
En esta línea de Alta Costura destaca el trabajo de bordado tridimensional de plata bruñida y la crinolina, en su versión moderna y práctica. Laura Sciacovelli / Dior
Entre la delicadeza de una flor y el poder de un ave: los secretos de la colección de Alta Costura de Dior
Crinolinas, volantes y crestas cobran un sentido estético inédito en la línea primavera-verano 2025 de la casa francesa.
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La aparición de la Alta Costura, a mediados del siglo XIX, cambió para siempre el destino de la moda. Amparadas por este término, las creaciones de numerosos diseñadores adquirieron un estatus único, fruto de su exigente confección. Entre sus artífices se encuentra monsieur Christian Dior, cuyo legado, tan infinito como inspirador, abraza el paso del tiempo.
Este 2025, su maison, liderada por Maria Grazia Chiuri a nivel creativo, ahonda en su pasado para mirar hacia el futuro. Más allá del delicado equilibrio temporal, se centra en la esencia de la moda y su capacidad sumamente transformadora.
Para su colección Alta Costura primavera-verano 2025, la directora creativa rescató el recuerdo de dos siluetas determinantes en la historia de la maison: la Cigale, diseñada por Dior para la línea de Alta Costura otoño-invierno 1952-1953, y la Trapèze, concebida por el entonces jovencísimo Yves Saint Laurent, quien tomó el relevo de la dirección creativa de la casa tras el fallecimiento de Dior, en 1958.
Capaces de alargar la silueta, abrieron una nueva era estética cuyo impacto ha llegado hasta la actualidad. Ambas surgieron tan solo unos años tras el revolucionario New Look, que ya se había encargado de sellar el impacto de Dior en las retinas del mundo de la moda.
Adaptadas a las veleidades de nuestros tiempos, que, aun así, no dejan de reflejar el pasado, han resurgido a través de tejidos de muaré originales en conjuntos de chaqueta y falda, culottes de tul y diseños de proporciones lujuriantes.

Detalle de una de las siluetas de la colección de Dior. Laura Sciacovelli / Dior
La mujer Dior, a través de estas siluetas, oscila entre la delicadeza de una flor y el poder de un ave. Contrarresta el romanticismo de una amplia corola con un llamativo tocado punk mohicano. Luce diseños repletos de lazos, fruncidos y plisados en sorprendente armonía con crestas adornadas con plumas.
Hicieron gala de su savoir faire, creando todo tipo de volúmenes románticos: desde espirales operísticas y pliegues perlados hasta capas de gasa de seda elástica y ondas casi imperceptibles.
Esta hábil apuesta tiene un propósito claro: reforzar la visión de la heroína de nuestros tiempos, tan poderosa, como conquistadora y delicada. A la vez libre, audaz y mágica, luce la crinolina como una suerte de jaula fantástica en la que los hilos se mueven al son del movimiento.
Este halo de misterio también transparece a través de diseños como la capa, adornada con plumas, delicadamente elaboradas en organza o vestidos de corte largo, con un bordado tridimensional y un acabado de plata bruñida.
Asimismo, la transparencia cobra protagonismo por el intermediario del encaje, del tul y de los flecos, denotando sutileza. Los bustiers y las faldas drapeadas celebran el poder del volumen. El corsé desvela más que restringe, haciendo eco a esta eterna búsqueda de liberación del cuerpo de la maison.
El calzado, que serpentea por la pierna, con tiras o calcetines de redecilla, refuerza este concepto de metamorfosis a través de la moda. El juego de proporciones es la pieza definitiva de este gran puzle artístico: cada diseño y complemento encuentra su lugar de forma natural.
A nivel cromático, resuenan de forma especial las palabras de Christian Dior en esta propuesta de alta costura: “El negro es el color más halagador. Lo puedes usar a cualquier edad. Lo puedes usar casi para cualquier ocasión”. Hilo conductor de esta excepcional apuesta estilística, desempeña su rol con sobriedad y majestuosidad. Consigue el contraste perfecto con el blanco, como antónimo visual, y el oro, sublime en esencia, de gran importancia para la casa, como lo demuestra la continuidad de la mítica fragancia J’adore.
Otros tonos empolvados, como el rosa palo, brindan suavidad y romanticismo, reforzando este país de las maravillas estilístico, que también se presenta como un guiño a la infancia. Según la directora creativa de Dior, “es un momento muy formativo de nuestra existencia. Quien quiera realizar un trabajo creativo tiene que mirarlo con los ojos y el asombro de alguien que nunca lo ha visto antes para crear un aspecto de ensueño”.

El juego de volúmenes es clave en la colección. Laura Sciacovelli / Dior
Para completar esta narrativa visual, Maria Grazia Chiuri encargó a la artista india Rithika Merchant la creación de una instalación onírica, compuesta por nueve pinturas transformadas en prodigiosas obras textiles por Karishma Swali, los ateliers Chanakya y la Chanakya School of Craft.
The Flowers We Grew es, en este sentido, un reflejo del trabajo global de la artista, quien bebe de diferentes fuentes literarias y mitológicas para crear obras inspiradas en el pasado, sin dejar de estar ancladas en el presente. “Las semillas que plantamos en el pasado florecen en el presente”, afirma la creadora artística.
La sastrería, presente a través de levitas ajustadas, se suaviza con capas vaporosas de encaje y tul, volantes bordados y flores. Una fantasía de moda escapista, independiente del tiempo y de las restricciones, según la casa.
Los colores de esta composición, vivos y brillantes, completan la visión de una feminidad plural y libre, en la que la imaginación no tiene límites. Por ello, la instalación rinde homenaje a la fuerza de la mujer, haciendo eco al trabajo incansable en el sentido de la igualdad de la directora creativa de Dior.
Esta colección explora, por ende, una dimensión entre pasado y futuro. En ella, Chiuri extiende sus preguntas sobre la esencia de la Alta Costura, “esta profesión, hecha de vida y movimiento”, según Monsieur Christian Dior. Casi 80 años tras su creación, la maison sigue alabando el poder de la Alta Costura como una vía de expresión de sueños, deseos y aspiraciones, que reaviva las creaciones del pasado con una mirada actual