Un gato en el castillo de Milán.

Un gato en el castillo de Milán. Lina Marciello.

Con la colaboración de:

Mascotario

Sebastiano Orfeo, presidente de la colonia felina dentro de un castillo medieval: "Son los gatos de Leonardo da Vinci"

Dentro de los locales internos y luego el perímetro del monumento histórico de la ciudad italiana, existe una población felina que vive allí desde siempre.

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Cuando Sebastiano Orfeo era pequeño, se acercaba al barranco del Castillo de Los Sforzas y desde el primer puente, con una cuerda, bajaba una cesta llena de comida para que los gatos callejeros pudieran comer.

Desde hace 4 años, se ocupa de la colonia felina del castillo de Milán. Empezó a ayudar a Rosy, la tutora histórica de la colonia, y luego se quedó heredando todo el legado. Ahora es el presidente de Gatti sforzeschi.

"Es una colonia histórica que tiene su encanto, pero también una serie de restricciones vinculadas a la protección del monumento", explica Lina Marciello, portavoz de la asociación, en una entrevista con Mascotario.

Los gatos llevan viviendo siglos en los fosos del castillo, en zonas que no son accesibles al público. Acompañaban a Leonardo da Vinci cuando hacían sus dibujos y se usaban para defender las reservas alimentarias de los ratones.

Los gatos de Leonardo da Vinci

Orfeo empezó echando una mano como voluntario y luego consiguió ser autorizado como tutor de la colonia y, por lo tanto, a tener las llaves para acceder a los fosos. "Rosy ha superado los 80 años y por su bienestar tenía que pasar el testigo".

Debido a los límites de edad, no puede garantizar la misma presencia y la misma eficacia que podía dar hace 20 años. Aceptó el traspaso con dificultad porque no quería abandonar su colonia. Pero se dio cuenta de que hay mucha atención al bienestar de los gatos diaria.

Solo entonces el presidente tuvo una interfaz con la dirección del castillo y con la protección de animal del Ayuntamiento de Milán. "Quería dar voz a las exigencias de la colonia y a lo que aspiramos a ser: un modelo para las colonias felinas de Italia", cuenta Lina.

Mirar hacia el futuro

Mirar hacia el futuro es el objetivo de esta nueva generación de tutores de la colonia del Castillo de Los Sforzas. Intentar establecer un modelo de gestión de colonias que se pueda replicar. Crear un network entre los cuidadores de gatos de Milán para apoyarse.

"Es una de las primeras conquistas que hemos logrado como asociación", cuenta Elisa, encargada de la promoción y la recaudación de fondos. "Hicimos una campaña online para reclutar voluntarios y hasta ahora hemos conseguido incorporar al equipo tres personas".

Los gatos tienen que comer todos los días, durante las fiestas, las vacaciones, siempre. Por esto, creen que es importante tener más personas que puedan realizar esta tarea. "Este éxito permitió a Sebastiano irse de vacaciones después de tres años".

Todos los que trabajan en Gatti sforzeschi son figuras voluntarias. "Cuando entras en este mundo, entiendes que hay una realidad enorme que se basa enteramente en voluntarios que hacen un trabajo que nadie ve".

Un proyecto que requiere tantos recursos de tiempo, económicos y sociales. "Esperamos tener siempre más personas involucradas en el proyecto". Al final, no se trata solamente de dar de comer a los gatos, tiene que ocuparse de la esterilización y el bienestar saludar.

Muchos de esos felinos, como Rosy, ya tienen una cierta edad y esto implica más cuidados diarios y visitas al veterinario. Actualmente, las criaturas son 20, pero cuentan que siempre hay nuevas entradas inesperadas.

Un sistema que funciona

En Milán el sistema de gestión de colonias felinas funciona bastante bien. Existe la ATS veterinaria que apoya a los tutores en la esterilización. Así que, cada agrupación oficialmente registrada en la oficina de protección animal del Ayuntamiento, es esterilizada gratuitamente.

Sin embargo, estos animales son evasivos, el castillo tiene horarios de apertura limitados y la presencia de los visitantes es un elemento de perturbación para los gatos. "Algunos se dejan ver muy poco".

Muchos se integran de otras agrupaciones, otras han sido abandonados allí. Sebastiano creó una aplicación en forma de mapa para monitorear a los gatos y a los voluntarios que están activamente involucrados en las rondas en los fosos.

Allí registra toda la actividad diaria. "Es una manera de optimizar, entender dónde se necesita más comida y dar conocimiento al personal del castillo de la actividad que se realiza. Es una forma de dar máxima trasparencia del proyecto".

1,5 kilómetros de recorrido

La colonia es extensa, como el propio castillo. Los diversos puntos de comida están distribuidos en aproximadamente 1,5 km de recorrido. "Para la actividad ordinaria se van un par de horas, si no se consideran trabajos extras".

Los locales internos del castillo los usan como almacén para las reservas de comida. Han montado casetas y mantas, para resguardarse del frío invernal. "La forma de ocuparse de ellos ha cambiado mucho. Hay una consciencia diferente sobre su bienestar y lo que necesitan", afirma Elisa.

Además, dentro de un contexto monumental es importante mantener un mínimo de decoro, orden y limpieza, en respeto de la historicidad del lugar.

En Milán existen más de 1200 colonias registradas. En la ciudad italiana no hay un problema de gatos callejeros como puede ser en el centro-sur del país. Ha sido el mejor ejemplo en toda Italia que tuviera el objetivo de asignar un presupuesto para las agrupaciones.

Respaldada también por un reglamento municipal de animales que también incluye a los felinos callejeros, toda la gestión en la ciudad tiene un capítulo dedicado enteramente a las colonias. "La protección animal está presente, logramos dialogar con ellos".

Defender el espacio

Gatti sforzeschi intentan ser pioneros en formar una colectividad alrededor de estos animales. Uno de sus deseos es crear una red entre todos los cuidadores de gatos de la ciudad.

Hace unas semanas, Sebastiano participó en una obra de teatro en la que se reunieron algunos de los voluntarios que se ocupan de estos animales y nació un "consejo felino". Se debatió con el público sobre los problemas actuales de los felinos.

"Hay un fuerte problema de urbanización en Milán que está quitando espacios a la población felina callejera". Por esto, hay que luchar para defender los espacios de los gatos.