imagen de una de las líneas en la fábrica de Seat Martorell.

imagen de una de las líneas en la fábrica de Seat Martorell. Seat

Motor

El automóvil español ya pierde 2.500M en exportaciones: radiografía de un sector en crisis ante la guerra comercial

La caída de la demanda en los principales países comunitarios y el alza de las importaciones de China explican este descenso.

Más información: El automóvil enciende los 'warning': la producción cae casi un 10% y la industria presenta síntomas de frenazo

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La automoción española empieza a sufrir los estragos de la guerra comercial, y lo nota en sus exportaciones. La industria del automóvil, sumida en una profunda transformación hacia la electrificación, también se está viendo afectada por la caída de la demanda en el Viejo Continente. Ya se han perdido más de 2.500 millones de euros en exportaciones y en el sector ven nubarrones de crisis en el horizonte.

No hay que olvidar que España es el segundo país productor de vehículos en Europa, tan sólo por detrás de Alemania. Pero el mercado patrio se está viendo afectado por la caída de las ventas en Alemania y Francia, situación que pone en riesgo a las factorías ubicadas en España.

Cerca del 90% de la producción española se destina al extranjero. Concretamente, a surtir a los mercados comunitarios. Es cierto que el mercado de nuestro país es el único que registra crecimientos a doble dígito en matriculaciones. Pero se explican por los planes de ayuda a la compra. Concretamente, al plan Reinicia Auto+ y al plan Moves 3.

Es preciso tener presente que muchas de las factorías españolas están sumidas en un proceso de transformación para acoger la producción de modelos completamente eléctricos. Es lo que sucede con las plantas españolas del Grupo Volkswagen, ubicadas en Pamplona y Martorell.

Al cierre del primer semestre del año, la balanza comercial del sector automovilístico nacional registró un superávit de 2.140,5 millones de euros. Pese a que aún la industria automovilística presenta superávit, este se redujo en más de un 50% respecto al mismo periodo del año pasado, según el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.

Entrando en detalle, las exportaciones del sector del automóvil cayeron un 8,9% en los seis primeros meses del año, quedando en 25.660,8 millones de euros. Una cifra que supone 2.505,1 millones menos que en 2024.

Las exportaciones de automóviles y motocicletas cayeron un 8,4% en tasa interanual, hasta los 18.808,2 millones de euros. Los envíos de componentes de automoción se recortaron un 10,3%, hasta los 6.852,6 millones.

En lo que a importaciones se refiere, hubo un ligero crecimiento del 0,9%, hasta los 23.520,3 millones de euros. Casi 200 millones más frente al mismo periodo de 2024. Aquí se observa una diferencia importante entre los envíos de automóviles y los componentes.

Mientras que las importaciones de automóviles y motocicletas aumentaron un 13,4% (hasta los 14.007 millones de euros), las de la industria auxiliar del automóvil cayeron un 13,3%, hasta los 9.513,3 millones.

Mercados a la baja

El entorno europeo no ayuda. En la primera mitad de 2025, las exportaciones de vehículos españoles a mercados europeos se redujeron en 126.829 unidades. Así, se mandaron fuera de las fronteras 1.045.269 unidades, un 10,8% menos en tasa interanual.

De todos estos envíos, el 93,5% fueron a la Unión Europea. De hecho, Alemania, Francia y Reino Unido son los principales destinos de exportación.

No obstante, los envíos a Alemania cayeron un 15% en el primer semestre, mientras que en Francia y Reino Unido los descensos fueron del 12,5% y 7,5%, respectivamente.

De hecho, Turquía logró desbancar a Italia como cuarto destino de las exportaciones de vehículos. En el primer caso, las exportaciones aumentaron un 2,2% en el primer semestre, mientras que en el segundo la caída fue del 16,7%.

Las bajadas de exportaciones españolas son el reflejo de lo que está sucediendo en las principales plazas europeas del automóvil. Tan sólo el mercado británico registró incrementos en las ventas. Concretamente, del 3,5%, hasta las 1.042.219 unidades. El descenso en ventas más acusado lo sufrió Francia, con una caída en las matriculaciones del 7,9% en el primer semestre, hasta las 842.203 vehículos.

Le sigue Alemania, con un recorte en las ventas de turismos del 4,7% y 1.402.789 unidades comercializadas.

Lo mismo sucede con Italia, cuyo mercado se contrajo un 4,1% entre enero y junio, hasta alcanzar las 860.612 unidades comercializadas.

Toda esta situación de contracción en los principales mercados de exportación afecta a la fabricación nacional, por supuesto. En los seis primeros meses del año, las factorías españolas dejaron de producir casi 112.000 vehículos.

