Víctor Hierrezuelo, el joven chef malagueño al frente de El Chiringuito, en Sedella.
De Arzak a Sedella: el triunfo de un joven chef malagueño capaz de convertir un bar familiar en referencia gastronómica
Con apenas 28 años, Víctor Hierrezuelo ha transformado el bar familiar de sus abuelos en El Chiringuito, un restaurante que combina tradición malagueña y alta cocina contemporánea.
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Víctor Hierrezuelo es, por méritos propios, uno de los nuevos referentes de la cocina malagueña. Por más que su carné de identidad refleja apenas 28 años de edad, puede presumir de un bagaje marcado por su paso por algunos de los grandes templos gastronómicos del país, caso de Arzak, en San Sebastián, y Bardal, en Ronda.
En esas cocinas aprendió la base sobre la que desde hace pocos años nace El Chiringuito, un proyecto de alta cocina absolutamente personal surgido sobre las raíces de un negocio que antes fue de sus abuelos, que lo fundaron tras regresar de Suiza.
Hierrezuelo acaba de ser reconocido por la Academia Gastronómica de Málaga como el mejor chef del año en la provincia. Entre otras razones, por su capacidad para dar forma a una cocina “que dialoga entre lo tradicional y lo contemporáneo”.
Imagen de uno de los platos de El Chiringuito.
Su universo culinario se esconde a unos 60 kilómetros de Málaga capital, en Sedella, un pequeño pueblo de poco más de 600 habitantes enclavado en la comarca de la Axarquía.
El Chiringuito es un restaurante que, pese a su sencillez, ha sido capaz de aunar las opiniones de críticos y comensales.
Más allá de sus recetas, la historia de Víctor es la de un reencuentro con la memoria, de una vuelta a los orígenes rurales de aquel joven que se formó en la Escuela de Hostelería de Archidona y que ha sabido conquistar con sus sabores y sus creaciones.
El reto de rescatar el negocio familiar se ha demostrado exitoso; una especie de coartada perfecta para poner sobre la mesa toda su sabiduría, haciendo honor a sus abuelos y tíos. Y lo hace con la siempre hermosa combinación de tradición y modernidad.
Callos con garbanzos siguiendo la receta de abuela Rosita, morcilla de cebolla de Canillas de Aceituno, ostra con ajoblanco, mollete de conejo a la pastoril… Ejemplos fieles de ese matrimonio extraordinario entre su capacidad de innovación y el producto más cercano a la tierra.
Víctor ha convertido un popular bar del pueblo en una parada obligada para los amantes del buen comer. El reconocimiento ahora conocido de la Academia Gastronómica de Málaga viene a sumarse a su inclusión entre las recomendaciones de Guía Michelin 2026 con la distinción Bib Gourmand. Con ello se premia la alta calidad de una cocina a precios moderados.
Una publicación que destaca El Chiringuito como un restaurante "de esos que no paran de ganar adeptos", como un bar "donde los parroquianos acostumbran a tomar sus cervezas", "modesto, de ambiente rústico y familiar". Y donde es posible comer por apenas 6 euros.
"Sus platos reinterpretan recetas profundamente ligadas a la identidad malagueña", valoran desde la Academia Gastronómica de Málaga, al tiempo que subraya que cada una de sus propuestas "evoca no solo el territorio, sino también las memorias familiares, las manos de antaño, y la generosidad que define a la buena mesa andaluza".