Temple Grandin tras la proyección de su documental.

Temple Grandin tras la proyección de su documental. Ricardo Pastor

Salud

‘An open door’, la historia de Temple Grandin, una de las voces del autismo: “Hay que sacar a los niños a jugar"

La científica ha aterrizado en la Costa del Sol para la proyección de su documental y dar a conocer su obra.

Más información: Temple Grandin, científica autista: "Hay que enseñar trabajos mecánicos, que no van a desaparecer con la IA".

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Temple Grandin, una de las grandes voces del autismo en el mundo, ha estado en la Costa del Sol para la proyección de su documental An open door (Una puerta abierta), donde cuenta su historia y da a conocer su obra.

La profesora de Ciencia Animal en la Universidad Estatal de Colorado es una de las figuras más conocidas a nivel mundial en el ámbito del autismo. Cuenta con 21 doctorados Honoris Causa, multitud de libros vendidos e incluso una premiada película de HBO inspirada en ella misma e interpretada por Claire Danes.

En la provincia de Málaga ha hecho dos paradas. Por un lado, estuvo en Torremolinos para la proyección de su documental y en Vélez-Málaga en los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga.

Grandin, durante su intervención, hizo hincapié en la importancia de “ayudar a los niños a desarrollar sus fortalezas”. Considera que "si un niño es bueno en arte, hay que potenciarlo".

Por ello, "hay que enseñarles trabajos como la mecánica de coches o motos, que pueden ser profesiones apasionantes que no van a desaparecer con la inteligencia artificial. Siempre hará falta alguien que repare un motor".

Cabe señalar que para la investigadora, también es de gran relevancia enseñar habilidades sociales. Según contó, convenciones como "dar la mano", pedir disculpas o dar las gracias "no surgen de forma natural".

"Es como enseñar a alguien a comportarse en un país extranjero", añadió. "Bill Gates fue Boy Scout. De niña yo misma estuve en muchas actividades. Hay que sacarles de casa y ponerles en movimiento", matizó.

Al evento de Torremolinos en la Sala Álamos asistieron 400 personas que tenía un enfoque inclusivo y comprometido con la neurodiversidad, con consideraciones especiales de accesibilidad cognitiva y sensorial y la habilitación de un espacio de relajación sensorial para ayudar a las personas con autismo a regularse en caso de agobio.