Vaivenes en las autonomías

El recorte de producción en el sector automovilístico se observa de una manera u otra en aquellas comunidades autónomas en las que están radicadas tanto los fabricantes de coches como las empresas de componentes de automoción.

En Aragón, donde la principal empresa tractora es Stellantis, la industria del automóvil presenta un déficit comercial de 130,8 millones de euros. En cambio, en la primera mitad del año pasado, esta industria aportó un superávit de 1.012,4 millones.

En esta comunidad autónoma, las exportaciones cayeron un 45,8% en sólo un año y se situaron al cierre de junio en los 1.563,3 millones. Las importaciones, por su parte, también cayeron un 9,6%, hasta los 1.694,1 millones.

El problema se agrava si el foco se pone en la provincia de Zaragoza, donde Stellantis desempeña su actividad. Aquí el déficit comercial se pone en los 218,5 millones. Una situación que se explica por una caída en las exportaciones del 48,5%, hasta los 1.465,1 millones, y de las importaciones del 9,6%, hasta los 1.683,6 millones.

Industria auxiliar

En cambio, en Teruel casi se triplicaron las exportaciones y llegaron hasta los 87,5 millones de euros. Dicha provincia presentó un superávit comercial del sector automovilístico de 81,9 millones gracias a su industria auxiliar.

No ocurre esto en Castilla y León, casa de Renault, Horse y Antolin, presentó un superávit de 2.119,7 millones de euros al cierre del semestre, 939 millones más que el año anterior. En esta región las exportaciones aumentaron un 18,6%, hasta los 4.004,5 millones de euros, mientras que las importaciones cayeron un 14,2%, hasta los 1.884,8 millones.

En Valladolid, donde Renault produce el Captur, Symbioz y el Mitsubishi ASX, las exportaciones aumentaron un 55,4%, hasta los 3.420,1 millones, mientras que las importaciones se redujeron un 17,8%, hasta los 1.674,8 millones. Como consecuencia de ello, la provincia presenta un superávit comercial de 1.745,2 millones. Esto supone 1.581,1 millones más frente al mismo periodo del año anterior.

En cambio, en Palencia, donde la marca del rombo tiene otra planta en la que fabrica los Austral, Espace y Rafale, hubo un superávit de 356,9 millones, 623,5 millones menos que el año pasado.

Galicia, por su parte, vio incrementar su superávit comercial. La comunidad gallega cerró la primera mitad del año con una balanza comercial positiva de 3.098,4 millones, 472,7 millones más que en 2024.

Las exportaciones crecieron un 13,1% en la comparativa interanual, hasta los 3.784,3 millones. Mientras, las importaciones cayeron un 4,7%, hasta los 685,8 millones.

Pontevedra, provincia donde tiene radicada su actividad el grupo Stellantis en España, elevó su superávit comercial en 482,7 millones, hasta alcanzar los 3.104 millones. La provincia en la que se ubica la ciudad olívica y la factoría del gigante automovilístico francoitaloamericano logró incrementar las exportaciones un 13,7%, hasta los 3.729,3 millones, mientras que las importaciones cayeron un 5%, hasta los 625,3 millones.

La Comunidad Foral de Navarra, que da cobijo a Volkswagen y a otras empresas de la industria auxiliar como Gestamp, perdió 77,2 millones de superávit comercial, hasta los 1.114,2 millones. Si bien en esta comunidad las exportaciones cayeron un 15,5%, hasta los 1.881,7 millones, las importaciones también se redujeron un 25,8%, hasta los 767,5 millones. De cara al futuro esta comunidad también acogerá la producción de baterías por parte de Hyundai Mobis, la cual surtirá a la planta de Volkswagen en Lamdaben.

Situación vasca

País Vasco, que cuenta con la fábrica de Mercedes-Benz en Álava, así como con otras compañías de la industria auxiliar, registró un incremento en su superávit comercial de 211,3 millones, hasta situarlo en los 1.902 millones de euros.

Dicha situación se explica por el incremento de las exportaciones y de las importaciones. En el primer caso, estas crecieron un 13%, hasta los 3.099,2 millones, mientras que las importaciones aumentaron un 13,8%, hasta los 1.197,2 millones.

Así, la provincia de Álava incrementó su superávit comercial en 228,1 millones de euros en los seis primeros meses del año, hasta los 998,5 millones. Las exportaciones de la provincia alavesa registraron un alza del 27,8% en la comparativa interanual, hasta los 1.880,6 millones. Aunque las importaciones también crecieron un 25,8%, hasta los 882 millones.

Cabe mencionar también a la provincia de Barcelona, que registró un déficit comercial en junio de 65,6 millones de euros (en este caso, los datos del Ministerio de Economía se limitan a este mes). En el mismo periodo del año pasado, Barcelona registró un superávit comercial de 248 millones de euros.

