Catering para Navidad.

Catering para Navidad. iStock

Estilo de vida

Sandra, dueña de un catering: "Un pavo relleno con salsa por 420 euros para 12 personas es rentable en Nochevieja"

Cada vez son más los que optan por encargar un catering para las cenas de Navidad y así tenerlo todo a punto, con la mayor comodidad. 

Más información: María (86), abuela cocinera, da la clave para hacer el cordero perfecto: "Queda jugoso por dentro y crujiente por fuera"

Publicada

La Nochevieja se ha convertido en una de las fechas clave para el sector del catering en España. Cada año, más familias deciden dejar la cocina en un segundo plano y confiar la última cena del año a profesionales.

No es solo una cuestión de comodidad, sino de organización en un contexto marcado por agendas apretadas y una cesta de la compra cada vez más cara.

Sandra Boville, de Boville Catering, lo resume con claridad: la demanda para Nochevieja vuelve a estar en máximos. Los pedidos llegan con semanas de antelación y el perfil del cliente es cada vez más diverso, desde familias numerosas hasta grupos de amigos que buscan celebrar sin complicaciones.

La tendencia no es nueva, pero sí más intensa. Lo que antes se reservaba para grandes eventos se ha normalizado en el ámbito doméstico. La cena de fin de año ya no implica necesariamente cocinar durante días ni coordinar compras de última hora.

Para muchos anfitriones, encargar la cena es una forma de recuperar tiempo y energía. La planificación de una Nochevieja en casa implica pensar en cantidades, gustos variados y tiempos de preparación. Delegar el menú permite centrarse en otros detalles, como la mesa, la decoración o simplemente en disfrutar de los invitados.

Una demanda al alza

Sandra explica que cada vez recibe más encargos parciales. No todos los clientes piden el menú completo. Algunos optan solo por los entrantes, otros por el plato principal o los postres. Esa flexibilidad ha ampliado el público del catering, que ya no se percibe como un lujo, sino como un apoyo puntual.

El factor emocional también pesa. En una noche tan especial, muchos buscan asegurarse de que todo salga bien. Contar con platos probados y listos para servir reduce imprevistos y aporta tranquilidad, algo especialmente valorado cuando la casa se llena.

Desde el punto de vista empresarial, la Nochevieja es uno de los momentos más intensos del año. Las cocinas trabajan a pleno rendimiento y la logística se afina al máximo para cumplir con horarios muy ajustados. Según Sandra, los días previos al 31 de diciembre concentran una parte muy importante de la facturación anual.

El auge del catering va de la mano del crecimiento del consumo de platos preparados en España, que se ha disparado en las últimas dos décadas. Hoy, la comida lista para consumir forma parte habitual de la dieta, y en fechas señaladas como Nochevieja ese hábito se consolida.

Pavo en el centro de la mesa.

Pavo en el centro de la mesa. iStock

A ello se suma el encarecimiento de los alimentos frescos. Carnes, pescados y productos típicos de estas fechas han vuelto a subir de precio. Frente a la incertidumbre del mercado, muchas familias prefieren un presupuesto cerrado que evite sorpresas de última hora.

Sandra reconoce que los precios han tenido que ajustarse al alza para absorber el incremento de costes, pero subraya que eso no ha frenado la demanda. "La gente sigue encargando porque valora el conjunto: tiempo, comodidad y resultado", explica.

"En mi catering, te puede salir un vino español por 20 euros por persona, un cóctel completo por 30 a 40 euros persona y una cena sentada de 50 a 80 euros. En Navidad, por ejemplo, te puede costar 420 euros un pavo con su relleno, su salsa y todos los acompañamientos y es para 12 personas, con lo que sale por 37 euros y pico por persona", explica Boville la COPE.

Nuevas formas de celebrar

Los platos más solicitados para Nochevieja siguen siendo los clásicos que funcionan bien en grupo. Carnes asadas, aves rellenas, pescados al horno y cremas calientes encabezan los pedidos. Son elaboraciones pensadas para recalentar sin perder calidad y servirse con facilidad.

También crecen las propuestas de picoteo y cóctel, especialmente entre quienes prefieren una celebración más informal. Bandejas de aperitivos, entrantes variados y postres individuales permiten una cena más dinámica, adaptada a un consumo menos estructurado.

Más allá de la comida, el catering se ha integrado en una forma distinta de vivir las fiestas. La prioridad ya no es demostrar habilidades culinarias, sino compartir tiempo. En ese cambio cultural, la cocina deja de ser el centro del esfuerzo y pasa a ser un elemento más de la celebración.

Sandra lo tiene claro: la alta demanda de Nochevieja no es una moda pasajera. Responde a una forma de organizarse que ha llegado para quedarse. La última noche del año se sigue celebrando alrededor de la mesa, pero cada vez con menos fogones y más planificación.