Vista aérea de la localidad de Benadalid.

Vista aérea de la localidad de Benadalid.

Gastronomía

Es cero turístico, pero se come de maravilla en este pueblo de 200 habitantes de Málaga: "Comida casera y a buen precio"

Guisos tradicionales, las carnes en salsa, el chivo, las migas en los meses fríos y platos que cambian según la temporada y el producto disponible.

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Las claves

Benadalid, un pueblo de apenas 230 habitantes en la Serranía de Ronda, destaca por su auténtica oferta gastronómica y ausencia de turismo masivo.

El Bar Restaurante La Solana es el epicentro culinario del municipio, conocido por su comida casera, raciones generosas y precios ajustados.

Los platos estrella incluyen guisos tradicionales, carnes en salsa, chivo y migas, todos preparados con producto local y en un ambiente familiar.

Además de su gastronomía, Benadalid ofrece atractivos como su castillo medieval, la iglesia de San Isidoro y rutas de senderismo por el Valle del Genal.

Los pueblos pequeños guardan algunos de los mayores tesoros gastronómicos de la provincia de Málaga. Lejos de los focos sobreviven bares donde se cocina como siempre, con producto local, recetas heredadas y precios que ya casi han desaparecido en otros destinos.

En la Serranía de Ronda, una de las zonas más rurales del interior malagueño, aún existen municipios donde no hay turismo masivo. Uno de ellos es Benadalid, un pueblo del Valle del Genal que apenas supera los 230 habitantes y donde comer bien sigue siendo algo cotidiano, no una excepción.

El epicentro gastronómico del pueblo es el Bar Restaurante La Solana, un establecimiento sin artificios que se ha convertido en parada obligatoria para quienes llegan hasta este rincón de la Serranía de Ronda. Vecinos y visitantes coinciden en lo mismo: comida casera, raciones generosas y precios ajustados.

En su cocina mandan los guisos tradicionales, las carnes en salsa, el chivo, las migas en los meses fríos y platos que cambian según la temporada y el producto disponible.

Todo se sirve con trato cercano y ambiente familiar, en un bar que sigue cumpliendo su función de punto de encuentro del pueblo.

Más allá de la mesa, Benadalid ofrece algunos atractivos para completar la visita. El castillo de origen medieval, situado sobre el casco urbano, recuerda el pasado defensivo de la zona y ofrece vistas al entorno natural del Genal.

La iglesia de San Isidoro es otro de sus reclamos, al igual que su entorno natural. Rodeado de montes, castaños y senderos, Benadalid es un buen punto de partida para rutas a pie por el Valle del Genal, especialmente atractivo en otoño, cuando el paisaje cambia de color.

Un pueblo pequeño, discreto y auténtico, donde comer bien sigue siendo sencillo y donde la cocina casera, a buen precio, sigue formando parte del día a día.