Dicho déficit se explica por un recorte en las exportaciones del 10,1%, hasta los 1.154,1 millones de euros, y un fuerte incremento del 17,7% de las importaciones, hasta los 1.219,7 millones. Aquí subyace el despliegue de la actividad de Ebro, la cual cuenta con el apoyo del grupo chino Chery, en las antiguas instalaciones de la Zona Franca de Barcelona.

En cambio, la buena noticia en el Mediterráneo está en el superávit de Valencia, al lograr una balanza comercial positiva por valor de 19,3 millones en junio (de nuevo, Economía sólo ofrece información respecto a este sobre este territorio). El mismo periodo del año pasado la provincia valenciana registró un déficit de 19,6 millones.

Es en Valencia donde está radicada Ford. No obstante, la factoría de Almussafes tan sólo fabrica el Ford Kuga y está a la espera de iniciar la producción de modelos completamente eléctricos, algo que no ocurrirá hasta 2028. De cara al año que viene se espera que la gigafactoría que Volkswagen está levantando en Sagunto entre en producción.

La provincia valenciana elevó sus exportaciones hasta junio un 7% frente al mismo periodo del año anterior, hasta situarlos en los 393,2 millones. Las importaciones, por su parte, cayeron un 3,4%, hasta los 373,9 millones.

Industria auxiliar

La caída en la balanza comercial también afecta a la industria auxiliar del automóvil. Este sector se ve afectado de una forma más directa por la imposición de aranceles por parte de la Administración Trump.

En los seis primeros meses del año, el déficit comercial de los componentes de automoción se situó en los 2.660,7 millones de euros. Esta cifra supone reducir el déficit comercial en 567,7 millones frente al mismo periodo del año anterior.

Pero esto no es tan positivo como parece. Si bien es verdad que las importaciones han caído un 13,3%, hasta los 9.513,3 millones, las exportaciones se redujeron tan sólo un 10,3%, hasta los 6.852,6 millones en el primer semestre.

Según datos de la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto), en 2024 las exportaciones a Estados Unidos de componentes españoles supusieron en torno al 4% del total del sector, hasta los 1.021,5 millones de euros, un 8,2% más frente a 2023.

Las tres principales compañías de componentes de automoción (Gestamp, CIE Automotive y Antolin) no se ven tan afectados por la imposición de aranceles, dado que tienen actividad y cuentan con plantas en el país norteamericano.

Aranceles

Si bien es cierto que de cara a este año la industria española no prevé exportar ningún vehículo a Estados Unidos, es seguro es que las empresas automovilísticas abonarán menos aranceles con el acuerdo comercial ratificado entre la Unión Europea y el gigante norteamericano.

El nuevo escenario contempla unas tasas adicionales del 15% por las importaciones de vehículos a Estados Unidos, unas tasas que ahora están en el 27,5%.

Estas nuevas tasas adicionales aún no han entrado en vigor, pese a estar ratificadas. Todo ello depende de que Bruselas implemente las reducciones arancelarias pactadas con Washington.

Sigrid de Vries, directora general de la patronal europea de fabricantes de vehículos (Acea), calificó de "crucial que la Comisión proceda a implementar los compromisos de la UE sin demora, mitigando el impacto arancelario que ya ha costado millones de euros en impuestos a los fabricantes de automóviles cada día".

No obstante, desde Acea se mostraron cautelosos dado que "aún quedan por aclarar algunos detalles nuevos del acuerdo".

Hildegar Müller, presidenta de la patronal alemana del automóvil, señaló que es una "noticia crucial, dado que las cargas ascendieron a miles de millones de euros y dólares". No obstante, Müller reconoció que "el objetivo a largo plazo debe ser volver a un tipo arancelario más bajo".

No es para menos, dado que los fabricantes alemanes (Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz) son las empresas europeas que más expuestas se ven por la imposición de estas tasas adicionales. Sólo en 2024, las plantas alemanas enviaron a Estados Unidos cerca de 450.000 vehículos.

Sólo en la primera mitad del ejercicio, el Grupo Volkswagen tuvo que abonar 1.300 millones de euros en aranceles. En el caso de Mercedes-Benz, estas tasas adicionales le supusieron el pago de 300 millones.

En definitiva, la industria del automóvil patria sufre debido a la caída de la demanda en los principales mercados comunitarios. En un sector en el que China tiene un dominio pleno, tanto a nivel de ventas y producción, como de control de la cadena de valor del vehículo eléctrico, tan sólo queda por ver cómo afectará a la balanza comercial una industria que cada vez tiene menos peso en Europa.