El sector servicios es sin duda uno de los pilares básicos de la sociedad. Tanto económicamente como a nivel de calidad de vida, poder recurrir a profesionales que nos faciliten el acceso a los recursos es esencial. Sin embargo, es también un sector en muchas ocasiones menospreciado y que cuenta con grandes divergencias entre hombres y mujeres. Mientras algunos trabajos están muy masculinizados, otros se componen casi al 100% por mujeres en condiciones laborales precarias

No obstante, con disciplina y esfuerzo, muchas mujeres lideran estas tareas esenciales. Por eso, y con la vista puesta en el Día Internacional de la Mujer que se celebrará el próximo 8 de marzo, MagasIN entrevista a ocho mujeres con trabajos muy distintos, -autónomas, de transportes, seguridad, limpieza y construcción- sobre sus experiencias, la igualdad y las luchas que nos quedan por librar. Todas ellas, responderán a las siguientes cuestiones:

1. El próximo 8 de marzo celebramos el Día Internacional de la Mujer ¿se ha encontrado alguna dificultad u obstáculo en su carrera por ser mujer?

2. ¿Hemos avanzado en igualdad?

3. ¿Qué mensaje enviaría a las mujeres jóvenes?

4. ¿Qué tenemos que reivindicar este 8 de marzo?

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    Darinka Garay, directora de su clínica médico-estética

    Darinka Garay es peruana, pero llegó a España hace más de 15 años (concretamente en 2005). Es médico cirujano y, después de estudiar la carrera en Lima, realizó rotaciones en el Hospital La Paz de Madrid. Decidió continuar estudiando y realizó el MIR, especializándose como anestesista. Trabajó en varios hospitales y mientras tanto siguió formándose con un máster en Medicina del Dolor y otro en Medicina Estética. 

    Instaló una pequeña consulta mientras seguía trabajando en el hospital y, gracias al aumento de pacientes, en 2018 pudo dar el salto y abrir su propia clínica (Clínica Dra. Darinka Garay, calle Arturo Soria 263, Madrid). Actualmente cuatro personas trabajan con ella, incluida su madre que es "un pilar fundamental y prácticamente la directora".

    1. La verdad es que podría decir que he tenido algunos obstáculos por ser mujer, aunque no de una forma muy marcada. En mi especialidad hay mucho hombre y estuve en un hospital en el que a veces, cuando por ejemplo había cirugías largas, preferían que estuviese un anestesista hombre. Decía: 'No, mejor tú pásate a ojos o ponte en mamas...', aunque yo les decía que también podía hacerlo. Gracias a Dios, teníamos una jefa que ayudó mucho porque ella mantenía de que se respetaran los turnos y se respetara la programación de los quirófanos.

    2. De un tiempo aquí yo creo que en los últimos años sí que estamos avanzando. La mujer está siendo mejor tratada, está ocupando su sitio de forma más participativa, va teniendo más cargos de responsabilidad que hace que sea valorada y pueda tener las mismas oportunidades que los hombres.

    3. A las chicas jóvenes les diría que sean perseverantes, que siempre tengan claro su objetivo, que piensen siempre en ellas. Las mujeres valen mucho y deben tener en mente que todo lo que nos propongamos lo conseguiremos, pero hay que luchar siempre por nuestros objetivos. En esta vida, la perseverancia y el esfuerzo te dan muy buenos resultados, con eso vamos a alcanzar el éxito.

    4. Para el futuro creo que nos queda seguir luchando por la igualdad de género para conseguir las mismas oportunidades de trabajo.

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    Virginia Maté Calle, maquinista jefe de Renfe

    Virginia Maté pasó de trabajar en el sector del turismo al del transporte y lleva 10 años como maquinista en Renfe de Madrid. Nunca se había planteado dedicarse a eso, pero al dejar su profesión y "hablando con familiares", vio que podía ser una buena oportunidad. Aprobó el curso y desde entonces conduce los trenes del Cercanías de Madrid. 

    1. No dentro de la empresa no tenemos ningún tipo de problemas de ascensos nada. 

    2. Es muy difícil llegar a un 100% de igualdad en un sector en el que antes solo había hombres, pero desde que yo entré hasta ahora se ha producido un cambio bastante grande. Antes solo se entraba a través del Ejército y además luego hubo muchos años en los que no entró personal de fuera; yo fui de la tercera promoción de maquinistas. Entonces claro, hasta que se volvieron a sacar plazas y teniendo en cuenta que hace 30 o 40 años solo entraban personas del Ejército, donde no había mujeres... No obstante, cada año se ve a muchas mujeres entrando en las promociones nuevas, cada vez hay más.

