Vista del municipio de Atajate.
Es cero turístico, pero se come de maravilla en este pueblo de menos de 200 habitantes en Málaga: "Platos caseros de 10"
Su belleza está en la naturaleza que rodea al municipio, con toda una variedad de verdes en primavera y ocre en otoño.
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La provincia de Málaga esconde rincones únicos y naturaleza ideal para una escapada. Más allá de las grandes ciudades, los pequeños pueblos de la provincia guardan mucha historia y monumentos. En plena Serranía de Ronda, aparece Atajate, un pueblo que esconde buena gastronomía.
Con menos de 200 habitantes, este diminuto pueblo blanco permanece ajeno al turismo masivo, protegido por la distancia y por un ritmo de vida que nada tiene que ver con el de la Costa del Sol. Pero esa aparente desconexión es, precisamente, lo que ha convertido a Atajate en un pequeño tesoro gastronómico para quienes saben dónde buscar.
Su encanto reside en la autenticidad: casas blancas, callejuelas tranquilas y vecinos que todavía se saludan por su nombre. Pero basta sentarse en uno de sus pequeños restaurantes para entender por qué, pese a su tamaño, este pueblo se ha ganado fama entre senderistas, moteros y viajeros que buscan comida casera de verdad.
La identidad gastronómica de Atajate está muy marcada por la tradición serrana. Platos como el chivo al ajillo, la porra, las migas, los guisos de caza o el lomo en manteca se preparan aquí con la receta tradicional y producto local.
Establecimientos como el Restaurante Audalázar o el Mesón La Sierra son parada obligatoria para quienes se adentran por el Valle del Genal y buscan “platos caseros de 10”, como repiten las reseñas y los visitantes que descubren el pueblo casi por accidente.
Qué visitar
Es el pueblo más pequeño de la provincia de Málaga, con 187 habitantes censados. Su belleza está en la naturaleza que rodea al municipio, con toda una variedad de verdes en primavera y ocre en otoño.
Cuenta con interesantes fachadas dieciochescas y varios atractivos monumentales que visitar. Uno de ellos es la Fuente-Lavadero, una verdadera muestra de la arquitectura popular de la Serranía de Ronda. Se trata de una construcción techada simple a la que acudían las mujeres a lavar. Otra fuente a destacar de Atajate es la de Barrio Alto.
También destaca la iglesia de San José o de San Roque, que fue construida durante el siglo XVIII, pero sus líneas barrocas pertenecen a la reforma realizada un siglo más tarde. En el exterior aún se conserva parte de la portada de ladrillo de estilo renacentista, la muestra arquitectónica más antigua del municipio, según detalla Turismo Costa del Sol.
En sus calles descubrirás un Museo Abierto del Mosto. A través de textos, ilustraciones y herramientas tradicionales, como una vieja prensa, puedes acercarte al proceso de elaboración de esta bebida tan relevante en el pueblo.