Lola Sopeña, experta en estética.

Lola Sopeña, experta en estética. Miguel Ángel Fernández

Belleza

Lola Sopeña, gurú de la belleza: "Cuidado con el estropicio de algunos retoques"

Con la retirada de las mascarillas, las citas a los centros de estética han aumentado. La fundadora de Clínicas Lola Sopeña nos explica los tratamientos más demandados.

14 mayo, 2022 03:26

Noticias relacionadas

Lola Sopeña nos recibe en su clínica de estética situada en el barrio de Salamanca. Los casos de dermatitis, las reacciones alérgicas y los problemas de acné se han multiplicado en estos dos años de pandemia, y ahora se buscan soluciones rápidas. “La mayoría de estas afecciones vienen motivadas por el contacto de la dermis con el tejido de la mascarilla durante muchas horas”, asegura la experta en estética.

La gente se comienza a preocupar por la zona de la boca. Esta parte que teníamos más escondida con la mascarilla está más descuidada. Al igual que la zona superior de la cara, formada por ojos y cejas se han cuidado mucho, ahora preocupa sobre todo, el volumen de los labios, el código de barras, la flacidez y los surcos nasogenianos”, confirma Lola Sopeña.

La clínica madrileña recibe pacientes de toda España y de otras partes del mundo, buscando la calidad de sus cirujanos y la relación calidad-precio de sus tratamientos. Esta emprendedora, que se ha dedicado durante mucho tiempo al mundo de la publicidad, la moda y el cine, lo dejó todo para abrir su centro.

Lola Sopeña en su clínica de estética.

Lola Sopeña en su clínica de estética.

"Empecé trabajando como modelo con 16 años y como soy muy emprendedora, cuando tenía 24 abrí mi primera agencia de modelos, que llegó a ser una de las más importantes de España".

"Paralelamente, comencé a trabajar como directora de casting. También estuve en Londres como productora ejecutiva durante muchos años, hasta que definitivamente aposté por el centro de estética".

Y añade que: "En el año 92, cuando monté la agencia, a las que yo llamo ‘las pioneras’ se les hacían ‘arreglillos’ en la cara que les quedaban mal. Entonces se utilizaban siliconas líquidas y demás, que no tienen nada que ver con lo que hacemos ahora".

"Ahora preocupa sobre todo, el volumen de los labios, el código de barras, la flacidez y los surcos nasogenianos"

"Tengo un concepto de la estética y de la belleza muy arraigado porque al tener la experiencia en castings y modelaje, al final sabes qué funciona y qué no. Sobre todo, en lo que se refiere a los retoques, hay que tener muchísimo cuidado porque se puede hacer mucho estropicio, como hemos visto en algunas actrices".

Han pasado 12 años desde que Sopeña se metió en este sector para invertir. "Abrí la clínica porque vi toda su proyección y sus posibilidades. Éste es sin duda el futuro".

"Hoy tenemos una sociedad muy longeva. Nos morimos con 95 y 100 años. Hoy una mujer con 50 o 60 años está estupenda. Yo tengo 54 años… Y tengo amigas con 60 que están genial", asegura.

"Ahora, todo el mundo se quiere meter en este sector, ya sean fondos de inversión o inversores particulares. Supongo que al final, se producirá una limpieza natural y se quedarán los buenos. Es un negocio complicado porque estamos hablando de salud y de medicina. Aquí no vale cualquiera", confirma.

"Antes de ser experta en belleza he sido consumidora. Me he rodeado de muchas actrices y modelos que también son consumidoras. Desde que puse en marcha la clínica, entiendo perfectamente lo que la paciente quiere. Los médicos utilizan tecnicismos que muchas veces no entienden", dice.

Pregunta: ¿Cómo podemos preparar la piel tras quitarnos la mascarilla?

Respuesta: Nosotros aconsejamos un tratamiento al que llamamos Bring Back que permite recuperar la piel, tras tanto tiempo sufriendo por el uso de la mascarilla. Incluye una limpieza con punta de diamante, una mascarilla que nutre con activos concentrados, maderoterapia, y para terminar se somete el rostro a una sesión de radiofrecuencia facial que deja la piel muy luminosa.

¿Aumentan los tratamientos menos invasivos?

A nivel facial sí, pero a nivel corporal cada vez se piden más cirugías. En el centro trabajamos con la técnica colombiana, brasileña y venezolana porque nos gustan mucho como trabajan estos cirujanos. En Colombia es una locura y todo el mundo se opera. En Venezuela a los 15 años les regalan el pecho a las niñas.

En España no es así, pero estamos en un cambio de paradigma y perdiendo el miedo a la cirugía, porque es muy avanzada y se hace muy bien. En corporal, por ejemplo, España tiene el récord de Europa en liposucción y cirugía de pecho.

"Las que vivimos en la ciudad tenemos peor la dermis. Madrid es una ciudad muy seca y contaminada y la piel sufre más"

También tienes una Línea de Dermocosmética...

Eso es. La lanzamos porque había muchas pacientes que tras los tratamientos nos preguntaban qué podían utilizar en casa. Hablamos con un laboratorio para que los fabricara, y estos productos farmacéuticos son de muchísima calidad a un precio asequible. Es importante continuar los tratamientos en casa. Nuestra línea no contiene parabenos, es suave y respetuosa con el pH de la piel.

¿A qué tipo de tratamientos te sometes cada año?

Una vez al año me realizo Radiess, un relleno dérmico que atenúa las arrugas y pliegues aportando volumen y estimulando la producción de colágeno natural. También me aplico bótox dos o tres veces al año.

¿Qué rituales no pueden faltar en casa diariamente?

Es básica la limpieza por la noche, aunque no te hayas maquillado, y después la nutrición. Las que vivimos en la ciudad tenemos peor la dermis. Madrid es una ciudad muy seca y contaminada y la piel sufre más.

¿A favor de envejecer bien?

Envejecer con dignidad y llena de arrugas me parece una tontería porque no eres más digna tú que yo porque tengas más arrugas. Tengo 54 años y no voy a competir con una chica de 25. Esas señoras que no quieren tener ni una arruga acaban siendo muñecas de plástico. Creo que hay que saber envejecer bien. Yo quiero estar estupenda todo el tiempo posible y me siento super digna. El envejecimiento no me preocupa. Si no envejezco es que no estoy viva...