    3. Yo diría tanto a mujeres como a hombres que luchen por sus sueños, por aquello que quieren. Con trabajo y con perseverancia todo se puede conseguir en la vida y llegar las metas que quieres lograr.

    4. Pienso que hemos avanzado mucho desde nuestras abuelas hasta ahora y eso lo tendríamos que valorar también. Igualmente, tenemos que conseguir llegar a la igualdad en niveles salariales y que no existan los techos de cristal.

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    Laura Baquero, CEO y fundadora de 'Ella Construye'

    Laura Baquero nació en Talavera de la Reina, pero se crio en Extremadura y lleva más de una década en Madrid. Es arquitecto superior especializada en interiorismo con 13 años de experiencia, y en 2018 fundó Ella Construye, una empresa de reformas que busca integrar a la mujer en el sector de la construcción.

    "Veía que había una carencia de mujeres en los oficios de la construcción y empecé a querer integrar a mujeres en mis obras para darles las mismas oportunidades. Ese año me presenté al concurso de emprendedoras del Ayuntamiento de Madrid y me dieron el segundo premio. Ahí registré la marca y comencé el proyecto", explica.

    Ahora está centrada en la formación para animar a las mujeres a dedicarse a la construcción ya que "existe una enorme carencia de mano de obra en el sector". A través de un proyecto desarrollado con Sika, Baquero ha conseguido que, por el momento, 60 mujeres empiecen su carrera. 

    1. Yo me he sentido más insegura cuando era más joven porque, además de más joven e inexperta, era mujer. Pero en principio tampoco me daba tanta cuenta de que esos obstáculos eran por ser mujer, me parecía que eran más por inexperiencia. En las carreras técnicas, las que somos arquitectas o aparejadoras, hay muchísimas, yo creo que ahí se han superado ya muchas barreras. Es en los oficios de la construcción donde existe una fuerte desigualdad, ya sea por tradición o porque las mujeres no se ven capaces a sí mismas de realizar ciertos trabajos.

    Tradicionalmente se ha hablado de la fuerza física y sí que es verdad que las mujeres y los hombres somos diferentes, pero todas las personas somos diferentes. Hay hombres que no son fuertes y mujeres que sí y que se quieren dedicar a la construcción, no lo veo como un problema. En cualquier caso, las oportunidades tienen que ser las mismas para unos y para otros. El reto ahora mismo es concienciar a la sociedad, al empresario y a la propia mujer, de que ellas también pueden realizar un trabajo de construcción.

    2. Pues yo fundé Ella Construye hace casi cuatro años y ahora me resulta más fácil encontrar mujeres. En este sentido, creo que hemos avanzado. En cualquier caso, en la construcción solo hay un 8% de mujeres y con la pandemia ha bajado, antes era un 8,8%. Pero bueno, no sé si es una percepción mía porque estoy en esto y me contactan o porque realmente hay más, pero mucha gente se me acerca y me hice: 'el otro día vi en una obra al lado de mi casa a dos mujeres'... Entonces bueno, al menos la gente de mi alrededor se fija y dicen que hay más. 

    3. Yo les diría que pueden hacer lo que quieran sin reparar en estereotipos. Creo que cada una tiene que conocerse a sí misma, observar cuáles son sus virtudes y capacidades e ir a por lo que hacen bien. Por suerte hoy en día tenemos cada vez más referentes de mujeres que han luchado y luchan por su lugar, que son visibles gracias a las redes sociales y que sirven como ejemplos para otras.

    4. Para mí el día de la mujer son todos los días del año y creo que hay que luchar día tras día para conseguir un mundo más justo en el que las oportunidades sean las mismas para todas las personas. El día 8 de marzo tiene que servir para recordarle la sociedad que todos y todas merecemos las mismas oportunidades para idear nuevos proyectos y propósitos, y para trabajar en ellos durante el resto del año.

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    Myriam Barros, camarera de piso

    Aunque sus padres son gallegos, Myriam Barros nació en Uruguay. En el año 2000 se trasladó de Galicia a Lanzarote y durante años trabajó en el sector hostelero como camarera. Sin embargo, en 2007 se convirtió en camarera de piso para poder conciliar de forma más sencilla la vida familiar y laboral. 

