Soy experta en dermocosmética y esta es la razón por la que no tienes que aplicar la vitamina C a diario

Hablar del cuidado de la piel es hablar de la vitamina C, un verdadero elixir con una fama merecida en el mundo de la cosmética, pero que también comparte podio con otros activos de renombre como el retinol. Con un importante respaldo científico y numerosos estudios centrados en la piel humana, la vitamina C, o ácido L-ascórbico, suele ser una de las mejores opciones cuando se trata de revitalizar y dotar de luminosidad a la piel o incluso para rejuvenecerla.

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Sin embargo, y a pesar de que su buena fama está justificada en España, es fundamental considerar que su impacto puede variar de persona a persona y saber cuándo nuestra piel la necesita realmente o si podríamos estar rozando el exceso con su aplicación.

La experta en dermocosmética, Ana Santamarina, explica algunos de los beneficios excepcionales de la vitamina C en la piel, pero también la forma más recomendada de incluirla en la rutina diaria.

Cómo influye la vitamina C en la piel

La vitamina C no solo ilumina la piel, sino que también trabaja activamente en contrarrestar los efectos del envejecimiento y promover la salud y la resistencia de la piel.

En el caso de la vitamina C pura, también conocida como ácido L-ascórbico, es un aliado perfecto para revitalizar y dar luminosidad a la piel que se ve apagada y desvitalizada, según la sugerencia de Santamarina. "Esta sustancia tiene la capacidad de combatir los radicales libres generados por la contaminación, la exposición solar o el humo del tabaco que causan el envejecimiento cutáneo (arrugas, pérdida de luminosidad, manchas, tono irregular, etc.). Y también tiene capacidad para inhibir la producción de melanina, lo que aclara el aspecto de las manchas", explica Santamarina.

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Además de sus propiedades antioxidantes, la vitamina C favorece la producción de colágeno: "el ácido L-ascórbico Interviene en el proceso de transformación de la prolina en hidróxido-prolina, proteína constituyente esencial del colágeno que actúa como sostén de las fibras de la dermis, aportándole resistencia a la piel y a la pared de los vasos capilares desempeñando un papel crucial en el proceso de transformación de la prolina en hidroxiprolina".

En cuanto al momento idóneo para empezar a disfrutar de sus beneficios en la piel, Ana Santamarina explica que "es difícil establecer un punto de inicio dado que la edad cronológica no es la misma que la biológica, pero podríamos decir que a partir de los 25 años sería beneficioso su uso ya que es cuando empiezan a proliferar las enzimas que degradan el colágeno (como la metaloproteinasa MMP-1) y una buena vitamina C ayuda a estimular su síntesis", concreta.

¿Por qué el uso diario de vitamina C no es necesario?

Sabemos que se trata de un ingrediente que otorga numerosos beneficios a la piel, pero a pesar de ello, en torno a esta vitamina existen numerosos mitos y desinformación y uno de ellos tiene que ver con su uso en la piel. Y es que, son muchas las personas que piensan que el uso de la vitamina C pura en la piel debe ser diario, algo bastante más alejado de lo que realmente nuestra piel necesita.

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"Se ha probado que la vitamina C cuando reúne las condiciones de ser pura, estar estabilizada y encontrarse en una concentración del 10-15% a un pH de 3.5 o inferior, crea un reservorio en la piel. Esto quiere decir que se acumula en sus células. Puede llegar a acumularse hasta 3 y 4 días, por lo que su uso diario no sería necesario", afirma la experta.

De hecho, aunque pueda parecer que un nivel más alto de vitamina C sería mejor, la realidad es que estas fórmulas pueden causar sensibilidad o ser menos eficaces si no se estabilizan correctamente. Cuando los productos tienen concentraciones de ácido L-ascórbico demasiado altas, la piel puede incluso llegar a experimentar irritación.

La vitamina C comparte similitudes con el retinol, ya que ambos son activos respaldados por numerosos estudios en relación con la piel humana. "Aún así, la vitamina C tiene una reputación bien merecida, pero es crucial tener en cuenta que su eficacia puede variar de una piel a otra".

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Y es que, aunque ha demostrado beneficios notables, no garantiza resultados uniformes en todos los tipos de piel. "Me he encontrado con personas a quienes no les beneficia y, aun así, continúan insistiendo. Siempre es aconsejable probar fórmulas diferentes pero como siempre digo, si es activo no es para ti y es mejor buscar otro que se adecúe mejor a tu piel”, detalla Santamarina.

En cuanto al producto de vitamina C que esta experta recomienda, este es el de la gama Radiant Travel de su línea cosmética. Un producto de vitamina C que actúa como tratamiento antiedad antioxidante, unificando el tono, aportando luminosidad y minimizando los signos de la edad.

¿Es mejor aplicar la vitamina C por la mañana o por la noche?

Llegados a este punto y teniendo en cuenta que la Vitamina C no es necesario aplicarla de forma diaria, sino cada 3 o 4 días dependiendo de cada tipo de piel, ¿cómo saber en qué momento del día es mejor aplicarla? Ana Santamarina explica que esta "puede usarse tanto en la rutina de la mañana como en la de la noche". Aún así especifica que "por la mañana es un gran antioxidante capaz de absorber el daño que los rayos UV causan en la piel. Por ejemplo, se ha comprobado que la combinación de 15% de ácido ascórbico con vitamina E reduce a más de la mitad la aparición de eritema solar", explica la experta en formulación. "Además, la vitamina C también puede proteger la piel de la contaminación", explica.

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"Me gusta especialmente aplicada por la mañana después de haber realizado un peeling con glicólico la noche anterior. De esta forma, la piel estará muy preparada para este activo y la piel se verá muy fresca y jugosa. También se crea una sinergia perfecta con el protector solar dado que la vitamina C pura posee propiedades fotoprotectoras, es muy antioxidante y junto con el FPS logra neutralizar esos radicales libres que se forman debido a la radiación UV", remata.

"En el caso de haberte sometido a un láser fraccionado, recomiendo su uso dos veces al día dado que ayuda a una mejor cicatrización". Y es que, es importante destacar que la vitamina C no solo es versátil en su uso diario, sino que también demuestra su utilidad específica en situaciones post-tratamiento, brindando apoyo adicional para una recuperación óptima de la piel.