La exposición temporal del Museo del Automóvil de Málaga.
Los coches históricos de rallyes llegan al Museo del Automóvil y la Moda de Málaga
La exposición temporal estará durante todo el mes de agosto.
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El Museo del Automóvil y la Moda de Málaga acoge durante el mes de agosto una exposición temporal de vehículos de rallyes de varias épocas. El MAM inauguró el viernes 1 de agosto la muestra La Pasión por el Rallye. Más Allá de la Curva, una exposición que tiene como protagonistas vehículos de competición de las décadas que van desde los años setenta a los años noventa y que han formado parte de grandes competiciones a lo largo de la historia de los rallyes, una disciplina que ha desafiado los límites de la conducción y la ingeniería, con una estética particular de cada etapa tecnológica.
La exposición, que está organizada por el propio museo gracias a la colaboración de particulares que son propietarios de dichos vehículos, estará abierta al público durante todo el mes de agosto, es decir, desde este viernes 1 hasta el día 31, en horario habitual del museo (de lunes a domingo, de 10 a 14 horas, y de 16 a 19 horas).
Piezas de la exposición
La Pasión por el Rallye. Más Allá de la Curva’contará con un total de nueve vehículos de propietarios particulares que se siguen utilizando actualmente en rallyes de velocidad y regularidad.
Seat Ibiza Proto 4x4. La unidad expuesta fue campeona de España en 2004 con Flavio Alonso. El Seat Ibiza Proto 4x4 destacó por su rendimiento en tramos rápidos y su tracción en superficies deslizantes, convirtiéndose en un referente del certamen. Hoy sigue siendo admirado por su equilibrio entre potencia, ligereza y agilidad. Esos años fueron la época dorada de la marca española en la competición, con la victoria en la copa del mundo de rallyes de 1996, 1997 y 1998 en la categoría de 2 litros y tracción a un eje.
Opel Manta i200. El Opel Manta i200 es una evolución desarrollada por el preparador alemán Irmscher, reconocido por su especialización en modelos Opel. Su esquema de propulsión trasera y el buen equilibrio del chasis ofrecen un comportamiento eficaz, especialmente en tramos rápidos y superficies deslizantes. También tuvo una versión con el reglamento de grupo B, pero no era competitivo porque su diseño era de muchos años antes. Sí se utilizó en campeonatos nacionales de rallyes, como España, donde llegaban a tener 360 cv. Fue uno de los últimos coches con propulsión trasera que los pilotos utilizaban en los rallyes de los ochenta antes de la llegada de la tracción total.
Audi Quattro S1 Evolution 2. El vehículo que se mostrará en la exposición del MAM es una réplica fiel del modelo original, construida sobre la base de un Audi Coupé Quattro 2.1 turbo. Tenía cinco cilindros y el reparto de pesos no era el mejor, pues el motor estaba por delante del eje delantero, haciendo que su conducción fuera muy complicada para los pilotos. El Grupo B, al que pertenecía este coche, acabó en el año 1986 por su excesiva potencia de hasta 600 cv y por accidentes especialmente graves. Su aceleración es destacada, alcanzando los 100 km/h en poco más de tres segundos sobre superficies de tierra. Fue el precursor de la tracción total y pilló a todos sus rivales con el paso cambiado pues nunca pensaron que sería tan decisiva esa tecnología en los rallyes.
BMW M3. La muestra del Museo del Automóvil y la Moda también contará con el BMW M3 E36, considerado un icono de la ingeniería deportiva y el mejor motor sin turbo de la historia de la marca alemana. Está equipado con un motor de seis cilindros en línea de 3200 cc y 350 cv y tiene propulsión trasera. Aunque las versiones de competición en los noventa se desarrollaron principalmente para pruebas de circuito, ahora son muchas las unidades reconvertidas para rallyes en los campeonatos de vehículos históricos, donde destaca por su fiabilidad y por una conducción exigente pero divertida para sus pilotos.
Ford Escort RS2000 MKII. Fue el coche de competición más famoso de su época, derivado del primer Escort de calle. Está equipado con un motor de 2 litros sin turbo de diferentes potencias según el grado de preparación. Su propulsión trasera era invencible en los rallyes de finales de los sesenta y principios de los setenta, época donde ganó varios mundiales de rallyes en manos de diferentes pilotos. Las unidades del mundial daban sobre 200 cv aunque preparaciones modernas para este coche llegan a alcanzar los 300 cv.
Renault 5 Turbo Tour de Corse. Este modelo de Renault representó una de las interpretaciones más extremas del reglamento del Grupo B, llevando al límite el concepto de coche compacto de competición. Equipado con un motor central turboalimentado, tracción trasera y una carrocería ensanchada y aerodinámica, ofrecía una aceleración explosiva y un comportamiento dinámico exigente. Su principal inconveniente era que tenía solo tracción en un eje, el trasero, y sus pilotos estaban en inferioridad con respecto a los coches con tracción total. Era muy complicado de pilotar por su corta distancia entre ejes y por su motor turbo, que entregaba toda la potencia en muy pocas revoluciones. Las unidades del Maxi Turbo, la última versión del modelo, llegaban a los 350 cv. Carlos Sainz fue campeón de España de rallyes en 1984 con una unidad de este modelo expuesto en el museo, oficial de Renault España.
Lancia Beta Coupe. Su carrocería y su cuidada puesta a punto lo dotaban de un comportamiento ágil y preciso, especialmente en carreteras reviradas. Con tracción delantera, pero beneficiado por un chasis bien equilibrado y una construcción ligera, ofrecía un paso por curva directo y comunicativo, permitiendo al piloto mantener el control con confianza. Más allá de su estética distintiva, destacaba por su eficacia y dinamismo, consolidándose como una propuesta competitiva primero en circuitos y, finalmente, en rallas.
Alfa Romeo Giulia GTA m. Se fabricó entre 1970 y 1974, pensando principalmente en la competición. Tiene un chasis muy ligero y componentes específicos, optimizados para el rendimiento en circuito y tramos cronometrados. Un modelo que sigue siendo un símbolo de la pasión y el enfoque técnico que definieron a Alfa Romeo en su época dorada de la competición. Este modelo fue campeón de Europa de turismos en circuito y las unidades más evolucionadas llegaban a los 240 cv, con un peso por debajo de la tonelada.