
Castell de Ferro.
El pueblo costero de Granada donde se come muy bien y que casi nadie conoce: destaca su pasado medieval
Guarda la esencia de la Alpujarra baja que mira al mar, a la vez que conserva tradiciones marineras presentes en la costa granadina.
Más información: El bar de barrio en Málaga que enamoró a Dani Rovira: su plato estrella son las albóndigas en salsa
Los emblemas de Granada son la Alhambra y Sierra Nevada, aunque esta provincia andaluza guarda joyas escondidas. La Costa Tropical ofrece pueblos que son ideales para una escapada veraniega, donde la gastronomía también juega un papel importante.
Una de estas localidades es Castell de Ferro, perteneciente al término municipal de Guachos, un encantador pueblo costero considerado uno de los más mágicos de España. Fue un importante enclave en la defensa del Reino Nazarí de Granada y tras la conquista cristiana en 1489.
Este pueblo fue pionero en el desarrollo turístico de la Costa Tropical de Granada y conserva toda la tradición a quien lo visita, según se detalla en la red de Pueblos Mágicos de España.
Toda esa historia la podemos conocer y también la de su entorno en el Centro de Interpretación de la Costa Tropical instalado en la Barriada de El Romeral, muy cercana al núcleo urbano del pueblo.
Castell de Ferro toma su nombre del castillo: «Castillo de Hierro», que pertenece a época nazarí. "Su clima es subtropical y sus acogedoras playas sin masificar hacen de este lugar un pequeño paraíso con maravillosos atardeceres y aguas cristalinas", añade.
Entre sus playas cuenta con la cala de la Rijana, ideal para practicar el submarinismo, y con un pasado arqueológico que nos remonta desde la prehistoria hasta la época medieval.
Las cuatro torres-atalayas, junto al Castillo de Castell de Ferro, en apenas 8 kilómetros, constituyen la red de atalayas de defensa costera más importante de la Costa de Granada.
A pocos kilómetros hacia el oeste, se encuentran playas premiadas con la “Q de Calidad Turística” como la Playa de Cambriles y la Playa del Sotillo. Sin embargo, la joya indiscutible es la cala de La Rijana, un paraíso para el snorkel y el buceo, rodeada de acantilados y aguas cristalinas.
No muy lejos, el pueblo de Gualchos añade un toque pintoresco con su arquitectura típica alpujarreña. Para los amantes de la naturaleza y el senderismo, la cercanía a la Sierra de Lújar brinda rutas por bosques mediterráneos y la posibilidad de avistar cabras montesas, además de descubrir cuevas fascinantes como la de las Campanas.
Gastronomía
En cuanto a la gastronomía, Castell de Ferro ofrece una variedad de opciones para todos los gustos. Guarda la esencia de la Alpujarra baja que mira al mar, a la vez que conserva tradiciones marineras presentes en la costa granadina.
Guisos marineros con “lo que traen los barcos”, lo que da el mar y se subliman al fuego en cazuelas, en sopas, en boquerones o bogas secas con las que acompañar otros platos, en escabeches o adobos de sabor antiguo que conservaban los frutos del mar.
Entre los restaurantes recomendados por la red de Pueblos Mágicos de España, en Castell de Ferro destacan el Restaurante Mare Nostrum, el Mesón El Bierzo o el Restaurante Lecrín.
Otros de los lugares con buenas críticas son el Essencia Restaurante Chiringuito, Añoño y pizzería La Atalaya.