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Málaga da el paso definitivo para crear una Zona de Bajas Emisiones, donde estará restringido el tráfico

El Ayuntamiento de Málaga ha adjudicado el proyecto, que tiene un coste de 3,1 millones de euros y un plazo de un año.

7 octubre, 2022 13:15

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La apuesta de Málaga por disponer en los próximos meses y años de una Zona de Bajas Emisiones, en la que se restringirá el paso de determinado tráfico rodado, avanza. Y lo hace confirmando la adjudicación del proyecto, valorado en algo más de 3,1 millones de euros, a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Tecnologías Viales Aplicadas Teva, S.L y Tevaseñal, S. A. De acuerdo con su oferta, el plazo de implantación es de un año. 

Esta iniciativa fue incluida por el Ayuntamiento en el proyecto Málaga Saludable de movilidad sostenible presentado por en septiembre de 2021 a la convocatoria del Programa de Ayudas a Municipios para la implantación de Zonas de Bajas Emisiones y la Transformación Digital y Sostenible del Transporte Urbano, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, Next Generation. 

La operación, sin precedentes en la ciudad, prevé la ampliación de nuevos modelos de gestión de la circulación mediante sistemas inteligentes de reconocimiento de matrícula, para controlar de manera automatizada el acceso de vehículos a la zona interior del ámbito del Área Central de Bajas Emisiones, definido a partir de los contornos de los ámbitos previstos en el Plan del Clima (Alicia) y en el Plan de Movilidad Sostenible (PMUS), en función de su distintivo ambiental, según se prevea en la futura Ordenanza de Movilidad Sostenible y demás normas que la desarrollen.

Atendiendo a la propuesta inicial del Consistorio, el área afectada tiene una superficie de 437 hectáreas. O lo que es lo mismo, 4,3 kilómetros cuadrados. Focalizando la extensión propuesta, se observa cómo la afectación de las medidas estudiadas se dejarán sentir sobre algunos de los grandes ejes viarios de la ciudad, caso de la Alameda Principal, el Parque, el Paseo de los Curas, el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso y la Avenida de Andalucía, entre otros.

En el modelo Envolvente, que es como se denomina la solución elegida, se fijan 53 puntos de control (17 de ellos de entrada, 19 de salida y 17 dobles, que permiten tanto la entrada como la salida), todos ellos con 104 cámaras.

Estos dispositivos tienen como fin servir de filtros para evitar la entrada de los vehículos más contaminantes y premiar a aquellos que lo son menos. A modo de ejemplo, actualmente, según los datos, el 34,98% de los que transitan por la zona Envolvente tienen etiqueta B (turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados desde enero de 2001 y diésel a partir de 2006), mientras otro 29% tiene la C (turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel a partir de 2014).

Según las previsiones, con las medidas planteadas se podrá reducir de manera clara la presencia de este tráfico a corto plazo, hasta rebajar el porcentaje de la etiqueta B hasta un 27,5%, mismo porcentaje para la C.

Por el contrario, se incrementará la presencia de la etiqueta 0 (100% eléctricos, de pila de hidrógeno o híbridos enchufables con una autonomía eléctrica superior a 40 km) desde el 0,09% actual a un 12%, o la Eco, de un 1,3% actual a un 23%. Unos valores que variarán conforme se vayan cumpliendo nuevas etapas.

Reducción efectos contaminantes

Los datos municipales concluyen que por el espacio geográfico delimitado transitan a diario del orden de 203.000 vehículos. Los mismos hacen un recorrido medio de 3 kilómetros, emitiendo diariamente 95 toneladas de CO2 (28.520 toneladas de CO2 al año); 702 kg de CO (211 toneladas de CO al año); 144 kg de NOx (43 toneladas de NOx al año), y 15 kg de micropartículas (4 toneladas de PM al año). 

De acuerdo con las previsiones, el impulso de la Zona de Bajas Emisiones traerá consigo una considerable bajada de la circulación motorizada. Se habla de que de los 203.000 vehículos se podría pasar a 183.150 en un periodo de cinco años; a 172.975, en 10 años, y a 162.800 en quince años.

Esta disminución implicaría una mejora considerable en la reducción de los efectos contaminantes. Así, de las 95 toneladas diarias de CO2 que se registran ahora se pasarían a 66.238 en cinco años; a 51.164, en diez, y a 36.503, en quince años.