Carlos Huesa, durante su investidura como doctor de la Universidad de Navarra.

Carlos Huesa, durante su investidura como doctor de la Universidad de Navarra. Cedida

Salud

El malagueño Carlos Huesa seguirá su investigación sobre el tratamiento del cáncer en Harvard

Este ingeniero médico paleño estudiará la protonterapia y la radioembolización en cáncer de hígado en la Universidad más prestigiosa del mundo.

11 agosto, 2022 05:00

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"De El Palo a Harvard", le dice su hermana. El investigador Carlos Huesa, antiguo alumno de los Jesuitas y graduado como ingeniero biomédico por la UMA, vive a cinco minutos de su antiguo colegio, ha quedado esta noche para tomar pescaíto en El Palo y se considera "una persona normal": "Pero es verdad que, cuando peleo por algo, intento hacer como Nadal, devolver todas las bolas a ver si uno falla y yo hago el punto". 

"Obviamente se me dan bien ciertos aspectos técnicos y me gustan la física o las matemáticas, pero no soy ningún cerebrito. Lo que pasa es que tengo mucha ilusión por las cosas. Siempre he sido un poco romántico con mi vida, intento buscar cómo puedo servir a los demás y hacer algo que también me haga feliz. Esa pasión a veces funciona, y yo he tenido mucha suerte en ese aspecto", se justifica Huesa en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga.

Presentó su tesis sobre radioterapia focalizada en cáncer de pulmón por la Universidad de Navarra, donde es profesor y ya doctor, y le animaron a llevar a cabo una estancia internacional posdoctoral, para la que le facilitaron todas las gestiones. Y así, devolviendo bolas, ha llegado a ser elegido para seguir investigando en Harvard.

Carlos Huesa con un ejemplar de su tesis.

Carlos Huesa con un ejemplar de su tesis.

"Mandé mi currículum, a ellos les gustó y empezamos a hacer una serie de entrevistas. También me pidieron cartas de recomendación y, a partir de ahí, fue ver cuándo se podía materializar esto", explica. Le ofrecieron un proyecto de investigación que empieza en octubre, con el grupo de física médica de Harvard, e inicialmente estará dos años. Tras casi medio año de gestiones, en julio ya se materializó la aceptación en esa Universidad, una de las más prestigiosas del mundo: "Ha sido un poco como Hogwarts, una carta con tu membrete y tal".

Allí, tendrá dos líneas de trabajo:

- La protonterapia, una técnica muy novedosa solo presente todavía en dos clínicas de España que elimina células tumorales con radiación de fuente externa al paciente. "Este tipo de partículas, los protones, tienen muchas precisión y prácticamente no dejan efectos secundarios en el paciente", explica Huesa, que considera que es un tratamiento que "va a ser muy puntero en España de aquí a poquito tiempo" y que "ya es un hecho". En este aspecto, su trabajo consiste en desarrollar modelos matemáticos que puedan predecir cómo los pacientes pueden responder a los tratamientos, para así facilitar su planificación y optimización a los equipos médicos.

- La radioembolización en cáncer de hígado. En este caso, trabajará con modelos computacionales que simulan la basculatura del hígado para mejorar el tipo de tratamiento que se hace, "inyectar unas microesferas radioactivas cuyas trayectorias se pueden prededir con mayor precisión gracias a estos modelos computacionales y ver si pueden ir al hígado o están haciendo algún tipo de escape", indica Huesa.

Esas son sus dos próximos objetivos a medio plazo. A largo, tiene "la gran ilusión de poner más en valor la investigación en España". Según destaca, las donaciones de aceleradores de protones de Amancio Ortega van a potenciar el ámbito de la física médica en nuestro país y le gustaría "colaborar" a ello.

"Me da mucha envidia cuando voy a los congresos internacionales y siempre se habla de Estados Unidos, de Holanda, de Suiza, de Alemania... Mi sueño de aquí a unos diez años también se hable de España, de que aquí hay un grupo que investiga, que cada vez seamos más y podamos colaborar más entre nosotros. Ese sería mi objetivo, ir construyendo talento y ayudar para que, al final, los pacientes en España se puedan tratar de la mejor forma posible", desarrolla Carlos Huesa.

Pasito a pasito. Por lo pronto, arde en deseos de encontrarse en Harvard con la persona que le hizo apostar al 100% por Harvard, el alemán Harald Paganetti, referente global en protonterapia: "Es como irme donde está Cristiano Ronaldo o Leo Messi e intentar aprender lo máximo que yo pueda", asegura.

"Una de las cosas que más me ha sorprendido de hablar con él es lo normal que es y que va buscando el lado humano: el tema de trabajar en grupo, de conectar bien con la gente, tener una actitud proactiva para sacar proyectos adelantes...", cuenta. Y, por lo que sea, hicieron match.