El perrito liberado de los escombros, bebiendo agua.

El perrito liberado de los escombros, bebiendo agua. Nooh

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Rescatan a un perrito debajo de los escombros en Gaza: "Buscaba un hogar, pero no pudo escapar del ataque israelí"

Nooh Al-Shaghnobi, rescatista palestino, se encontraba debajo de los restos de una casa destruida cuando empezó a escuchar aullidos.

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"Actualmente, me encuentro debajo de los escombros y escucho un sonido que parece el aullido de un perro, pero no estoy seguro", cuenta Nooh Al-Shaghnobi en un vídeo de Instagram.

El rescatista palestino se graba entre los restos de un edificio destruido. No hay luz solar, el polvo cubre todas las superficies y el hombre está intentando adentrarse en la oscuridad de las ruinas.

Nooh Al-Shaghnobi es conocido por su valentía durante los bombardeos en la Franja de Gaza. Su historia se hizo viral cuando, tras un ataque aéreo israelí, arriesgó su vida para salvar a una persona atrapada bajo los escombros, ignorando las advertencias de un inminente nuevo bombardeo en la zona.

"No sabemos si es un perro, por la cantidad de escombros que hay encima, podría ser un humano gritando", afirma. "Hasta ahora, estamos buscando esta cosa perdida por aquí". Las imágenes enseñan el escenario que los rodea: pedazos de cemento y tierra.

Sin embargo, su prioridad era clara: "Sea lo que sea, sea un perro o sea un ser humano, al final, esto es una vida. Intentaremos hacer lo imposible para sacarlo de debajo de estos escombros".

Un hocico gris

Después de un tiempo de búsqueda, en medio del polvo aparece un hocico gris, confirmando que el sonido agonizante provenía efectivamente de un animal. "Aquí está, es un perro", afirma el rescatista.

El cuerpo del pequeño estaba atrapado bajo los desechos de un edificio derrumbado, completamente cubierto de polvo y temblando de miedo.

Nooh y su equipo se comprometieron a hacer todo lo posible para sacar a este perro con vida de allí. "Ahora, si Dios quiere, haremos todo lo que podamos".

Remover el cemento

El joven se acerca con cuidado y con mucha calma al lugar donde está el perro para no causarle más estrés. Quita lentamente los escombros con sus manos, removiendo cemento y tierra.

"Ven, quítalo, quítalo, niños, ¡tengan cuidado!", grita Nooh en el vídeo. "Espera, un segundo, en el nombre de Dios…" El perro, asustado y débil, mira directamente al rescatista pidiendo su salvación.

Poco a poco, un escombro tras otro, el equipo consigue abrir un hueco. "Está fuera", gritan. El perro logra moverse y liberarse, mientras Nooh lo tranquiliza con gestos suaves y palabras calmadas.

El rescate fue un esfuerzo prolongado, ya que el rescatista relata que pasaron "varias horas buscando bajo los escombros". Finalmente, su empeño da frutos: el cuerpo atrapado, sin posibilidad de movimiento, del perro es libre.

El pobre animal sale de los escombros con vida, pero agotado. Necesita apartarse y respirar. "Tiene algunas heridas", cuenta Nooh. El quipo se le acerca con una jarra de agua y el perro empieza a beber, recuperando lentamente fuerzas.

Una urgencia desesperada

"¡Qué sensación tan agradable, gente! Sacar a un perro de debajo de los escombros y luego darle de beber", afirma el joven con una enorme sonrisa mientras muestra la vida iluminarse de nuevo en los ojos del perrito.

Esta historia refleja el horror cotidiano y la urgencia desesperada que vive Gaza, donde la violencia y la inseguridad afectan tanto a humanos como a animales por igual. La voz de Nooh no ignora ningún sonido ni alma, es un símbolo de resistencia y compasión en medio de la tragedia.

"Cada hora hay una masacre. Cada hora hay una llamada de ayuda. Hoy, este perro estaba tratando de encontrar un hogar o quizás comida en una casa, pero no pudo escapar del ataque de misiles israelíes", concluye así, el joven, no parándose frente a nada. 

"Después de todo, ni un ser humano ni un animal están seguros en Gaza, nada que respire. Nada puede garantizarse que sobreviva a menos que se establezca un alto el fuego".