Penélope Cruz (50) y Javier Bardem (56): su exclusiva vivienda.

Penélope Cruz (50) y Javier Bardem (56): su exclusiva vivienda.

Interiorismo

La espectacular casa de lujo en Madrid de Penélope Cruz (50) y Javier Bardem (56): "Un refugio familiar y millonario"

Un oasis arquitectónico en Valdelagua: diseño contemporáneo, vistas a la sierra y discreción total como sello de su hogar familiar.

Más información: La exclusiva residencia de Úrsula Corberó (36) en el corazón de Barcelona: “Pocas casas tienen este encanto”

Publicada

Penélope Cruz y Javier Bardem han convertido su vivienda en Madrid en un refugio de paz donde crían a sus hijos, Leo y Luna, al abrigo del interés mediático. La privacidad es la piedra angular de su intimidad familiar.

Su casa está situada en la urbanización privada de Valdelagua, a unos 30 kilómetros al norte de Madrid. Este enclave ofrece lujo, seguridad y la tranquilidad que la pareja prioriza para su familia.

Diseñada por el estudio A-cero, la vivienda destaca por su arquitectura moderna, con espacios amplios e instalaciones premium como piscina, gimnasio, jacuzzi y jardín con vistas panorámicas.

Entrada de la urbanización.

Entrada de la urbanización.

Encuadrada en la sierra madrileña, la parcela de Penélope Cruz y Javier Bardem se halla en una urbanización exclusiva, Valdelagua. A solo veinte minutos del centro, combina naturaleza, intimidad y una exquisita calidad de vida.

Valdelagua alberga chalets de gran nivel, con estricta seguridad y diseño armonioso en medio de un entorno natural. Su localización, entre San Agustín de Guadalix y Colmenar Viejo, garantiza tanto proximidad como discreción.

La vivienda, diseñada por A-cero, estudio de Joaquín Torres, refleja un estilo contemporáneo con materiales nobles como piedra pulida, mármol y maderas exóticas. Un sello de elegancia, sofisticación y exclusividad.

En su interior, el hogar cuenta con piscina, gimnasio y jacuzzi, instalaciones pensadas para complementar el confort cotidiano. Rodeada por un gran jardín con vistas privilegiadas, conjuga bienestar y privacidad.

La seguridad es integral. Valdelagua dispone de vigilancia 24 horas, control perimetral estricto y escaso tránsito. Solo residentes privilegian ese nivel de protección y serenidad.

Este hogar responde al deseo de Cruz y Bardem de criar a sus hijos sin exposición mediática. De hecho, han insistido en dejar fuera del hogar cualquier símbolo de fama cinematográfica.

El entorno natural es clave. Al ubicarse en una colina, la vivienda ofrece panorámicas de la sierra madrileña que aportan serenidad y aislamiento visual frente al bullicio urbano.

Ellos han explicado que eligen vivir en España por aquí "los reconocen, pero los dejan en paz". La privacidad es una razón de peso para volver a sus raíces y criar a sus hijos con normalidad.

La familia ha mantenido un discreto estilo de vida desde su matrimonio en 2010. Con sus dos hijos, residen en este enclave sin exhibicionismos, concibiendo su hogar como un santuario personal.

Además, más allá de la arquitectura y el lujo, esta casa representa el equilibrio entre la vida profesional y la personal. La pareja, que ha logrado el reconocimiento internacional con premios como el Óscar y el Goya, encuentra en Valdelagua un punto de apoyo emocional para desconectar de la exigencia de Hollywood.

El inmueble se ha convertido en un símbolo de estabilidad. Tras una década juntos, Penélope y Javier han consolidado su familia en este entorno protegido, que refuerza su imagen de discreción y compromiso.

El diseño interior refleja su estilo personal: elegante pero funcional, con espacios amplios y mucha luz natural. La vivienda combina materiales nobles como el mármol y la madera, aportando calidez. Además, cuenta con instalaciones de ocio como piscina y gimnasio, pensados para el disfrute de la familia sin salir de casa.

Para ellos, el verdadero valor de la vivienda no está en sus lujos, sino en la tranquilidad de criar a sus hijos lejos del foco mediático. Este lugar representa un refugio íntimo en el que sus hijos pueden crecer sin ninguna presión mediática.

Además, el enclave está rodeado de naturaleza y con muchos estrictos controles de acceso, lo que garantiza la tranquilidad que tanto necesitan personas como ellos.