El dramático episodio vivido este jueves en Valencia, donde las llamas han devorado literalmente un bloque de viviendas de 14 plantas de altura, obliga a poner el foco en el problema de medios que desde hace años vienen denunciando los bomberos de Málaga capital. Una de las carencias, especialmente delicada ante intervenciones en construcciones en altura, es la falta de escalas de dimensiones adecuadas para atacar la extinción del fuego en los niveles superiores. Un medio al que sumar colchón de rescate.

El caso más llamativo es que según insisten desde los colectivos sindicales del Real Cuerpo de Bomberos de Málaga, la autoescala más alta, de 42 metros (en condiciones favorables podría alcanzar una planta 13), se encuentra averiada, mientras que el resto tiene una altura de rescate de 30 metros. EL ESPAÑOL de Málaga ha tratado de contrastar esta información con el concejal de Seguridad, Avelino Barrionuevo, sin obtener respuesta por el momento.

Por medio de un tuit lanzado desde la cuenta Encierro Bombero en la tarde de este jueves, a raíz del incendio de Valencia, se incidía en ello, precisando que estos últimos medios lo más que permiten en las situaciones más favorables es llegar a la octava o novena planta.

Y ello supone un problema mayúsculo cuando el incendio se localiza en zonas donde proliferan inmuebles de altas dimensiones, como Ciudad Jardín o Palma-Palmilla, entre otros. Sobre este particular reflexiona Pedro David Pacheco, vicesecretario del Sindicato Andaluz de Bomberos, quien desde hace años vienen denunciando la falta de medios que padece el cuerpo, así como la ausencia de inversiones.

A su juicio, la mayor dificultad para los efectivos contraincendios en la ciudad no lo representan tanto los edificios altos de nueva construcción, dado que han de responder a unas amplias exigencias de seguridad, sino los más antiguos.

"Los modernos deben cubrir unas estructuras normales en el uso de materiales ignífugos, deben contar con vías de evacuación… Pero hay muchos muy antiguos en zonas de Ciudad Jardín o Palma-Palmilla que carecen de esas vías de evacuación, que tienen muchos materiales combustibles, que tienen las terrazas convertidas en vivienda o que carecen de salidas en plantas superiores. Y no tenemos camiones de altura", sentencia. 

Pacheco subraya la necesidad de que la ciudad disponga de vehículos que hagan posible tareas de rescate y extinción en alturas elevadas. El dispositivo de mayor dimensión es la autoescala de 42 metros, que fue comprada por el Ayuntamiento de Málaga en 2005 y que ha venido sufriendo numerosas averías y problemas que la han dejado inoperativa. "Está claro que siempre va a haber alturas a las que no lleguemos, pero teniendo vehículos de más de 30 metros podremos subir a más plantas, previniendo la posibilidad de que alguien pueda quedar atrapado", añade.

"Siempre va a haber alturas a las que no lleguemos, pero teniendo vehículos de más de 30 metros podremos subir a más plantas, previniendo la posibilidad de que alguien pueda quedar atrapado"

Pedro David Pacheco, vicesecretario del Sindicato Andaluz de Bomberos

En un escrito remitido al Ayuntamiento de Málaga por el Sindicato Andaluz de Bomberos, se constataba el problema con el que se encontró un dispositivo que acudió a la Avenida José Ortega y Gasset ante el riesgo de caída de un árbol de grandes dimensiones. 

"Personados en el lugar, y tras analizar la situación, el mando solicitó el apoyo de un vehículo de altura", se dice en el documento, en el que se confirma que el vehículo que acudió fue el autobrazo articulado ECO 1, de 42 metros de altura. "Teníamos la información que estaba inoperativo por un problema hidráulico, y al parecer, a la espera de la llegada de una pieza para su reparación", se precisa. Finalmente, al ser posicionado y apoyadas las patas, se procedió al despliegue del brazo, "momento en el que observaron una importante fuga hidráulica que los llevó, por seguridad, a abortar la maniobra prevista".

Las alarmas sobre los problemas técnicos que viene presentando esta autoescala saltaron de manera más sonora en 2017, cuando tuvo lugar un incendio en un bloque de 15 plantas de Ciudad Jardín, en el que murió un hombre de 50 años. Un fuego en el que no pudo intervenir esa autoescala, que costó 900.000 euros, porque estaba averiada.