Sergio Pérez Sánchez y su perro, Titán, trabajando como cuerpo de rescate de personas.

Sergio Pérez Sánchez y su perro, Titán, trabajando como cuerpo de rescate de personas. Sergio Pérez Sánchez

Mascotario

Titán, el perro "bombero" que salvó vidas en terremotos y ahora lucha contra el cáncer: "Le amputé la pata y recibió quimio"

El perro trabajó durante toda su vida con su dueño, Sergio Sánchez, sargento bombero de una unidad canina especializada en búsqueda de personas.

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La historia de Sergio Pérez Sánchez (Alicante, 1977) no es solamente la de un sargento bombero, va más allá de su rango, es la de un hombre dedicado a salvar vidas, de la mano de un compañero excepcional: su perro de rescate, Titán.

Como guía de una unidad canina especializada en la búsqueda de personas, Sánchez ha convertido su pasión en una misión, inspirando y liderando un equipo de héroes de cuatro patas

La incursión del bombero en el mundo de las unidades caninas comenzó con una inspiración clara. "Empecé a trabajar en Sevilla en una Unidad Canina, más activa en la parte de Andalucía", relata.

Impresionado por lo que vio, decidió replicar y potenciar esta labor en su propia ciudad. "La verdad que me gustó mucho y empecé a potenciarlo aquí", afirma. Fue así como la idea de montar una unidad con su propio perro vio la luz.

Hoy, su visión ha florecido en un equipo robusto, con un grupo de 12 perros listos para la acción.

El alma de la historia

El alma de esta historia es Titán, un perro al que Sergio adoptó con solo tres meses. No fue una elección casual. El peludo provenía del ejército y era un animal de trabajo. Esta conexión se forjó en 2012, y desde entonces, Sergio y Titán han sido inseparables: "va siempre conmigo".

Titán es un experto en la modalidad de venteo, entrenado para detectar el olor genérico de persona viva. El bombero explica el método: "el potencial principal del perro es el efluvio y su capacidad de desplazamiento".

Titán, el perro de rescate junto con el equipo de unidad canina.

Titán, el perro de rescate junto con el equipo de unidad canina. Sergio Pérez Sánchez

Mientras Sánchez planifica la búsqueda, Titán va suelto, cubriendo un área mucho mayor. "Hacía como tres o cuatro veces mi distancia que hacía yo a pie". De esta forma, Titán permite descartar las zonas en que no está la persona.

Un juego

Para monitorizar su recorrido, Sánchez le coloca un GPS en el collar, que le permite monitorear los movimientos del perro. Cuando Titán encuentra a una persona, señaliza ladrando.

Para él, es un juego y busca su recompensa: un churro de piel que muerde, satisfaciendo su instinto de caza. "Es como si me dijera 'ya he encontrado a la persona, ahora quiero jugar'".

A pesar de la naturaleza exigente de su trabajo, la protección de Titán es una prioridad. Sánchez lo mima mucho, con mucha agua y con descansos continuos. No obstante, los riesgos son inherentes a la labor.

En sus años jóvenes, Titán era muy bestia y se pinchaba los ojos con los matorrales. Sufrió cinco operaciones de ojo y llegó a usar gafas de protección. "Siempre hay también riesgo de que a él le pase algo en esos entornos peligrosos", reconoce Sánchez.

Gracias al reconocimiento de su labor, recibe apoyo económico para la manutención básica del perro, además de un seguro anual. Aunque Sergio aclara que "nos cubre algo, no todo porque esto es un pozo sin fondo".

Un currículum de rescates

La trayectoria de Sergio y Titán es impresionante. Han realizado casi 100 intervenciones de búsquedas en la montaña y en varios derrumbes en la provincia. Su experiencia internacional incluye participaciones en varios terremotos y en las inundaciones de Libia.

Sin embargo, la intervención que más ha marcado al sargento fue en el terremoto de Turquía en febrero de 2023. Después de 6 días de la catástrofe, Titán logró una hazaña asombrosa: localizó a dos personas con vida en los escombros de un edificio colapsado.

Sergio Pérez Sánchez y Titán.

Sergio Pérez Sánchez y Titán. Sergio Pérez Sánchez

Sánchez recuerda que la señal no fue tan evidente, pero Titán hizo gestos de señalizar, se quedó extrañado, movió el rabo y se paró en el sitio durante mucho tiempo. Confiando en su compañero, el bombero comunicó con las autoridades.

"Me parece un poco extraño por el tiempo que pasó desde el terremoto, pero me ha dado signos de que hay vida ahí", le dijo. Su intuición y la señal del perro resultaron en un milagro: desescombraron poco a poco y había dos personas con vida ahí.

"Fue un momento que me marcó para siempre", confiesa Sánchez. Titán también ha demostrado su valía en búsquedas de personas fallecidas en derrumbes recientes.

La batalla por la vida

En enero, la vida de Titán tomó un giro inesperado. Fue jubilado debido a una enfermedad. Le diagnosticaron un cáncer de hueso sarcoma en una pata trasera. Sánchez no dudó en luchar por él: "me tiré para adelante, le amputamos una pata e hizo quimio".

Afortunadamente, el perro de rescate ha remontado bastante y ahora está bastante adaptado y se le ve contento, aunque ya no trabaja como antes. El bombero, sin embargo, sigue cuidando su espíritu activo: "A veces le hago algún trabajo de búsqueda pequeño, para que se lo pase bien".

Además, para facilitar su movilidad, lo lleva a nadar al mar. Andar le cuesta más, nadar menos, ya que no tiene el impacto con el suelo.

Sin embargo, la enfermedad de Titán ha postergado los planes de Sánchez de buscar un relevo. "Sí que tenía pensado buscar otro perro, pero al salir este problema, he tenido que estar tan encima de él que ahora no me lo puedo plantear", explica.

Un compañero

A pesar de la existencia de leyes que eximen a los perros de servicio, Sánchez tiene una perspectiva clara. "No dejan de ser perros nuestros. No es una herramienta ni mucho menos, es un compañero".

Para el sargento, el trato hacia Titán siempre ha sido de máximo cuidado. Lo acompaña en sus búsquedas de rescate, trabajando y viviendo a su lado. Como un miembro más de su familia.

Su trabajo, sus rescates y la valiente lucha de Titán han dejado una huella imborrable, inspirando a muchos y reafirmando el invaluable papel de las unidades caninas en situaciones de emergencia.