Valentina Stoianov, veterinaria y fundadora de Vet Crew, el hospital veterinario que rescata animales en Ucraina.

Valentina Stoianov, veterinaria y fundadora de Vet Crew, el hospital veterinario que rescata animales en Ucraina. Valentina Stoianov

Con la colaboración de:

Mascotario

Vet Crew, el refugio que salva animales entre las bombas en Ucrania: "No podemos irnos; hay demasiados abandonados"

El hospital veterinario abrió dos semanas antes de que empezara la guerra y desde entonces, rescata las mascotas de las personas que deciden huir del país. 

Más información: El refugio que protege a los gatos entre los bombardeos de Gaza: "No los abandonamos. Vivimos o morimos juntos"

Publicada

En Odesa, una ciudad del sur de Ucrania que se asoma al Mar Negro y que a menudo sufre bombardeos, un pequeño equipo dedica sus días y noches a una misión que va más allá de la rutina veterinaria. Salvan vidas animales en medio de la guerra.

Esta es la historia de Vet Crew, una organización que sobrevive entre hospitales improvisados, santuario de animales y operaciones de rescate en primera línea. "Cuando la guerra llegó comprendimos que esta misión podía ser enorme", cuenta Valentina Stoianov, cofundadora de la asociación.

"Muchos animales estaban siendo abandonados, encerrados en apartamentos, dejados en el frente". Leonid, su compañero y cofundador, añade que muchos de sus amigos y compatriotas huyeron dejando atrás a sus mascotas.

En respuesta, el equipo pidió a través de redes sociales que no abandonaran a sus animales y que los trajeran a la clínica. En solo una semana, atendieron a más de 400 animales: aves, lagartos, gatos y perros.

"¿Cómo podíamos dejar a estos animales?", preguntan mostrando su clínica llena de vidas que dependen de ellos. Hoy, después de dos años de bombas, siguen allí, operando por y para esas criaturas que no tienen elección.

Un hospital en tiempos de guerra

El hospital de Vet Crew había sido construido con esfuerzo durante un año y estaba listo para abrir en febrero de 2022. Sin embargo, apenas tres semanas después, la guerra irrumpió.

Fueron obligados a trasladar toda la clínica a un sótano cercano de 100 metros cuadrados, el único refugio seguro disponible. Desde entonces, trabajan allí con la esperanza de reabrir el hospital principal cuando las condiciones lo permitan.

Leonid con un perro.

Leonid con un perro. Valentina Stoianov

"Todo empezó con Tosha", cuenta Valentina. El pequeño mono encontrado en un zoológico de mascotas en Járkov, marcó un antes y un después en su labor. Inicialmente, había acudido para rescatar a un león adolescente que vivía en una jaula minúscula dentro de un centro comercial.

Pero, mientras hablaban con el dueño del zoológico, Leonid introdujo su brazo en una jaula con cobayas, y un mono muy pequeño, Tosha, se acercó. "Me tomó el dedo y me miró con unos ojos grandes que parecían suplicar: 'Por favor, sácame de este lugar'".

En ese momento, los dos veterinarios se dieron cuenta de la grave situación de Tosha. Tenía un brazo roto, una pierna rota y un agujero en el cráneo. Supieron de inmediato que el mono tenía enormes problemas de salud y que probablemente moriría en una semana.

Le pidieron al dueño que se lo diera gratis para tratarlo, y él accedió, diciendo: "probablemente muera. Así que tómalo. Haz lo que quieras con él".

Tosha

El proceso de recuperación de Tosha fue largo y arduo, durando aproximadamente medio año. El animal sobrevivía solo gracias a Coca-Cola y salchichas. "Intentamos ser como una familia para él. Comíamos con él y le enseñamos a alimentarse con frutas y verduras", explica Valentina.

El mono se convirtió en la chispa que encendió la gran misión de Vet Crew. A través de su tratamiento y rehabilitación, se dieron cuenta del enorme problema de los zoológicos de mascotas y los circos en Ucrania.

"Allí los animales salvajes no debería estar y están obligado a trabajar como esclavos". Se propusieron construir un santuario para animales como Tosha, un lugar donde pudieran vivir una vida hermosa con sol, árboles, hierba y sin interactuar con personas.

El impacto de Vet Crew trasciende las fronteras. Aquellos que inicialmente malinterpretaron los videos de Tosha pronto comprendieron la dedicación del equipo y se unieron al proyecto.

"Tenemos una comunidad muy grande. Es nuestra familia. La llamamos Vet Crew porque estas personas nos ayudan, ayudan a los animales; y es un apoyo enorme", dice Leonid.

