
Un instante del XXXI Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga, sobre fintech Fábrica de Cervezas Victoria
Finanzas y tecnología se comprometen a trabajar juntas por Málaga: "Solo nos falta un plan"
El banco Unicaja, la tecnológica Ebury y la Universidad de Málaga se conjuran para fomentar el ecosistema 'fintech' de la Costa del Sol en el XXXI Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga.
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La palabra 'fintech' proviene de la unión de dos conceptos: finanzas y tecnología. Esta última está cambiando prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, incluido sectores tan institucionalizados como el de la gestión del dinero. Desde nuevas formas de pago hasta modelos alternativos de financiación, la innovación tecnológica está redefiniendo la relación entre personas, empresas y capital. Y Málaga tiene algo que decir en todo esto.
Bajo el título “La revolución ‘fintech’: Málaga como motor del cambio financiero”, el XXXI Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga reunió este lunes a destacados referentes del sector para debatir sobre el papel creciente de la capital en la transformación digital de la banca. Con la colaboración de Cervezas Victoria e Impact Hub Málaga, el evento contó con voces clave como Israel Rodríguez, director de Innovación de Unicaja; Paula González, vicepresidenta de Banca y Expansión de Ebury; y Jesús Molina, director de la Cátedra Fintech de la UMA.
"No debemos ser autocomplacientes. Yo creo que Málaga, a día de hoy, no es un hub financiero y tampoco es un hub tecnológico puntero. Pero podemos serlo", argumentó Rodríguez, que apostó por contar con las administraciones públicas para organizar y coordinar un plan estratégico entre todo el ecosistema fintech malagueño. Los otros dos ponentes se mostraron de acuerdo.
El director de innovación de Unicaja, uno de los principales bancos de España y el mayor con sede en Málaga, fue muy claro. Defendió que empresas, academia y administraciones deben trabajar de manera conjunta "para decirle al mundo todo lo bueno que hay aquí".
"Tenemos talento, casos de éxito y experiencia para convertir a Málaga en un clúster de tecnologías aplicadas al sector financiero. Para conseguir eso, tenemos que hacer cosas que van más allá de hacer cada uno la guerra por su cuenta", sostuvo Israel Rodríguez.
Su apuesta pasa por la colaboración de bancos tradicionales como el suyo con tecnológicas como Ebury, que tienen "una velocidad, una agilidad y una ambición que muchas veces a las empresas con más legado y clientes les cuesta". Unicaja quiere ser un "buen aliado" para talento emergente como este.
"En Málaga nos faltan fondos de inversión. Una fintech necesita mucho dinero, es una apuesta de futuro que no todo el mundo ve. Casi toda Europa se pega tortas por invertir en nuestro mercado inmobiliario, ¡hagámoslo también para el sector tecnológico y financiero!", propuso el director de innovación del banco malagueño.

La vicepresidenta de Banca y Expansión de Ebury, Paula González. Fábrica de Cervezas Victoria
Paula González también hizo hincapié en los retos que aún afronta la ciudad para convertirse en un centro de referencia en este sector: "Hay pocas ciudades ahora mismo en España que no sean Madrid o Barcelona y que tengan una importante presencia del sector fintech", afirmó. Para ella, los actores del ecosistema de Málaga todavía están "trabajando de manera independiente".
"Es cierto que en Málaga todavía hay muchas barreras de idioma y burocracia local", lamentó la vicepresidenta de Banca y Expansión de Ebury: "Si no conoces cómo funciona aquí la contratación o la búsqueda de espacios fuera del parque tecnológico, es un reto. Nosotros nos hemos enfrentado a ello los últimos años".
Su compañía es una institución financiera no bancaria que desarrolla tecnología propia para facilitar la expansión internacional de pequeñas y medianas empresas. Aunque la empresa es británica, sus fundadores son españoles y apostaron por situar en Málaga su centro global de formación, tecnología y operaciones por "lo bien conectada que está con los principales hubs de Europa" y la "fuente de talento" que supone su universidad.
La academia justamente estuvo representada por Jesús Molina. Su cátedra Fintech fue creada en 2024 por el impulso empresarial de actualizar la formación universitaria y hacer que esta conecte con el mercado real.

El director de la cátedra Fintech de la UMA, Jesús Molina. Fábrica de Cervezas Victoria
"Málaga tiene todos los mimbres, lo único que le falta es un plan. A nosotros cada día se nos acercan empresas para colaborar. No somos conscientes del potencial que aquí hay", reflexionó Molina, que apostó por ser "palancas de ese ecosistema": "Este encuentro tecnológico viene a conectarnos", sentenció. Los próximos meses y años desvelarán si esta alianza entre los principales actores del sector fintech de Málaga se acaba convirtiendo en una realidad tangible.