierto que yo por suerte a mí siempre me han tratado bien. No he sentido nunca el techo de cristal que le llaman. Confíaron en mío un montón desde el principio y se lo agradezco. Pero es cierto que no siempre es así y por eso también lo comenté al recoger el premio. Todos en general, ya seamos mujeres u hombres, tenemos el mismo objetivo común y debemos de luchar por lo mismo, que son nuestros animales.

Pero dicen que muchas mujeres abandonan el campo porque es muy duro.

No lo voy a negar. Es un trabajo que requiere de tener una mentalidad bastante fuerte. Yo al día estoy haciendo entre 15 y 20 kilómetros al día sin parar.

Vas a un ritmo muy, muy acelerado. Entiendo que el desgaste físico es muy alto, y hay gente que no lo aguanta, el tiempo pasa factura, y hay semanas que no puedes con tu alma.

¿Te has llevado tú algún susto con algún animal?

Sí, claro. Los animales también tienen sus días. Me llevé un pequeño susto, con un ternero que no se levantó con muy buen pie. Y se arrancó contra mí y me dió tiempo a saltar la valla.

He tenido casos cercanos más graves por no correr a tiempo y tener un problema mayor. El día a día es peligroso. Un día que te pille baja de defensas o despistada.

Pero tu eres muy joven….

Tengo 29 años y se nota la edad. He trabajado con compañeros de 50, y 60 años y me dicen que les llevo a un ritmo un poco alto... Cuando salgo de aquí de trabajar, como y me voy directa a entrenar con pesas para tener un poco de fuerza. Y después me voy directamente a dormir.

Debido sobre todo a la pandemia, volvemos a tener una especie de orgullo rural. No hay mucha gente de la ciudad, pues ha hecho las maletas y se ha vuelto al campo y se necesitan muchas mejoras de servicios.

Yo creo que hay mucho desconocimiento en este entorno. Si la gente supiera mucho más dedel campo lo apoyaría muchísimo más. Al final todos buscamos esa calma, lo natural.

A pesar de que la presencia de las mujeres es igual que el de los hombres en el mundo ganadero, en España, fíjate, hay sólo el 28% de los titulares de explotaciones ganaderas son mujeres. ¿A qué crees que se debe?

Creo que esto irá cambiando. Hace 7, tal vez 8 años en Galicia, las mujeres ordeñaban las vacas y hacían calidad de leche. Y normalmente el que estaba más ahí era el hombre. Pero poco a poco comienzan a cambiar las cosas y se volverá cosa de dos.

¿No se te ha pasado por la cabeza emprender?

Llevo muy poco tiempo, apenas cuatro años y de momento todavía creo que tengo mucho por aprender. Y de momento no me lo planteo. Pero no es algo que descarte, no es algo que diga un no rotundo. Pasito a paso.

¿Cómo está afectando hoy a la ganadería el cambio climático y la falta de agua?

Pues la verdad es que está afectanto tanto a la ganadería como a la agricultura también. Cada vez hace más calor y y se nota muchísimo. Ya no hay tantos recursos naturales y tienes que echar mano de maquinarias. llega julio y agosto y ves como los animales quieren beber a todas horas.

La guerra de Ucrania y la falta de cereal también eso afecta...

Desde hace un tiempo subió el precio del pienso de manera desorbitada.

Las pequeñas granjas no se pueden llegar a permitir ese gasto extra para los animales. Bueno, a la vista está que hay muchas granjas que han decidido cerrar. Han decidido vender las vacas porque no es rentable.