Colillero Recol R4.

Colillero Recol R4. Cedida

Tecnología

Así es el colillero portátil y ecológico que inventó un malagueño de más de 70 años y se lució en Fitur

Los impulsores de Recol R4, similar a una caja de cerillas rellena de espuma ignífuga, abren una ronda de inversión de 50.000 euros.

4 febrero, 2023 05:00

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"Mantenlo simple", reza una de las grandes máximas del diseño. Es quizás lo que tuvo en mente el inventor malagueño Francisco Caro, que supera los 70 años y ha creado una propuesta tan razonable y sencilla de comprender que parece increíble que no se hubiera inventado antes.

Se trata de Recol R4, un colillero portátil y ecológico que este antiguo profesor ha lanzado finalmente al mercado tras años investigando y tras haberlo patentado. Su apariencia es similar a la de una caja de cerillas de cartón, pero el interior está relleno de un espuma ignífuga en la que se pueden apagar entre 20 y 25 cigarros.

"Ninguna solución cumple con todo lo que esta cumple", dice en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga uno de los impulsores de la mercantilización del invento, Alberto López Malax, que indica que la página web de la iniciativa es https://nomascolillas.es/.

No más colillas

El interés que puedan tener las instituciones en el producto puede ser incluso económico: mientras que hay estudios que señalan que solo la recogida de colillas puede costar por persona al año entre 11 y 21 euros, la producción de cada unidad de Recol R4 ronda los 36 y los 50 céntimos —con serigrafía personalizada incluida—.

"Es ideal, por ejemplo, para que una marca los pague y una institución los reparta", subraya López Malax, que propone que se puedan utilizar en playas, eventos, festivales, cruceros, hostelería...

Colilleros en Fitur.

Colilleros en Fitur. Cedida

Apenas llevan un par de meses largos con el proyecto; pero, a partir de la "muy buena acogida" que recibieron en Fitur con colilleros decorados en honor a la candidatura de Málaga a la Exposición Internacional 2027, todo se ha acelerado.

Se encuentran en proceso de constitución de la empresa al mismo tiempo que avanzan en la comercialización, y ya han abierto una ronda de inversión "con poco capital, no hace falta mucho": unos 50.000 euros.

Actualmente, fabrican desde Málaga para la provincia y alrededores; y quieren mantener la filosofía sostenible de producir donde distribuyen incluso en una expansión futura por Latinoamérica. Hasta entonces, ya están planeando nuevas aplicaciones para el invento del ingenioso malagueño Francisco Caro.