Begoña Pérez, experta en orden y limpieza.

Begoña Pérez, experta en orden y limpieza. Sara Fernández

Estilo de vida

'La Ordenatriz' revela su truco estrella para limpiar la suciedad de los plumas sin meterlos en la lavadora

Estas chaquetas o abrigos acolchados son delicados a la hora de lavar, pero con dos ingredientes podrás eliminar restos de suciedad fácilmente.

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Ha llegado la bajada de las temperaturas y el momento de sacar los abrigos calentitos del armario que tanto esperábamos se presentó casi de repente. También han aparecido las nevadas y las pistas de esquí empiezan a llenarse. En este ambiente, los plumas empiezan a desfilar y a mullir los looks.

Este tipo de prendas, por el material con el que van rellenas, resultan delicadas para limpiar. Hay algunas que permiten meterlas en la lavadora —importante mirar bien el etiquetado—, otras admiten agua y productos suaves y las hay que necesitan tintorería.

La pregunta de esta semana del consultorio está relacionada con este tema. En ocasiones, manchas de crema o de maquillaje en los cuellos de nuestros plumíferos o restos de cualquier otra clase hacen que necesitemos quitar la suciedad de esa zona concreta.

Hay plumas que se pueden meter en la lavadora, otros no.

Hay plumas que se pueden meter en la lavadora, otros no. iStock.

¿Es posible conseguirlo sin estropear el abrigo en cuestión? Sí, y la experta lo demuestra nuevamente con uno de sus trucos estrella. El problema que presentan estos diseños es que las plumas que tienen en su interior —la mayoría contiene fibras sintéticas que las imitan—pueden estropearse al mojarse y exponerse a ciertos productos, por lo que se recomienda no lavarlo demasiado frecuentemente.

La solución es tan sencilla como efectiva. Para los 'lamparones' de grasa o similares necesitas 30 ml de amoniaco y la misma medida de agua. Haces la mezcla en un recipiente y a continuación coges una bayeta de microfibra recién limpia la humedeces y frotas la zona a limpiar.

Cuando compruebes que la suciedad ha desaparecido, mojas el trapo solo con agua y vuelves a frotar, realizando una especie de aclarado. Dejamos secar... ¡y listo!

En el caso de que quieras lavar el abrigo o cazadora de este material al completo hay dos opciones. Si puedes hacerlo a máquina, mételo solo sin otras prendas en un programa para ropa delicada y a 30 grados de temperatura como mucho; mejor en frío.

Usa un detergente líquido suave y no eches nunca suavizante u otros productos agresivos como lejía. Tampoco es muy recomendable el centrifugado, porque apelmaza las plumas. En todo caso, que sea un ciclo muy corto.

Si es a mano, llena de agua tibia un barreño, añade el jabón, sumerge el plumífero y masajea con suavidad sin frotar demasiado fuerte. ¿Está muy sucio? Déjalo en remojo un rato. Luego acláralo y tiéndelo en un lugar ventilado, sin que le dé el sol directamente, y sacude de vez en cuando para que las plumas se vayan soltando y no queden apelmazadas.