Tienda de Leroy Merlin.

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Interiorismo

Leroy Merlin cierra dos tiendas y 271 empleados se verán afectados: “Cuando se lleva aquí tantos años, es un golpe”

Los cierres se producirán en dos grandes establecimientos de París y afectará a más de 200 empleados, que serán recolocados, según Loïc Porry, director regional.

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La cadena de bricolaje Leroy Merlin ha anunciado el cierre de dos de sus tiendas más grandes en París, en los distritos Rosa-Parks (XIX) y Daumesnil (XII), programados para 2026. La medida golpea directamente a 271 trabajadores, quienes serán ofrecidos a recolocación. "El objetivo es proponer un puesto a todo el personal", aseguró Porry, director regional de París.

Ambas tiendas cerrarán sus puertas pese a haber registrado alrededor de 600.000 transacciones en 2024, una cifra significativa. Sin embargo, las ganancias no habrían sido suficientes para compensar unas pérdidas estructurales, que justifican su cierre.

De hecho, según la dirección de Leroy Merlin, los costes crecientes de alquiler y electricidad, sumados a un modelo de grandes superficies insostenible, han llevado a la compañía a replantear su estrategia en las ciudades.

La idea ahora consiste en apostar por formatos pequeños, tiendas urbanas especializadas de entre 100 y 250 metros cuadrados, más flexibles, cercanos al cliente y con menor coste de mantenimiento.

Este giro ya está implementándose en algunas localidades, y la empresa planea abrir nuevas tiendas bajo este modelo durante 2026, abandonando el formato tradicional de gran superficie.

El compromiso de Leroy Merlin es ofrecer puestos alternativos en otros centros del área metropolitana de París. Sin embargo, tal y como sabemos a través de Noticias Trabajo, para muchos trabajadores, esta situación llega como un mazazo: "Cuando se lleva aquí tantos años, es un golpe", confesaba Daumesni a Le Parisien, un empleado afectado, reflejando el coste emocional, además del profesional.

El cierre también amenaza el tejido comercial de los barrios. Pequeños comercios o cafés próximos a los locales afectados ya temen una bajada del tránsito de clientes y, por ende, de sus ventas. De hecho, un vecino confesaba al medio anteriormente citado: “Este tramo va a quedar muy vacío, no sé quién querrá instalarse aquí”.

En cualquier caso, el cierre de estas dos tiendas emblemáticas de Leroy Merlin evidencia un cambio más profundo en el modelo de consumo: grandes superficies tradicionales ya no resultan sostenibles frente al coste creciente del mantenimiento, el cambio de hábitos de compra y la preferencia por la proximidad.

El nuevo enfoque hacia tiendas pequeñas y especializadas, más ligeras, eficientes y adaptadas al entorno urbano, parece marcar la hoja de ruta de la compañía. Sin embargo, la transición genera incertidumbre en los trabajadores que pierden estabilidad, así como barrios que pierden dinamismo comercial, y clientes habituales que tendrán que adaptarse a los nuevos formatos.

En definitiva, el anuncio y el cierre de estas tiendas no solo refleja una simple decisión empresarial: marcan un punto de inflexión en cómo se entiende el comercio urbano, sus costes, sus empleados y su vínculo con la comunidad.

En cualquier caso, el calendario y el verdadero efecto sobre el comercio y el empleo están por determinar, ya que estos dependerán de lo que pacten la compañía, los sindicatos y las autoridades locales.