La transformación final del litoral oeste de Málaga está en plena ebullición. A la construcción ya en marcha de tres edificios de 21 plantas en Torre del Río, de la mano de Metrovacesa y Sierra Blanca; al desarrollo clave de La Térmica, cuyos promotores buscan sortear los reparos de Costas, se suma ahora la activación de otra de las parcelas estratégicas del sector: Nereo.

El vigente planeamiento urbanístico permite un techo edificable de 71.596 metros cuadrados. De ellos, 32.582 son de uso residencial libre, a los que sumar otros 13.964 de protección oficial. Todo ello permite la ejecución de un máximo de 444 viviendas. Pero no son los únicos usos autorizados, ya que se disponen 25.050 metros cuadrados terciarios y productivos.

Una de las particularidades de la intervención es que buena parte de este desarrollo se quiere materializar en varias torres de 23 plantas. De ellas, según las versiones iniciales, dos estarían reservadas para 210 viviendas (105 cada una de ellas), mientras que la tercera tendría uso mixto. Una de las posibilidades manejadas era que las diez de las plantas estén ocupadas por apartamentos, mientras que el resto sería hotel.

Otra de los diseños del proyecto urbanístico de Nereo, en Málaga.

Casi 15 meses después de que el Ayuntamiento de Málaga aprobase el avance de ordenación de este espacio, la operación da un nuevo paso adelante. Y lo hace con la puesta en marcha de la evaluación ambiental estratégica simplificada a la que ha de ser sometida. 

La propuesta, presentada ante la Delegación de Sostenibilidad Ambiental de la Junta de Andalucía a principios del pasado mes de noviembre, ha sido admitida a trámite por el ente autonómico, lo que permite poner en marcha la maquinaria de estudio.

"El impulso de este sector viene a completar el desarrollo de todo el frente litoral", afirmaba en octubre de 2021 el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, subrayando el valor que desde la Casona del Parque se da a esta intervención.

Pese a que inicialmente la Gerencia de Urbanismo veía con buenos ojos elevar a 27 las alturas de las torres, reduciéndolas de tres a dos, los últimos análisis técnicos aconsejan seguir el guion trazado por los promotores privados del sector. 

El hito ambiental que ahora se ha activado es esencial para el desbloqueo definitivo de un planeamiento que se viene arrastrando desde hace años y para completar la configuración definitiva del litoral oeste de la capital de la Costa del Sol.

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De hecho, los desarrollos de Nereo, pendiente de su tramitación, y de Torre del Río, ya en obras, va a generar una fachada marítima de la ciudad radicalmente diferente a la actual y protagonizada por al menos cinco edificaciones de hasta 73 metros de altura. Todos estos inmuebles van a dar cabida a unas 1.500 viviendas, la mayoría de ellas de mercado libre, así como reservas para espacios hoteleros y oficinas.

Se da la circunstancia de que Urbanismo tiene previsto aprobar en su próximo consejo de administración el pliego de condiciones que servirá de base para la subasta de los aprovechamientos que tiene en Torre del Río y que permiten la materialización de un bloque de 11 plantas bien para hotel o para oficinas. La enajenación, según los cálculos municipales, puede reportar unos ingresos mínimos a las arcas municipales por encima de los 8 millones de euros.