El día a día entre bombas 

Cada día comienza temprano, con el equipo revisando el santuario y el hospital, alimentando animales y realizando cirugías cuando es necesario. La guerra no se detiene y los bombardeos nocturnos complican la rutina.

Pero ellos insisten en mantener cierta normalidad. El santuario alberga actualmente a 45 tortugas, un leopardo, un lince, seis monos, un loro, tres perros y un gato. Mientras que la granja a las afueras de la ciudad acoge a 125 animales más, incluyendo caballos, burros, ovejas y cabras.

"La mayoría han sido rescatados del frente". Durante los primeros meses, se encontraron a un poni por la calle, tirado como basura y un leopardo que nació con un problema intestinal muy grave y fue alimentado con leche a diario durante meses.

Casper 

Una de las primeras y más difíciles fue la historia de Casper, un perro ciego abandonado el segundo día de guerra. Su dueño, un militar, los llamó para que se hicieran cargo de él porque tenía que ir a defender el país y no podía dejarlo solo, ya que no tenía familia.

"Nos llevó al perro. Se puso de rodillas y comenzó a llorar. Lo abrazó y el animal, ciego, también intentaba devolverle el gesto de amor. Fue tan duro que quería suplicarle de no ir". Le prometieron que iban a darle una vida maravillosa y de tener mucho cuidado.

Un año después, supieron que el dueño, de nombre Sergey, había fallecido. La madre de Leonid, que había acogido a Casper, les dijo que en la noche en que Sergey murió, Casper se fue a la puerta, se tumbó y empezó ulular como nunca antes había hecho.

La resiliencia silenciosa

Los bombardeos, los abandonos masivos y la falta de apoyo gubernamental no han debilitado su espíritu. La guerra ha afectado profundamente su trabajo. Esta situación ha provocado un aumento de perros callejeros y un problema de rabia.

"Los canes abandonados y no vacunados al frente contraen la enfermedad de zorros y la llevan a la ciudad", explica Valentina. Ellos intentan vacunar a los animales que encuentran, pero reconocen que se necesita un programa del país.

Durante estos años, su coche fue destruido por bombas rusas cuando, intentando rescatar a un animal, se adentraron por error en territorio ocupado. Y algunos animales murieron por un cohete que impactó con el edificio donde guardaban comida.

Leonid y Valentina, veterinarios de Vet Crew.

Leonid y Valentina, veterinarios de Vet Crew. Valentina Stoianov

 

"Ya no le tenemos miedo a la guerra", afirma resignada. "Toda esta situación comienza a ser como la vida diaria para muchas los que todavía están aquí". A menudo, la gente fuera de Ucrania no comprende su realidad.

Sus amigos le preguntan: ¿por qué no se van de Ucrania? ¿Por qué se quedan ahí? Su respuesta es clara: "No podemos irnos, tenemos muchos animales. Y es imposible llevarlos a todos a otro país".

La motivación proviene de ellos y del apoyo de su comunidad en redes sociales, que les envía mensajes de ánimo en los días más difíciles. "Cuando estamos cerca de los animales que sufren es difícil. Pero los amamos tantos que no podríamos abandonarlos".

Leonid, Valentina y Sky

Leonid y Valentina se conocieron hace muchos años en un hospital. Fueron amigos durante 10 años antes de que su relación evolucionara. Su visión compartida sobre la vida y la dedicación a los animales los unió de manera definitiva.

Actualmente, trabajan días y noches, casi sin parar, si no fuera por el toque de queda obligatorio entre las 12 y las 5 de la mañana. Se dedican a tiempo completo a los animales, entre los que viven el santuario y los que, definitivamente, están en casa con ellos, como Sky.

Se lo encontraron hace unos meses, un pastor asiático que pasó años en el frente. Tenía la mandíbula rota y no podía abrir la boca. Creen que sobrevivió comiendo lagartos y basura. "Estaba muy flaco, le hicimos una cirugía y ahora puede abrir la boca, aunque le faltan muchos dientes".

Gatos rescatados por Valentina y Leonid en jaulas.

Gatos rescatados por Valentina y Leonid en jaulas. Valentina Stoianov

Un león rescatado por Vet Crew.

Un león rescatado por Vet Crew. Valentina Stoianov

Ahora, ha ganado mucho peso, pasando de 18 kg a más de 35 kg. Debido a su agresividad con otros perros y a que es enorme, nadie quería adoptarlo. Sin embargo, ahora vive feliz con Leonid y Valentina en su casa.

Vet Crew continúa su labor con una fuerza admirable. Se sienten impulsados por la esperanza de abrir de nuevo su hospital, por proteger a los animales del conflicto. Y por demostrar que, incluso en tiempos de guerra, la compasión y el amor pueden ser el refugio más seguro.