Un padre abriendo su regalo.

Un padre abriendo su regalo.

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El San José más solitario de la historia: sin comida familiar y con ‘Amazon’ en la puerta

La cuarentena y el confinamiento obligatorio hace que este Día del Padre se celebre a distancia y de manera virtual

19 marzo, 2020 01:58

"En 34 años es la primera vez que no voy a ver a mi padre este día". Todos los años, Sandra Berlanga guarda unos días de vacaciones para ir a su Valencia natal por estas fechas. Sandra vive en Madrid, pero las Fallas de Valencia son una fiesta ineludible y la comida familiar del 19 de marzo, una tradición que se ha mantenido a lo largo de los años. Hasta que llegó 2020, el coronavirus y el confinamiento obligatorio.

"Es el primer año en que no voy a estar allí. Cada 19 de marzo nos juntamos toda la familia de mi padre y nos vamos a comer fuera, lo celebramos siempre juntos, pero ahora…", cuenta al otro lado del teléfono. Ahora quedan las llamadas por teléfono, los Whatsapp, el Skype. "Ya que estamos todos en casa intentaré conectarnos a todos por Skype… pero mis abuelos no tienen ordenador, no van a poder estar, no es lo mismo", dice. "Se pierde un poco la magia del día… o lo haremos otro día ya lo dejamos para el año que viene".

El confinamiento obligatorio ha traído la soledad, el aislamiento social y la preocupación por los mayores, que son grupo de riesgo. Las tradiciones familiares no resisten a una cuarentena y hay que buscar nuevas maneras de estar cerca, nuevas formas de celebrar hasta que las normas nos permitan acercar los cuerpos y fundirlos en un abrazo de nuevo.

"Las celebraciones familiares son un rito para reforzar el sentimiento de pertenencia y unidad. Las fechas especiales de reunión existen para renovar el vínculo y mantenerlo a lo largo del tiempo", señala Gerardo Meil, presidente del Comité de Investigación de Sociología de la Familia de la Federación Española de Sociología.

"En una situación de confinamiento como la que estamos viviendo, hay un marco interpretativo nuevo que justifica las ausencias, que nos permite entender que lo correcto es estar lejos, no juntarse y posponerlo como el resto de vida social, mientras buscamos nuevas fórmulas de estar presentes", dice.

Sol Moreno está todavía pensando en cómo va a sorprender a su padre. La cena de todos los años no se puede celebrar, así que habrá que innovar. "He pensado en enviarle un desayuno a casa. O quizás un libro electrónico para que pueda leer y entretenerse estos días". Su hermana vive cerca de sus padres así que tampoco descarta la posibilidad de "que se acerque y le deje algún regalito colgando en la puerta y se vaya corriendo", dice mientras se ríe al teléfono.

Estrategias anticontagios y que sirven para dejar constancia del afecto que les une. Los regalos, que antes se buscaban con ansia en las tiendas días antes del 19 de marzo, ahora se buscan en internet para que le lleguen a tiempo y sean la sorpresa que compensa la ausencia física.

Compras online

Un estudio reciente de Google señala que las búsquedas de "regalos Día del Padre" han aumentado un 244% frente al año anterior. El estudio revela también que son las mujeres las que más compran: un 51% de ellas frente al 43% de ellos. Sin embargo, son ellos los que más gastan: una media de 52 euros frente a los 43 que gastan ellas. Sobre el tipo de regalo pretendido, la mayoría (un 30%) pretende que sea útil, un 28% que sea emotivo y un 28% simplemente que guste.

Entre los más buscados están la ropa y los complementos, las experiencias (viajes, restaurantes, catas), perfumes y productos de belleza, productos culturales (libros, música, conciertos) o tecnológicos.

"Está claro que todo el consumo se va a ver afectado en esta situación: no se va a salir a comer ni a cenar y tampoco se harán regalos relacionados con experiencias o viajes porque vivimos con mucha incertidumbre", analiza el economista Javier Santacruz. "Ésta es una oportunidad para el comercio electrónico que se verá impulsado seguramente, con más compras y más pedidos de entregas a domicilio. Será una explosión que hará madurar el sector de golpe", dice.

Nuevas formas de consumo que terminarán quedándose incluso cuando la situación se normalice. "A medio plazo seguro que van a cambiar los hábitos de compra. Es una crisis que servirá de palanca para un cambio de hábitos y el impulso al sector del e-commerce”, asegura el economista.

Daniel Durán está pensando en regalarle un libro electrónico a su padre. Los regalos, ese día, no son una costumbre en su familia, "me parece un poco forzado", pero este año se lo está pensando como forma de compensar la visita que no se puede hacer. "Antes íbamos siempre a casa de mis abuelos, toda la familia, luego, según fuimos creciendo lo fuimos haciendo más pequeño, pero sí que solía ir a comer con mis padres por ahí", cuenta. Este año toca una llamada por teléfono.

"Estos días de soledad nos están acercando a los nuestros por el teléfono. Esta cuarentena está poniendo al descubierto nuestra vulnerabilidad, llamamos más, hablamos más, nos preocupamos más por ellos. Por un lado porque todos tenemos a gente de grupos de riesgo en nuestra familia y, por otro, porque el día es muy largo y hay que romper la monotonía”, dice Meil.

Regalos hechos a mano

Pero si la mayoría de los padres pasarán este día lejos de sus hijos, hay otros que llevan todo el día fingiendo que no saben que sus retoños le preparan su regalo en algún rincón de la casa que parece haberse hecho más pequeña estas dos semanas. "Llevo todo el día que si me acerco a la cocina me grita que no puedo entrar", se ríe Pedro García.

Carla, de cinco años, lleva encerrada toda la tarde entre hojas de papel, lápices de colores, tijeras y manualidades varias. Cada dos por tres llama a su madre y acto seguido deja claro a su padre que "no puedes entrar". Como manera de entretenerla, a la madre, Ana, se le ocurrió decirle que hiciera el regalo del Día del Padre. "Y allí está, lleva toda la tarde con ello", cuenta riéndose al teléfono.

Hoy Pedro se hará "el sorprendido, claro", cuando Carla le de su regalo: un dibujo de los dos. "Podríamos haber pedido algo por internet, y a lo mejor, en otra situación lo hubiésemos hecho, pero así es una manera de que ella esté entretenida y haga algo diferente estos días", dice Ana.

"Los padres que estén con sus hijos pueden aprovechar para romper con la rutina, hacer una comida especial, compartir algo distinto con ellos, para celebrar el día", aconseja Meil.

El día del Padre de 2020 será el más raro de los últimos años. Se pasará entre llamadas y abrazos a distancia, entre mensajes y regalos que llegarán de las manos de mensajeros pero transportando el cariño de los hijos en la distancia. Será un día más en la cuenta de cosas pendientes que celebrar cuando la cuarentena acabe, cuando las distancias se acorten y nos podamos volver a tocar.