Un cachorro de perro en casa.

Un cachorro de perro en casa.

Con la colaboración de:

Mascotario

Eric, educador, revela cómo afrontar la llegada de un nuevo cachorro: "Solo lloró 1 minuto, luego se durmió y fue genial"

En un vídeo de YouTube, el adiestrador canino cuenta la historia de la llegada de Body, su nuevo perro, y los pasos a seguir para afrontar estas situaciones.

Más información: Los expertos en animales, no dan crédito: “El 86% de los españoles asegura que sus perros les advierten del peligro"

Publicada
Actualizada

"La educación temprana es fundamental para asegurar un futuro perro adulto equilibrado", afirma Eric, adiestrador canino en un vídeo de YouTube. Por esto, el primer día en casa puede marcar el resto de la vida de un cachorro.

Con una cámara, Eric documenta la llegada de Body, el nuevo miembro canino de su familia. Decidió preparar la llegada de Body con la misma precisión con la que se organiza un rescate emocional.

Cada detalle —desde una toalla con olor familiar hasta el silencio del coche— estaba pensado para que el pequeño se sintiera seguro en medio del mayor cambio de su corta vida.

A lo largo de la jornada, el experto mostró cómo una correcta gestión del entorno, la calma y la paciencia pueden transformar un momento potencialmente estresante en el inicio de una convivencia equilibrada. En el vídeo, el educador ofrece una guía paso a paso sobre cómo asegurar una transición exitosa para el cachorro.

Un día especial

El experto comenzó la jornada a las 7 de la mañana, partiendo en busca de Body. El día, cargado de emoción, fue muy especial, aunque con sentimientos encontrados, ya que era la primera grabación sin Lacho, la anterior mascota de la familia.

El viaje de dos horas y media requirió una preparación meticulosa para minimizar el estrés del cachorro. El experto enseña los elementos esenciales que llevaba en el maletero:

  1. Transportín: Considerado lo primero y más importante para que el cachorro, que estará estresado, viaje en un lugar "muy tranquilo".

  2. Contrato: Se subraya la importancia de firmar un "contrato de traspaso del cachorro," independientemente de si es una adopción pagada o gratuita.

  3. Toalla con olor: Un elemento crucial era una toalla destinada a "rastrear con su madre y con los otros hermanitos" para que Body pudiera llevar consigo el olor de la camada a su nuevo hogar.

  4. Otros elementos: Bolsitas, un collar y correa (solo para urgencias, ya que Eric prefería no ponérselo por primera vez para no asociarlo con algo malo) y empapadores/toallas en caso de accidentes.

El primer contacto con la casa

El educador sabía que el primer contacto de un cachorro con su nueva casa marca toda su adaptación. Por eso, cuando fue a recoger a Body, planteó un plan milimetrado para que el viaje y las primeras horas fueran lo más tranquilas posible.

"Por ser la primera vez, no me conoce; el cachorro va a encontrar muchas más cosas interesantes si paramos, así que intentaremos llegar lo antes posible", explicó. La prioridad: evitar estímulos innecesarios y reducir el estrés del desplazamiento.

Antes del viaje, los criadores colocaron una toalla con el olor de la camada en la cama de los cachorros. Esa misma toalla acompañó a Body en el transportín.

"Encima pusimos otra para oscurecerlo un poco, así se siente más seguro", detalló Eric. Una estrategia sencilla, pero eficaz para generar sensación de refugio.

El viaje y la llegada al hogar

A pesar de la novedad, Body sorprendió por su calma: "Solo lloró un minuto, luego se durmió y fue todo genial", relató el educador. El protocolo al llegar a casa siguió una secuencia clara, diseñada para combinar rutina, estímulo positivo y control emocional.

Primero, el jardín. "Era lo que conocía, césped, y le daba la oportunidad de hacer pipí o algo". Luego, la comida: algunos granos de pienso distribuidos por el suelo. "Cuando busca su comidita, la situación pasa a segundo plano. Es la mejor manera de bajar el nivel de nervios", explicó.

Después de su rato en el jardín, Body conoció poco a poco al resto de la familia, siempre bajo la lógica del respeto y la calma.

El nuevo integrante fue guiado a su zona de descanso, una pequeña área delimitada, pensada para ser su lugar de referencia. Allí, Eric dejó comida y un juguete tipo Kong relleno, reforzando la asociación con algo positivo.

El espacio de seguridad

"Las primeras horas son para dejarlo tranquilo, no tocarlo tanto, no querer abrazarlo todo el rato", enfatizó. La clave, asegura, está en no saturar al cachorro de estímulos y darle margen para explorar su entorno a su ritmo.

También insistió en el tamaño reducido del espacio: "Una zona pequeña es ideal. Se acostumbra más rápido, se siente seguro y se relaja antes".

Body comió con normalidad, hizo todas sus necesidades en el jardín y respondió bien a los ejercicios de olfato.
"No es necesario, pero las dos primeras noches prefiero dormir con él. Es un cambio drástico y así estoy más tranquilo", explicó.

Su argumento no es sentimentalista, sino práctico: poder levantarse rápido si Body se despierta y mantener el refuerzo del hábito de salir al jardín.

Un enfoque moderno, basado en la empatía y la comprensión del comportamiento canino. Porque, como resume el propio Eric, "las primeras noches no se trata de imponer rutinas, sino de construir confianza".