    Barros se define a sí misma como "sindicalista toda mi vida", por lo que cuando entró en el mundo de la limpieza y vio las condiciones de trabajo, no dudó en ponerse manos a la obra para exigir mejoras. Se metió en un grupo de Facebook de las Kellys donde muchas trabajadoras contaban sus experiencias, y rápidamente comenzó a darles voz. "Había muchísimo miedo. Las camareras de piso, muchas eran inmigrantes o las únicas que trabajaban en la familia como madres solteras que no podían perder su puesto de trabajo", explica.

    El 8 de marzo de 2016, las Kellys realizaron en la isla canaria su primer acto público, y a partir de ahí su lucha se fue extendiendo por toda España y saltó a los medios de comunicación. Unas reivindicaciones en las que Barros sigue trabajando junto a sus compañeras.

    1. Cuando trabajaba en hostelería como camarera, te puedo decir que todos los puestos importantes normalmente eran para hombres. Las mujeres éramos ayudantes de camarera o camarera, y no pasábamos de ahí. Cuando pasé a ser camarera de piso, lo que me llamó la atención es que era un colectivo con un 99% de mujeres; no había hombres pese a que es un trabajo sumamente duro para la composición física. Otra cosa que noté es que, por ejemplo, cuando vino la crisis, el único departamento que externalizaron fue el de camareras de piso, aunque es una parte estructural de la empresa.

    También que las camareras de piso son las únicas trabajadoras que tienen un pacto por escrito de obligado cumplimiento. Un camarero entra a trabajar y no le dicen: 'Mira tú, hasta que no vendas 20 Coca-Colas no te vas'. Pero a la camarera del piso que ponen por escrito que hasta que no hace 26 o 27 habitaciones no se puede ir. Y por último, que por ejemplo, las camareras de piso no tenían reconocida ninguna enfermedad profesional. Después de reunirnos con Rajoy en la Moncloa, lo que pasó fue que se nos incluyó en una lista de enfermedades profesionales de camareros y cocineros, pero no se hizo una para nosotras. Esto era discriminación súper clara.

    2. ¿Que si hemos visto avances en igualdad? Sí. Pero también somos conscientes de que tenemos que estar peleando continuamente. Básicamente lo que están haciendo es ponernos tiritas donde tenemos fracturas. Por ejemplo, ahora ha sido muy sonado lo de las camas elevadoras que han puesto en Menorca o en Mallorca. Ahí lo que están haciendo no es cortar una lesión, sino que la están cambiando de sitio porque de esa forma tú las elevas y los movimientos, en vez de pasarte a la cintura, te van a pasar a los hombros. En este sentido, nosotras creemos que hay otro problema de género: mucho hombre buscando soluciones para las mujeres. ¿Por qué no cuentan con nosotras? ¿Por qué no nos preguntan qué es lo que necesitamos? 

    3. A las jóvenes les diría que no tenemos nada ganado y que si queremos seguir manteniendo lo que tenemos, nos queda mucho, pero mucho que pelear.

    4. Nosotras luchamos por la igualdad, pero por la igualdad real y como estamos hablando hoy, ya vemos que no la tenemos ni hemos en ningún sentido. Saldremos a la calle y estaremos luchando todo el tiempo que haga falta porque somos muy conscientes, como te decía antes, de que nos queda mucho por luchar y de que no nos podemos estar quietas. La ultraderecha está ahí amenazándonos constantemente y parece que todo lo que hemos conseguido se ve amenazado en dos o tres días. Por nuestra parte, seguiremos luchando, reivindicando, saliendo a la calle y reclutando mujeres para que no retroceder ni un paso.

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    Fatou Dieng, autónoma

    Fatou Dieng llegó a España, desde Senegal, en 2011. Había terminado el Bachillerato en su país natal y decidió emigrar para continuar estudiando. Su objetivo de ir a Francia se vio truncado por los problemas burocráticos, así que se asentó en Bilbao, donde ya tenía familia. Aprendió español y después realizó un grado superior de Comercio Internacional.

    De nuevo, los problemas de papeleo le impidieron seguir trabajando en la empresa donde había hecho prácticas, así que buscó otros trabajos. En 2019, embarazada de su segunda hija y después de quedarse en el paro, tomó una importante decisión: montar su propio negocio.

