Joven camarera trabajando.

Joven camarera trabajando. iStock

Estilo de vida

Una hostelera no se corta y habla claro sobre la falta de camareros en España: "Los jóvenes no quieren trabajar"

La empresaria asegura que, a pesar de que los sueldos han subido, se trata de un oficio duro en el que se trabajan muchas horas.

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En pleno verano, con cifras récord de ocupación hotelera en España y terrazas abarrotadas, el sector de la hostelería vive una paradoja que desconcierta a muchos empresarios: hay más clientes que nunca, pero falta personal para atenderlos.

Una empresaria malagueña, a través de unas declaraciones recientemente realizadas, contaba su experiencia a una cadena de televisión española: "La juventud no quiere trabajar los fines de semana", afirmaba, tajante.

Esta declaración resume el sentimiento de muchos hosteleros que, año tras año, ven cómo la búsqueda de camareros se convierte en una carrera contrarreloj.

Este verano, la ocupación hotelera en España roza o incluso supera el 90% en zonas como Baleares, Comunidad Valenciana o la propia Costa del Sol. El gasto turístico también está en máximos históricos.

Pero el lado B de esta bonanza es la presión sobre bares, restaurantes y hoteles. "El cliente exige rapidez y calidad, y para eso hace falta personal. Si no lo tienes, el servicio se resiente y la reputación del negocio también", reconoce.

Pleno empleo pero sin trabajadores

En Málaga, uno de los epicentros turísticos de España, las estimaciones son claras. En lo que queda de verano harán falta hasta 6.000 empleados extra solo para cubrir la demanda.

"Necesitamos camareros, pero nos ponemos a buscar y no llegan", lamenta esta empresaria, que gestiona un restaurante en la Costa del Sol. Su negocio, como tantos otros, ha tenido que duplicar plantilla respecto al invierno y aun así, no da abasto.

En Cataluña, la situación es similar. Más de 100.000 contrataciones previstas en agosto, un 10% más que el año pasado. Pero la realidad, dicen los empresarios, es que muchos de esos puestos quedan vacantes.

'No es un problema de sueldo'

Según la hostelera, el argumento de que los salarios son bajos ya no es válido en muchos casos. "Hemos subido sueldos y mejorado las condiciones, pero cuesta encontrar a alguien que quiera trabajar fines de semana o en turnos partidos", asegura.

Y añade una reflexión que ha levantado polémica: "Muchos jóvenes priorizan su tiempo libre, lo cual es respetable, pero este sector funciona cuando los demás están descansando. Si no estás dispuesto a eso, es muy difícil que encajes".

Para ella, el problema es estructural: falta formación específica y, sobre todo, voluntad de adaptarse a las exigencias del oficio.

Un trabajo con salida laboral inmediata

La hostelería es uno de los pocos sectores donde se puede encontrar empleo casi de un día para otro, sin necesidad de una carrera universitaria.

Sin embargo, también es una de las profesiones más exigentes físicamente: jornadas largas, muchas horas de pie, trato constante con clientes y horarios que chocan con la vida social.

"Es un trabajo sacrificado, pero también muy gratificante si te gusta. Yo misma empecé como camarera con 18 años y ahora tengo mi propio negocio", explica la empresaria.

"El problema es que ahora muchos buscan trabajos de oficina o teletrabajo sin tener experiencia previa. Eso en este sector no existe", insiste.


La hostelera señala que existen cursos de formación en hostelería, certificados de profesionalidad e incluso programas públicos para incentivar el empleo juvenil en el sector. Pero, según ella, la respuesta es escasa.

"Muchos ni siquiera se presentan a las entrevistas. Otros vienen, prueban un día y no vuelven. No es un problema de que no haya trabajo, es que hay que querer trabajar", denuncia.

Cambio cultural en las nuevas generaciones

Algunos expertos señalan que las nuevas generaciones priorizan más el equilibrio entre vida laboral y personal, algo que choca con sectores como la hostelería, donde los picos de actividad coinciden con fines de semana, noches y festivos.

"Entiendo que no todo el mundo quiera trabajar así, pero entonces no podemos quejarnos de que no hay empleo", afirma la hostelera, convencida de que la clave está en ajustar expectativas: "Si quieres experiencia y un sueldo estable, este sector te lo da. Pero hay que poner de tu parte".

Las palabras de la empresaria han generado un debate. Algunos la apoyan: "Toda la vida trabajando fines de semana y nunca me ha pasado nada, hay que esforzarse", comenta un usuario. Otros, en cambio, la critican: "Si no encuentras camareros, es que las condiciones no son tan buenas como dices".

La empresaria lo tiene claro: "Esto no es para todo el mundo. Igual que yo no podría ser médico o ingeniera, hay gente que no está hecha para la hostelería. Pero el que se mete y lo hace bien, siempre tendrá trabajo".