La apuesta de la Junta de Andalucía por el nuevo hospital de Málaga, cuya apertura está prevista para finales de 2027, no sólo permitirá la construcción del que está llamado a ser el equipamiento público más grande de Andalucía, sino de un complejo hospitalario con una marcada "humanización". 

Esta es una de las claras "singularidades" de la propuesta del equipo técnico al que la Administración andaluza ha otorgado recientemente el encargo para redactar el proyecto de ejecución del inmueble y la dirección de la futura obra. Una alianza empresarial integrada por los estudios de arquitectura Lamela y Aidhos, así como las ingenierías Sener y ARCS. Las mismas firmas responsables del anteproyecto.

"Una de las cosas que va a ser más singular desde el punto de vista de la arquitectura es el tema de la humanización", enfatiza el reputado arquitecto Carlos Lamela, uno de los integrantes de la UTE Malaka NHM, quien subraya el reto de lograr que el futuro complejo "dé un paso más para que el paciente, los médicos, el personal específico y los acompañantes tengan la sensación de estar en un sitio más agradable de lo habitual".

¿Y cómo alcanzar esa meta? Lamela destaca que mediante actuaciones ciertamente "sencillas" y de un coste muy moderado en el marco de un proyecto tasado, de inicio, en unos 380 millones de euros. "Hablamos de incorporar una arquitectura más tranquila, del color, de la vegetación… O de crear algunas áreas donde haya música de un determinado formato que ayude a relajar e incluso buscar elementos como la aromaterapia para que el hospital no huela siempre a hospital", expone. 

Diseño del interior del tercer hospital de Málaga.

Detalles que, dada la naturaleza del equipamiento, tienen una carga simbólica evidente. Como la apuesta por aplicar medidas con las que reducir el impacto sonoro que la ubicación del hospital genera. Hay que recordar que los edificios se proyectan sobre el aparcamiento del actual Hospital Civil, asentado en una zona altamente densificada de la ciudad. 

Habitaciones que "van a parecer casi las de un hotel"

Como bien señala Lamela a EL ESPAÑOL de Málaga, "el tema acústico en un equipamiento de este tipo es clave", razón de más para que se le dé "una especial relevancia" en el proyecto. El tercer hospital de la capital de la Costa del Sol dispondrá de 810 habitaciones, todas ellas individuales, "que van a parecer casi las habitaciones de un hotel". 

"Hay que destacar el esfuerzo de la sociedad andaluza y española para que cada vez se pongan sobre la mesa equipamientos de última generación; cuando el hospital se acabe va a ser una referencia, sin duda", apostilla el arquitecto, que subraya que va a ser, sin duda, "uno de los grandes proyectos que se van a hacer en España en los próximos años".

La contundencia del proyecto queda reflejada en las dimensiones del mismo. 270.300 metros cuadrados que estarán interconectados con el Civil y con el Materno por medio de sendas pasarelas.

Pero también por el diseño, en el que resalta la construcción de 4 torres de 12 plantas de altura (a las que sumar otras 3 bajo tierra). Todo ello para dar cabida a 27 plantas de hospitalización, 198 consultas, 42 quirófanos, cuatro quirófanos híbridos, dos salas de Hemodinámica, 48 puestos de Cirugía Mayor Ambulatoria, 31 salas de explotación especial…

Diseño exterior del nuevo complejo hospitalario de Málaga.

Lamela es claro al justificar la forma del futuro complejo. "No había más manera de ir a un edificio así", afirma, señalando que un inmueble de 12 alturas no debe entenderse como alto, sino como "semi-alto". "La edificabilidad era la que era, la necesidad de un número de habitaciones era la que era y creo que era imposible evitar un edificio de cierta altura y que sea compacto", añade, defendiendo justamente que esa compacidad evita que se trata de un hospital disperso. 

Para el urbanista, que en Málaga también pone su firma a las tres torres que toman forma en la parte final del litoral oeste, "el equilibrio entre altura y huella del edificio están muy bien conseguidos". Y apunta que la idea es que cada uno de los bloques tenga "colores discretos y suaves, cada uno de ellos con sus vibraciones cromáticas".

La llegada del Metro

El emplazamiento elegido por la Junta para implantar esta nueva ciudad hospitalaria obliga a los técnicos a analizar en detalle la movilidad del entorno. Una labor en la que, como recuerda Lamela, es clave el conocimiento de la ciudad que tiene el estudio ARCS. "Sabemos que es una zona compleja por su gran densidad de vehículos; es verdad que a nosotros nos corresponde resolver el tema del interior, pero teniendo en cuenta la movilidad exterior", añade.

Sin duda, será clave para mejorar los accesos a la zona la llegada del Metro de Málaga, que se estima también para finales de 2027. De hecho, el proyecto del suburbano fija una parada justo a las puertas del nuevo hospital. Pero ¿se ha manejado la posibilidad de abrir una boca dentro del complejo?

Zona de Urgencias del nuevo hospital de Málaga.

Lamela admite que se trata de un asunto que ha sido objeto de análisis. Aunque por el momento no hay una decisión cerrada, él es partidario de evitar colocar una boca a la estación de Metro dentro del hospital, dada la complejidad que ello tendría en materia de seguridad. Sea como fuere, dependerá del deseo del cliente, en este caso de la Consejería de Salud.

En cuanto a los plazos, si bien admite que el calendario dibujado para el tercer hospital es "ajustado", confía en que se cumpla. Y la primera pieza en este proceso corresponde justamente a la UTE en la elaboración del proyecto. 

A la espera de la formalización del contrato, las condiciones fijadas en el pliego de condiciones obligan al adjudicatario a entregar en un plazo de 72 días el proyecto básico y de ejecución del edificio de aparcamientos (con unas 2.000 plazas). Y en una segunda entrega, con 192 desde la firma del contrato, deberá entregar el proyecto básico y de ejecución del edificio del hospital.

"Son calendarios ajustados pero reales; quedan cinco años, que no es mucho para un equipamiento de este tipo, pero es posible", opina. En cuanto al coste final, admite que se va a hacer todo el esfuerzo para que los 380 millones de euros en los que se estima la construcción se mantengan inalterados, pese a la crisis que atraviesa el sector de la construcción y la elevación de los precios de los materiales. No obstante, a esta suma ciertamente elevada, la Junta tendrá que sumar a posteriori todo lo relacionado con el equipamiento sanitario necesario.