    "Mujer, africana y con dos niños aquí, veía que para encontrar trabajo era súper complicado. Entonces decidí apostar por el proyecto de Ker Fatou y tener algo mío. Así por lo menos podría adaptar mis horarios y ser mi propia jefa", cuenta a MagasIN.

    En Ker Fatou, que significa 'la casa de Fatou', vende productos africanos y su idea es que, además de una tienda, sea "un lugar de encuentro". "Las telas están hechas por mujeres en Senegal y la gente viene, pregunta y conoce toda esta historia que hay detrás. Se da a conocer esta diversidad que hay en Bilbao".

    1. Yo me he encontrado obstáculos por ser mujer y por ser inmigrante. Ha sido muy complicada la puesta en marcha de la empresa porque me he encontrado con problemas administrativos por ser lo que es inmigrante. Y después, cuando la gente viene me pregunta: ¿quién está detrás? ¿Quién te está ayudando? Como dando a entender que como que soy mujer e inmigrante no soy capaz de montar sola una tienda.

    Y por ejemplo, este año había un chico que venía en vacaciones para apoyar y cuando la gente venía y se dirigía a él. Es como que si hay un hombre y una mujer, pues el jefe tiene que ser el hombre. Eso está muy interiorizado.

    2. A ver, evolución, sí que hay. El problema es que va lenta porque hay cosas que hoy en día no deberían seguir pasando. Y en mi caso como inmigrante y mujer veo el racismo y el machismo. Al final hay días que dices: esto no puede ser, la gente realmente no entiende... Por eso tenemos que seguir luchando y saliendo a la calle, no podemos quedarnos como estamos. 

    3. A las chicas jóvenes les diría que de sigan luchando porque sin la lucha de las anteriores no habríamos llegado donde estamos ahora. Debemos seguir para que nuestros hijos puedan estar en otro punto. Somos el motor de cambio y nos toca a nosotras.

    4. Yo creo que la igualdad debe ser también antirracista. Es algo muy, muy, muy, muy, importante. A veces estamos dentro del feminismo, a nosotras, que somos cuerpos negros, no tiene en cuenta nuestras necesidades. Somos mujeres también y esta lucha tiene que abarcar a todas las mujeres. Si solamente es para unas mujeres y otras no... Todas tenemos que sentirnos arropadas y formar parte de esta lucha. Por eso, el feminismo tiene que ser antirracista. Si no, no vale. 

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    Pepa Sanz Alonso, gerente de la Delegación Centro de ILUNION Seguridad

    Pepa Sanz estudió Criminología con la intención de opositar y dedicarse a la seguridad pública. Sin embargo, durante la carrera descubrió su interés por la seguridad privada y comenzó a buscar prácticas en el sector porque "precisamente es un sector muy masculino y estaba convencida de que me iba a costar encontrar mi sitio".

    Empezó en ILUNION Seguridad con una beca de tres meses y ya no se movió de allí. A sus 31 años, lleva casi una década trabajando en la misma empresa, donde ha ido asumiendo cada vez más cargos de responsabilidad. Al principio, se dedicó a hacer auditorías de seguridad y, después de tres años, le ofrecieron la gerencia de todas las líneas de negocio de Aragón. Dos años más tarde volvió a Madrid como gerente del lote de Seguridad en filtros de pasajeros del Aeropuerto de Madrid, al cargo de unos 1.200 trabajadores. Otros dos años después, volvió a asumir un nuevo reto, que es en el que se encuentra embarcada ahora mismo: la gerencia de la delegación Madrid.

    1. Pues mira, afortunadamente yo he caído en una empresa en la que en absoluto hay ningún tipo de dificultad, ni discriminación, ni de diferencias entre hombres y mujeres. Es verdad que desde que empecé se nota que han cambiado las cosas, pero sí que he tenido algún enfrentamiento feo o machista. Al final, nada te quita de poder recibir comentarios.

    2. Sí hemos avanzado, de hecho, literalmente cada vez tenemos más compañeras, mujeres y más clientes, mujeres. Se nota muchísimo porque este sector es muy masculino en general, y no solo en la empresa, sino en el propio cliente. Nuestros interlocutores históricamente han sido hombres, pero cada vez se ven más mujeres, lo que, por cierto, da bastante alegría. Además, desmonta el mito ese de que las mujeres hablamos mal de las mujeres. Mi realidad es que hay mucha sororidad.

    3. A las jóvenes les diría que sean valientes, que no se amilanen por nada, que las cosas cambian aunque hay que pelearlas. Que no se callen, porque además las cosas se pueden decir de muchísimas maneras. Que no duden de sí mismas en ningún momento y que persigan sus objetivos, sus sueños. 

    4. Creo que nos quedan muchísimas cosas por las que luchar. Opino que debe celebrarse el Día de la Mujer porque aún hay gente que ni siquiera entiende realmente lo que es ser feminista y eso te indica que todavía hay mucho que hacer. Para cambiar las cosas y que realmente haya igualdad, hay que levantarse, hay que alzar la voz.

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    Madhavi Navarrete, autónoma y artesana

    Madhavi Navarrete es cofundadora de Col & flower Granada, una tienda de artesanía hecha con reciclaje ubicada en el corazón del barrio del Albaicín. Junto a su compañero Luca, Navarrete creó Col & flower Granada después del confinamiento, teniendo como filosofía de negocio la sostenibilidad, la ecología y la proximidad.

    "Es una tienda de alimentación ecológica que ofrece productos locales y a granel, donde una de nuestras principales consignas es Residuos Cero, que la clientela llegue a casa con más comida que basura y una de las garantías para que esto suceda es cuando el producto es local, de temporada y ecológico", explica.

    Y subraya que no se trata de un mero greenwashing. Por ejemplo, una de las cosas que más llama la atención a los cientos de turistas que llegan sedientos es encontrarse con un cartel de "No vendemos agua". "A cambio, ofrecemos rellenar su botella de manera gratuita. Porque intentamos ser coherentes y no tenemos una ecotienda sólo para vender".

    1. La conciliación familiar es pan de cada día, la respetabilidad de nuestras propuestas, proyectos y logros ante organismos e instituciones, el respeto por mantener un espacio no mixto en nuestra asociación, entre otros.

    2. El día a día es una lucha por la igualdad, la igualdad en el trato o en la credibilidad por poner un ejemplo. Avanzamos poco a poco y vemos logros, pero queda muchísimo para hablar de una igualdad real.

    3. ¡Tú puedes! Desarrolla ese proyecto que tienes, vence los obstáculos que te pone el patriarcado, rodéate de personas despiertas que creen en tu proyecto.

    4. El 8-M es un día para reivindicar y hacer que la sociedad escuche nuestras luchas, una larga lucha contra todo un sistema patriarcal y capitalista que nos rige y manipula a su antojo, las feministas somos la resistencia.

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    Lidia Barrio, jefa de Gestión del Servicio de EMT

    Lidia Barrio es licenciada en Ciencias Económicas y tiene un MBA por la Universidad Alfonso X el Sabio. Ha desarrollado toda su carrera en el sector del transporte vinculada al área de operaciones. En 2008 pasó del sector privado a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) donde ha ejercido diversos puestos como gestora de un Centro de Operaciones o jefa de área de Planificación y Programación.

    Actualmente está al frente del área de Gestión del Servicio y entre sus responsabilidades está la gestión del Centro de Control de EMT, todo el personal de operaciones en calle o el Servicio de Ayuda al Estacionamiento.

    1. El área que dirijo lo formamos un equipo de más de 300 personas dedicadas a velar por el buen funcionamiento del servicio de autobús en la ciudad de Madrid. La dimensión de este servicio es enorme; EMT es la mayor empresa pública de transporte en superficie de España y trabajamos 24 horas y 365 días para asegurar la movilidad de los madrileños. Cada día nos enfrentamos a la gestión de más de 1.300.000 viajeros que nos eligen para moverse; es una gran responsabilidad.

    2. Llevo más de 20 años en el sector del transporte y, en este tiempo, el avance de la mujer ha sido muy importante. En mi área, el de la operación, en el comienzo de mi carrera ser mujer era algo excepcional. Actualmente hay más mujeres en puestos de responsabilidad, pero seguimos siendo una minoría.

    3. El ámbito del transporte es un sector muy dinámico, con grandes desafíos y constante innovación. Ofrece unas perspectivas laborales estables y una buena proyección profesional para las mujeres. Las circunstancias actuales suponen una buena oportunidad para que la mujer ocupe, al fin, el lugar que le corresponde en el mundo de transporte.

    4. El 8 de marzo es un día para poner en valor el camino recorrido por la mujer. El reto sigue siendo seguir trabajando por la igualdad y para fomentar su empleabilidad y sus perspectivas profesionales.